Ecuador cumple 25 años en dolarización, pero la sociedad no ha cambiado la mentalidad con la que se manejaba cuando tenía moneda propia. LA HORA detalla los cambios culturales que potenciarían la dolarización y dispararían el crecimiento económico.
Hace 25 años, Ecuador adoptó la dolarización como un sistema monetario que, más allá de estabilizar una economía en crisis, redefinió la relación entre los ciudadanos y el poder político.
Al eliminar la capacidad de los políticos de imprimir dinero, este sistema buscó blindar al país de las malas decisiones fiscales y monetarias.
Sin embargo, la dolarización, en sí misma, no garantiza el crecimiento económico sostenido.
Para aprovechar todo su potencial es esencial un cambio cultural en la sociedad ecuatoriana que permita que los ciudadanos, las familias y las empresas se conviertan en motores del desarrollo.
De acuerdo con Carlos García, economista y docente, “la sociedad ecuatoriana no hizo la transición del pensamiento del sucre al pensamiento del dólar. Es decir, no cambió de chip para entender que la dolarización solo puede desatar todo su potencial si se deja de esperar todo del Estado, si se pasa a un empoderamiento de los ciudadanos y se destierran los discursos populistas antibanqueros y antiempresarios”.
Pensar fuera de la caja para que le dolarización impulse el crecimiento
Para que un país dolarizado como Ecuador aproveche plenamente este sistema monetario y logre mayor productividad, crecimiento, generación de empleo y atracción de inversiones, es imprescindible un cambio cultural profundo. Estos son los principales cambios de mentalidad necesarios y sus impactos económicos:
1. Fomento de la cultura del ahorro
Cambio necesario: Promover el ahorro como una práctica regular en todos los niveles de la sociedad, desde los hogares hasta las empresas.
Impacto económico:
-Incrementa los fondos disponibles en el sistema financiero, lo que reduce las tasas de interés y fomenta la inversión.
-Genera estabilidad económica para enfrentar crisis externas sin depender del endeudamiento excesivo.
Impacto estimado: Incremento del 0,5% a 1% anual en el PIB.
LA HORA ha publicado recientemente una nota explicando las claves para que los ecuatorianos ahorren e inviertan más.
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Orientación hacia la productividad
Cambio necesario: Adoptar una mentalidad que priorice la eficiencia y el rendimiento en el trabajo y los negocios.
Impacto económico:
-Mejora la competitividad de las empresas locales en mercados internacionales.
-Reduce los costos de producción, haciendo que el país sea más atractivo para inversionistas extranjeros.
Impacto estimado: Incremento del 1% a 1,5% anual en el PIB.
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Educación financiera generalizada
Cambio necesario: Enseñar a la población a gestionar sus recursos de manera eficiente, invertir inteligentemente y evitar el consumo excesivo basado en crédito.
Impacto económico:
-Reduce el endeudamiento innecesario de las familias, mejorando su estabilidad financiera.
-Fomenta la inversión en activos productivos, como emprendimientos o bienes de capital.
Impacto estimado: Incremento del 0,3% a 0,7% anual en el PIB.
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Mentalidad emprendedora y flexible
Cambio necesario: Transitar de una dependencia del empleo y los beneficios entregados desde el sector público hacia la creación de negocios propios y oportunidades en el sector privado.
Impacto económico:
-Diversifica la economía, disminuyendo la vulnerabilidad ante crisis específicas de sectores tradicionales.
-Genera empleos más dinámicos y adapta la economía a las demandas globales.
Impacto estimado: Incremento del 0,8% a 1,2% anual en el PIB.
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Reducción de la dependencia del Estado
Cambio necesario: Desarrollar una cultura en la que las soluciones a los problemas económicos no dependan únicamente del Gobierno, sino de iniciativas privadas, comunitarias y personales.
A la par se debe trabajar en la eliminación de trabas burocráticas y regulatorias como una prioridad. Una sociedad que exija menos intervención estatal y más apertura al comercio e inversión atraerá capital extranjero y fomentará la competitividad, explicó García.
Otro paso importante es cambiar la narrativa negativa hacia los empresarios y banqueros. Es decir, reconocer que la generación de empleo y riqueza proviene de una colaboración efectiva entre el sector privado y la sociedad.
Impacto económico:
-Reduce el peso del gasto público, permitiendo un manejo más eficiente de los recursos fiscales.
-Fomenta la inversión privada al dar señales de estabilidad y confianza en el mercado.
Impacto estimado: Incremento del 0,5% a 1% anual en el PIB.
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Adopción de la innovación tecnológica
Cambio necesario: Promover una mentalidad que valore la adopción de nuevas tecnologías como herramientas para mejorar procesos, productos y servicios.
Impacto económico:
-Aumenta la eficiencia empresarial y reduce costos.
-Mejora la competitividad del país en sectores clave, como tecnología, agricultura y manufactura.
Impacto estimado: Incremento del 1% a 2 % anual en el PIB.
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Prioridad a la estabilidad jurídica y social
Cambio necesario: Desarrollar una mentalidad que valore el cumplimiento de las leyes y el diálogo como base para resolver conflictos.
Impacto económico:
-Mejora el clima de inversión al reducir riesgos percibidos por los inversionistas.
-Fomenta la permanencia de empresas extranjeras, generando empleo y transferencia de tecnología.
Impacto estimado: Incremento del 0,5% a 1% anual en el PIB.
Si Ecuador logra aumentar su productividad un 10% anual en sectores clave como agricultura y manufactura, podría generar exportaciones adicionales que no solo mejoren su balanza comercial, sino que también provean los dólares necesarios para mantener estable la dolarización. A su vez, una cultura de ahorro y educación financiera permitiría disminuir el endeudamiento externo y fortalecer el crecimiento interno.
Este cambio cultural es esencial para que la dolarización no solo sea un mecanismo de estabilidad, sino una herramienta para el desarrollo sostenible y la prosperidad económica.
Si todos estos cambios de mentalidad se implementan de manera efectiva y sostenida, el PIB de Ecuador podría crecer adicionalmente entre 4,6% y 8,4% anual. Este crecimiento dependerá de la capacidad del país para coordinar políticas públicas, sector privado y un cambio en la mentalidad social.
Así, si el crecimiento económico promedio de Ecuador es del 1,2% anual, aplicar estos cambios podría elevarlo hasta un rango de 5,8% a 9,6%, impulsando el empleo, reduciendo la pobreza y fortaleciendo la dolarización como sistema monetario estable. (JS)