Tres escenarios posibles para destrabar el problema del subsidio a los combustibles

REALIDAD. Buses en Guayaquil operan media jornada para presionar al Gobierno y que de paso a sus pedidos en cuanto al precio del combustible.
REALIDAD. Buses en Guayaquil operan media jornada para presionar al Gobierno y que de paso a sus pedidos en cuanto al precio del combustible.

Las autoridades están evaluando medidas como el congelamiento de precios, la eliminación de los aumentos de los últimos meses o la persistencia del sistema de bandas.

El Gobierno de Guillermo Lasso está bajo cuatro juegos cruzados. Los transportistas exigen la congelación del precio de los combustibles. Mientras sectores indígenas y sociales llevan sus demandas hasta la eliminación de todos los aumentos de los últimos 10 meses. Por otro lado, la ciudadanía en general no está dispuesta a asumir mayores costos de los pasajes en medio de la crisis.

Para cerrar el círculo, el Estado no tiene dinero suficiente para asumir nuevamente el subsidio completo de las gasolinas; pero debe dar respuestas inmediatas que combinen compensaciones y la revisión del sistema de bandas

Congelamiento de precios

El ministro de Gobierno, César Monge, reconoció que se está analizando congelar los precios de los combustibles hasta el último incremento del 12 de mayo de 2021. Así, el diésel se quedaría en $1,48 por galón y la extra en $1,99 por galón.

A la par, se establecería una compensación directa a los transportistas, aunque el mecanismo no queda claro todavía. Marcelo Cabrera, ministro de Transporte y Obras Públicas, puntualizó que no hay dinero para hacer transferencias directas, por lo que la propuesta iría por la vía de reducción de aranceles, trámites y facilidades para la importación de vehículos y repuestos.

Según Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportadores Urbanos de la Provincia del Guayas (Fetug), actualmente están pagando alrededor de $362 para cambiar cada llanta cada 4 meses y medio.

La propuesta de reducción arancelaria debe ser armada en el Ministerio de Producción, y luego evaluada por el Ministerio de Economía. En términos generales, el costo para el Estado podría ser de entre $50 millones y $100 millones anuales.

Según Fausto Ortiz, exministro de Economía, si se congelan los precios en los niveles actuales, el subsidio de la gasolina extra costaría $58 millones mensuales. En el caso del diésel, el gasto para el Estado llegaría hasta los $66 millones cada mes.

Retomar los precios iniciales

Desde la Federación Nacional de Transporte Pesado del Ecuador, y sectores del transporte urbano, también se plantea que los precios regresen a los niveles anteriores a la implementación del sistema de bandas y las subidas mensuales.

De esa manera, el diésel volvería a $1 por galón; mientras que la extra quedaría en $1,75 por galón. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), con corte al 31 de diciembre de 2020, eso representaría un gasto para el Estado de al menos $965 millones anuales.

Una medida de ese tipo está dentro de las exigencias que impulsan las movilizaciones indígenas anunciadas por Leónidas Iza para este próximo 11 de junio de 2021.

Asimismo, desde el sector del transporte pesado, los pedidos no solo incluyen el combustible, sino también refinanciamiento de deudas, créditos subsidiados y la revisión del costo de los fletes. Eso representaría más recursos para una caja fiscal que ya tiene alrededor de $400 millones de déficit cada mes.

Continuar con el sistema de bandas

Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), asegura que la opción menos costosa para el país y el Gobierno es mantener el sistema de bandas, pero reducir las subidas mensuales. “En lugar del 5% máximo para la extra y el 3% para el diésel se podría bajar al 1% o 2%”, dijo.

Con eso, el impacto es menor en medio de la crisis y mientras tanto se puede ir definiendo una estrategia de compensación directa a los transportistas.

De acuerdo con Sarmiento, se podría establecer cupos mensuales de gasolina subsidiada para cada transportista, con base a lo que necesitan para poder operar.

En este escenario también podría entrar la subida de pasajes, pero la competencia no es del Gobierno central sino de los municipios.

El FMI calcula que, si se mantiene la eliminación gradual de subsidios, el costo para el Estado podría bajar hasta $185 millones en 2021.

El martes 1 de junio de 2021, los representantes de los gremios de la transportación tuvieron una reunión con los Ministros de Transporte y Gobierno; pero todavía no hay concreciones. (JS)

Combustible representa el 29% de los costos

Según Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportadores Urbanos de la Provincia del Guayas (Fetug), el costo de cada bus llega a los $153,94 diarios.

De ese total, $45 se van en combustible, $34,44 en gastos operativos, $60 en pago al conductor, y $14,5 en otros. Así, el peso del diésel sería de alrededor del 29% en la estructura de costos.

A esto, se debe añadir que el promedio de pasajeros diarios se redujo y pasó de 700 a 750 (antes de la pandemia) a entre 400 y 450. Así, de acuerdo con Sarmiento, con un ingreso de $120, la pérdida diaria sería de $33,94. Esa pérdida es la que tendría que ser compensada por el Gobierno.