El edificio de la Unasur está abandonado y nadie lo quiere

DETERIORO. El agua empozada rodea toda la infraestructura.
DETERIORO. El agua empozada rodea toda la infraestructura.

El edificio de la Unasur es el ‘patito feo’ de los inmuebles del Estado. Su mantenimiento cuesta caro y tenerlo es un problema de cientos de miles de dólares.

Al año se necesitan alrededor de $500.000 para mantener el edificio de la desaparecida Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Construido en la época correísta por $43,6 millones, actualmente está inhabilitado. Se levantó entre el 2012 y el 2015 frente al monumento de la Mitad del Mundo, en Quito.

Fue un regalo del Ecuador a los países que conformaban este organismo internacional. La infraestructura nació con la idea de ser la sede regional de la Unasur. Tiene 19.533 metros cuadrados. En su construcción trabajaron 1.200 personas al día.

En mayo de 2019, el edificio fue abandonado, luego de la salida de Ecuador de la Unasur, al igual que casi todos los países que la conformaron.

En 2020, el Estado tomó posesión de la infraestructura a través de la Cancillería.

Desde entonces, su uso ha sido incierto. Se dijo que el inmueble iba a ser utilizado por la universidad indígena Amawtay Wasi, pero nunca se instaló este centro de estudios. Luego se planteó que fuese la sede de la televisión pública, y tampoco sucedió.

En junio de 2020, el Ministerio de Relaciones Exteriores le cedió al Ministerio de Cultura el edificio. La idea era utilizarlo como el lugar donde se resguardarían las más de 46.000 piezas que conforman la reserva del patrimonio nacional.

Nada de eso se concretó y el edificio sigue vacío y olvidado.

ABANDONO. A través de los pocos vidrios que dejan pasar el reflejo, se puede ver un inmueble vacío.
ABANDONO. A través de los pocos vidrios que dejan pasar el reflejo, se puede ver un inmueble vacío.

Se pelean por no tenerlo

La Cancillería confirmó a LA HORA que, en junio de 2020, el edificio de la Unasur pasó a manos del Ministerio de Cultura.

La ministra de esta entidad, María Elena Machuca, accedió a conversar para confirmar que están en proceso de devolución del inmueble.

Si bien en un primer momento se habló de trasladar los bienes culturales del país allá, esto nunca se concretó por dos razones.

La primera, es que la construcción no cumple las condiciones técnicas ni de seguridad para depositar allí el patrimonio cultural del Ecuador. Sería un gran riesgo.

El segundo motivo, según la máxima autoridad del Ministerio de Cultura, es que el costo de mantenimiento que exige el edificio de la Unasur es muy alto (alrededor de $500.000 por año) y afectaría el presupuesto de esta cartera de Estado.

Ante esto, esperan que en uno o máximo dos meses el inmueble pase nuevamente a manos de la Cancillería.

Y, otra vez, será el Ministerio de Relaciones Exteriores quien decida qué hacer con este monumento al despilfarro, que costó a los ecuatorianos casi $45 millones.

Vacío, rodeado de agua y en deterioro

Esta estructura súper moderna está actualmente rodeada de agua.  Frente a la Mitad del Mundo y junto a secas montañas, el edificio de la Unasur se refleja en los charcos que hay a su alrededor y que muestran la pobre capacidad de desfogue de la lluvia.

Entre el agua hay cables enrollados o estirados. Viejos. Parecería muy fácil que ocurra un corto circuito.

Las puertas están cerradas. Nadie atiende a los golpes en las puertas o ventanas de vidrio. Adentro hay luces prendidas.

Hay vidrios tan oscuros que al acercarnos no se puede ver ni siquiera el reflejo. Da escalofrío el abandono. Llama la atención que las pocas paredes y esos ventanales oscuros no estén grafiteados.

No hay un solo movimiento. Pareciera que el edificio de la Unasur envejece paralizado en el tiempo.

Nadie lo mira. La gente comienza a hacer fila para visitar la Mitad del Mundo, dándole la espalda. Parece que no existiera.

Los administradores del complejo turístico Mitad del Mundo dicen que no ven entrar ni salir gente de ahí. Que no conocen a quien lo administra. Que del vecino no saben nada.

Entre la dudosa calma que rodea el edificio, en la parte sur, en el piso, junto al agua, hay siempre un pequeño foco azul prendido, aún en plena mañana.

CONSTRUCCIÓN. El edificio está construido principalmente por vidrio, metal y hormigón armado.
CONSTRUCCIÓN. El edificio está construido principalmente por vidrio, metal y hormigón armado.

Nos costó ‘un ojo de la cara’

El informe de Contraloría DAPyA-0011-2016 confirmó que el contratista a quien se le asignó la construcción del edificio de la Unasur, no entregó a tiempo la obra, debiendo pagar $1.9 millones de dólares de multa.

Pero el contratista nunca pagó. La auditoría que determinó este error, también caducó, por lo que el país ya no podrá recuperar ese dinero.

Es decir, la construcción de Unasur además de salir cara, causó un perjuicio adicional al Estado de $1.9 millones.