El número de trabajadores independientes creció más del 33% en los últimos tres años. Ganan menos y no acceden a la seguridad social.
Desde 2019 hasta mayo de 2022, el número de trabajadores autónomos o independientes creció de 1′519.656 a 2′022.983 (más del 33%), pero su situación se volvió más precaria de lo que era antes de la pandemia.
Este sector, que representa el 25% del empleo total a escala nacional, incluye profesionales como abogados y contadores al igual que técnicos como electricistas, carpinteros y vendedores.
Ruperto Avilés, contador, explicó que desde la pandemia perdió su trabajo fijo en una comercializadora. Ahora factura por ciertos trabajos con su antiguo empleador y busca completar su sueldo ofreciendo sus servicios para otros negocios.
“En la práctica, a pesar de que busco mis ‘chauchas’ por donde pueda, estoy ganando entre 15% y 20% de lo que tenía antes. La competencia es muy dura. Cada vez hay más independientes”, puntualizó.
Esto provoca una situación contradictoria. Hace tres años, con menos autónomos, la facturación total entre enero y abril llegaba a $2.649,8 millones. En el mismo periodo de 2022, la facturación no superó los $2.259 millones. En otras palabras, actualmente se mueve casi 14% menos, o el equivalente a $390,8 millones.
Reactivación desigual
Alicia Méndez, economista y emprendedora, dijo que en el sector de los autónomos se produce un fenómeno parecido al que han estado experimentando las tiendas de barrio. Es decir, un aumento de la competencia como consecuencia de la crisis; pero con pocas oportunidades reales en una economía donde la reactivación se concentra en las grandes empresas.
“La mayoría del tejido productivo, que es pequeño y micro, sigue de capa caída. En los últimos 15 años no se han tomado medidas efectivas para que mejore la productividad, el acceso a la tecnología y el crédito. La pandemia solo aceleró el deterioro”, puntualizó.
En marzo de 2020 se registraron caídas en la facturación total de los trabajadores autónomos de entre el 40% y 43% en comparación con el mismo mes de 2019 y 2018. Ese terreno perdido, que vino de la mano de micro y pequeñas empresas poco preparadas para crisis graves, ha provocado un cóctel peligroso de bajos ingresos, bajo consumo y un mercado laboral cada vez más precario. (JS)
Apenas el 23% de autónomos está afiliado al IESS
En abril de 2021, 468.804 trabajadores autónomos estaban afiliados al IESS bajo la modalidad de independientes o voluntarios. En abril de 2022, el monto se incrementó a 476.483, lo que representa que solo se sumaron 7.679 más en el último año.
Así, apenas el 23% de los más de 2 millones de este tipo de trabajadores, o un poco más de dos de cada diez, tienen la capacidad mínima para aportar mensualmente a la seguridad social.
Giovanni Flores, 28 años, comentó que sus ingresos le alcanzan con las justas para lo básico de arriendo, comida, servicios y salud, por lo que el IESS está fuera de sus posibilidades.
“Me ha tocado pedir prestado a amigos, familiares, e incluso al ‘chulco’, para hacer algunos gastos imprevistos. Me serviría mucho acceder a esos préstamos quirografarios, pero solo son beneficios para afiliados”, puntualizó.
Los trabajadores autónomos representan el 14% del total de 3’311.252 afiliados a la seguridad social hasta el 30 de abril de 2022. Los niveles de aportantes han mejorado, sobre todo con relación de dependencia en el sector privado, pero todavía no se alcanzan los niveles prepandemia. Los ingresos del IESS se proyectan menores hasta finales de 2022.
Evolución por años
Número de trabajadores autónomos |
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Año | Número | Monto facturado |
2019 | 1’519.656 | $2.649 millones |
2020 | 1’666.656 | $1.885 millones |
2021 | 1’801.227 | $2.397 millones |
2022 | 2’022.983 | $2.259 millones |