¿Por qué el sistema de salud de la seguridad social de la Policía está en una condición precaria?

El Hospital de la Policía fue el epicentro de una balacera, hace 12 años.

Desde 2001, la población bajo el paraguas de la seguridad social policial creció más de 218%, pero una infraestructura de atención se ha quedado estancada. Actualmente, se necesitan al menos tres nuevos hospitales. 

«Si me pregunta el estado del subsistema de salud policial, yo le diría que es precario. Porque normalmente ha tenido una serie de variables estructurales que no han sido corregidas». Así, en breves palabras, Renato González, director del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol), dio la alerta sobre una realidad que puede empeorar rápidamente en los próximos años.

El Isspol atiende actualmente a una población cercana a las 180.000 personas: 51.000 asegurados en servicio activo, 21.000 servicio pasivo, 8.000 receptores de pensiones de montepío y el resto son familiares.

En salud, se cancela alrededor de 3.5 millones mensuales a los prestadores de las unidades médicas policiales, a la red pública de salud y a prestadores privados un promedio de $3 millones mensuales.

Según González, siempre van a existir deudas pendientes porque la lógica es la siguiente: Cuando se atiende a un asegurado, el prestador emite una factura. Esa factura se audita, y luego de pasar todo el proceso, se cancela. El plazo desde que se recibe la factura hasta que se cancela es de hasta 90 días.

«En nuestro caso, paulatinamente hemos incrementado la capacidad de auditoría. En 2018 se canceló solo $600.000, en 2019 se incremento a $2,4 millones, en 2020 se llegó a $10 millones y el año anterior se canceló $30 millones.  Esto se logró gracias a la contratación de alrededor de 20 auditores médicos, lo que permitió duplicar la capacidad de auditoría», dijo.

Más beneficiarios, pero la misma infraestructura

A pesar de estos avances, el principal problema estructural es que la población beneficiario ha ido incrementándose desde 2001, pero las unidades y los hospitales, es decir la infraestructura para dar el servicio, está estancada y en muchos casos en un estado muy lejos del óptimo.

En 2001, se tenían 16.000 policías activos, 4.000 pasivos y con familiares se llegaba llegaba a 50.000 personas. Para esas 50.000 personas ya existían los dos hospitales y una treintena de centros médicos. Eso era adecuado para el momento.

Del 2001 a 2004, se produce un cambio y empiezan a ingresar 4.000 policías por año. De 16.000 se pasó a 32.000 efectivos en servicio activo. Este fenómeno se repitió del 2011 a 2014 cuando aumentó de los 32.000 a 51.000 policías activos.

«Si tiene más población con menos presupuesto y menos médicos (en 2017 se dispuso que profesionales de la salud que se acojan a retiro no sean reemplazados) y la misma capacidad hospitalaria, se puede entender porque la situación es precaria», recalcó González.

A este panorama se suma el hecho de que ya se ha anunciado que van a ingresar al menos 30.000 policías más en los próximos años

» No podemos aceptar que nuevamente por tercera vez cometamos el error de recibir 120.000 personas más al sistema de salud que está casi colapsado. Eso terminaría por colapsarlo», aseveró el director del Isspol.

La solución es la construcción inmediata de por lo menos tres hospitales. Uno en el sur del país, que además sería una forma de recuperar casi $52 millones que el Gobierno de turno, entre 2010 y 2011, debitó de las cuentas de la dirección de salud, pero eran recursos del Isspol.

Un segundo hospital debería ubicarse en las provincias del centro del país. Luego de Quito, la mayor cantidad de policías vienen de Cotopaxi, Chimborazo, Tungurahua y Bolívar.

Finalmente, se vuelve cada vez más urgente la construcción de un hospital de especialidades en Quito, que reemplace al actual  que está en la Mariana de Jesús. La actual infraestructura está asentada en una zona de alto riesgo y, según valoraciones técnicas que se han hecho, no debería recibir ninguna inversión.

De la mano de todo esto, con un presupuesto de $14,6 millones, se busca repotenciar los centros médicos a nivel nacional. Asimismo,
también se apunta a un plan piloto de descongestión del hospital en Quito, que debería hacer solo atenciones en especialidades, pero el 80% de los casos son atenciones en el nivel primario. La idea del plan piloto es hacer la derivación vía telefónica para que los casos más sencillos vayan a centros de salud. (JS)

DATO.- El Gobierno ha hecho pagos continuos para reducir la deuda con el Isspol en más de 67%, pero se necesitan reformas legales y mayor infraestructura para solucionar el estado precario del sistema de salud.