La ineficiencia del transporte público se paga del bolsillo de los más pobres

La calidad del transporte público y su costo impacta más a los que menos tienen.

El costo del transporte y su ineficiencia le cuesta el 30% de su ingreso mensual a los que menos tienen. 

Si gana $300 mensuales, solo por pasajes dentro de la ciudad se debe gastar $30. Además, la baja calidad del servicio y las demoras representan un costo adicional de $60.

Es decir, la utilización del transporte público representa una disminución del 30% del presupuesto en los segmentos con menores ingresos. Pero solo el 11% del gasto estatal en el subsidio de los combustibles llega a los tres segmentos pobres. Mientras,  los tres más ricos se benefician con el 61%.

Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), $80,2 millones del subsidio al diésel fue a los que menos tienen; mientras que $207 millones a la parte con más recursos de la sociedad.

En el caso de la gasolina extra, la diferencia fue de $2 millones a $39 millones, entre los dos extremos del ingreso en la sociedad ecuatoriana.

Compensaciones y focalización efectiva

Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Camddepe), lamentó que, luego de comenzar a desmontar el esquema de subsidios, el Gobierno de Lenín Moreno no haya focalizado el subsidio ni implementar compensaciones.

En este sentido, se debería implementar transferencias directas a los segmentos más pobres y, en conjunto con los municipios, planificar un plan efectivo para la mejora de servicio.

Además, el presidente electo, Guillermo Lasso, tendrá que sentarse con los gremios de la transportación para acordar un sistema de compensaciones, pero a cambio del cumplimiento de estándares.

“Esas compensaciones pueden incluir disminución de impuestos, devoluciones través del SRI y menores aranceles”, dijo Erazo.

Menos subida al mes

Actualmente, dentro del sistema de bandas, la gasolina extra y eco país pueden incrementarse hasta 5% cada mes, dependiendo del precio internacional de los derivados de petróleo. Por su parte, el diésel tiene un límite del 3%.

El país no tiene recursos para dar marcha atrás en el sistema que funciona desde julio 2020, pero es posible reducir las subidas mensuales.

Así, para la extra podría quedar en 3% y el diésel entre 1% y 2%. Con eso, según Erazo, se reduce el impacto en tiempo de crisis hasta que se establecen medidas de focalización y compensación.

“El argumento para esto es el mismo que declaró el ministro de Economía, Mauricio Pozo, cuando rechazó el aumento de las tasas de interés de los préstamos de vivienda del Biess”, acotó. (JS)

¿Cuánto se ha ahorrado con la eliminación de subsidios?

Ni siquiera entre las dependencias públicas se ponen de acuerdo sobre el ahorro, como consecuencia de la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles. Según el Ministerio de Energía, el monto llega a los $600 millones; mientras que el Ministro de Economía apunta a $1.000 millones.

Sin embargo, el cálculo hecho por los distribuidores de combustibles suma $300 millones entre julio 2020 y abril 2021.

Actualmente, el galón de diésel mantiene un subsidio de 67 centavos. Para la gasolina extra es de 27 centavos.

Beatriz Romero, docente e investigadora en desarrollo económico, comentó que le próximo Gobierno deberá implementar -lo más rápido posible- compensaciones directas, porque los precios internacionales de los derivados irán al alza. Por ejemplo, en Estados Unidos se han retomado los niveles de hace dos años.

Asimismo, se deberá aclarar el decreto 1054, debido a que se dice que los precios nacionales deben ir hacia precios internacionales, es decir, los aumentos no terminarían la eliminar los subsidios.