Transfobia, una realidad diaria de las mujeres trans

Desfile mujeres trans
La comunidad trans considera que Ecuador es aún una comunidad muy tradicional para aceptarlos.

En noviembre se celebra el mes de La Memoria trans. Se rinde homenaje a todas las personas transexuales que han perdido la vida por actos de odio.

«Llevamos años exigiendo al Estado que se cumplan las garantías de derechos bajo condiciones de vida y género en persona privada de libertad Trans-lgbi. A las mujeres trans nos siguen matando», asegura la Red Comunitaria Trans del Ecuador.

Según los datos de la asociación Silueta X, la mitad de los casos de asesinatos, muertes violentas o no esclarecidas y sospechosas de criminalidad de la comunidad LGBTIQ+ pertenecen a mujeres transgénero. La transfobia es la realidad de muchas mujeres trans, donde sufren diferentes tipos de violencia (sexual, psicológica y física). La activista transfeminista Sarah Flores considera que la sociedad ecuatoriana es muy conservadora y cerrada, lo que provoca crímenes y abusos de odio hacia la comunidad.

«Falta mucha sensibilización, mucha voluntad de aprender sobre qué es ser una persona transgénero, una persona de género binario, una persona travesti o incluso una persona queer», manifiesta Flores.

Un ejemplo de esto es lo ocurrido con dos mujeres trans, a quienes se les impidió tomarse fotos en la Basílica del Voto Nacional, en Quito, argumentando que no estaban vestidas adecuadamente. Una amiga de las discriminadas denunció el hecho en redes sociales y esto generó aclaraciones de parte de los administradores del templo, dando a entender que se trató de un malentendido.

«Para ser franca, el Gobierno no ha dicho nada desde que se posesionó, con respecto a los asesinatos, muertes violentas no esclarecidas o sospechosas de criminalidad… Hay que dejar en claro que el actual presidente, Guillermo Lasso, utilizó datos estadísticos de la Asociación Silueta X para su campaña, en la que ofreció proteger y garantizar la vida de las personas de la diversidad», declara Diane Rodríguez, fundadora de la Asociación Silueta X.

De acuerdo con Rodríguez, el 17 de noviembre se publicó un comunicado de la Subsecretaría de las Diversidades. En el documento se menciona que se debe integrar nuevas políticas públicas para erradicar la violencia o discriminación hacia los integrantes de la comunidad LGBTIQ+ que están en las cárceles. Además lamentaron lo sucedido con Helen Maldonado (muerta en la última matanza carcelaria) y asumen la responsabilidad de que no vuelva a ocurrir algún tipo de hechos similares.

Rodríguez dice que el comunicado es un chiste y se resume en que van a trabajar por la comunidad trans, pero después. «Esperaron tres crisis carcelarias para hablar acerca de las personas de la diversidad, que también son internas. ¿Por qué? A causa de la muerte de Helen Maldonado. Esto muestra que este gobierno trabaja desde la eventualidad», añade.

Abusos, actos de odio y transfobia

La transfobia es el abuso psicológico, físico y verbal que padecen las personas trans por parte de los demás miembros de la sociedad y del Estado. Los actos de odio hacia la comunidad, el rechazo de su identidad de género, entre otros hechos, es la situación del día a día que viven las mujeres trans. Tal es el caso de Nicole (nombre protegido); ella tuvo que mudarse constantemente y buscar en dónde vivir porque sus familiares la maltrataban. «Recuerdo cuando estaba durmiendo, mi abuelito me quería tocar, me quería manosear. Pero por suerte no sucedió nada porque yo gritaba», manifiesta.

Nicole ha sufrido varias violaciones a su integridad como persona, a su salud mental y a su bienestar físico. Ella cuenta que a lo largo de su vida la han violado y abusado sexualmente, la han violentado físicamente, e incluso la han intentado asesinar. Huyó de su vida en Esmeraldas y vino a Quito a ver qué hacía; fue entonces cuando empezó a juntarse con organizaciones que le devolvieron toda la seguridad y confianza en sí misma.

Andrea Bravo es una mujer trans cuidadora de vehículos en las calles de Guayaquil. Ella pertenecía a una asociación de cuidadores de vehículos del centro de Guayaquil, pero por la transfobia fue destituida. «Por más de un año y medio han querido quitarle ‘la calle’ que ella utiliza para el sustento de su vida y sustituirla por otra persona perteneciente a la asociación», cuenta Rodríguez. «Inclusive hemos conocido que personas del circuito de la Policía Nacional que circula por ese sector parecen estar de lado de esta asociación», añade.

María Paz Capelo, estudiante de la USFQ.