Fue entregado al presidente Guillermo Lasso, de la misma forma que lo recibieron sus antecesores Lenín Moreno y Rafael Correa. ¿Qué significa?
El acto de entrega del bastón de mando a un primer mandatario no es propio de la tradición indígena. Ecuador ha sido tres veces testigo de la entrega de este símbolo a un Presidente, como una forma de exhibir el respaldo del movimiento indígena en su favor; sin embargo, esto nunca fue una costumbre sino hasta hace poco.
El presidente Guillermo Lasso recibió el bastón de mando el 26 de mayo de 2021, en Tungurahua; lo mismo que Lenín Moreno, en mayo de 2017, en Cochasquí; y, Rafael Correa, en enero de 2007, en Zumbahua.
A Correa, cuatro años más tarde, el movimiento indígena le retiró el bastón tras la aprobación de la Ley Minera, el debate de la Ley de Aguas y las concesiones petroleras cerca de los lugares de hábitat de pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Un elemento común de las tres ceremonias fue la logística desplegada en cada evento, cada uno a su estilo, con tarimas, asistencia audiovisual con camarógrafos y fotógrafos; y, la Chacana o cruz andina.
Este tipo de ceremonias no son propias de la cosmovisión andina, explica el sociólogo Raúl Llasag, investigador experto en derecho indígena. “Las organizaciones que conforman el movimiento indígena nunca han entregado el bastón de mando a ningún gobierno”.
De hecho, fue el expresidente Correa quien aprendió a usar este símbolo en la palestra política, según el historiador Napoleón Saltos. “Correa supo cómo instrumentalizar lo sagrado”.
Un símbolo político
El historiador Mauricio Alvarado-Dávila detalla que el bastón de mando “es un elemento que da poder a quien lo porta, sobre el pueblo que se lo entregue”.
Con base en esto, para el experto, el bastón de mando no es un símbolo que fue politizado, sino un símbolo político. “No es algo que politizó Correa, porque ya es político”.
“Para comenzar, no es un elemento propio de nuestras comunidades porque es algo que ha existido siempre: un elemento que da poder político a quien lo porta. En la tradición judeo cristiana han existido siempre, por ejemplo, desde el bastón de Moisés”, agrega Alvarado-Dávila.
Pedro Janeta, en su obra Cosmovisión y Sabiduría Puruwa, publica que el bastón “simboliza el liderazgo que hay en el territorio y en la guardia”.
“El bastón es la representación de la guardia para poder ejercer un mando dentro del territorio y fuera de él”, cita.
Según el investigador, “la vara es poder de autoridad del ser humano, representa la fuerza energética de la Pacha Mama y es una guía para dirigir al pueblo con rectitud”.
Pero agrega una diferencia: que en el mundo andino, poseer este símbolo no significa un liderazgo vertical, individual y egoísta, sino un “desarrollo espiritual-corporal, para ser capaz de entender y practicar las máximas andinas como el todo en mí y yo en el todo”. (LGP)