Estrés laboral deja pérdidas de $1,6 millones al día en Ecuador

REALIDAD. La salud mental de los trabajadores se ha venido deteriorando
REALIDAD. La salud mental de los trabajadores se ha venido deteriorando

La disminución de productividad y gastos médicos adicionales, entre otros, representan un costo anual de alrededor de $600 millones.

Desde el 1 enero de 2022, el llamado síndrome del agotamiento profesional o estrés laboral entró a formar parte de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Antes de la pandemia, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más del 40% de los ecuatorianos tenía problemas de salud mental asociados a sus condiciones laborales.

Incidencia en la economía

Ese porcentaje se disparó al 55% en el último año debido a factores como el temor a perder el empleo, riesgo de contagio de COVID-19 al ir a la oficina, necesidad de obtener ingresos extra, horarios extendidos de trabajo, entre otros.

Dentro de los sectores de atención de salud, tanto públicos como privados, ese aumento se ha sentido con fuerza debido a la carga de trabajo y la presión psicológica relacionada con el tratamiento de pacientes con coronavirus.

En términos económicos, esta realidad provoca una caída de la productividad, en el caso de Ecuador fue de más del 25% desde el inicio de la pandemia, y por otro lado, existen gastos crecientes por temas médicos y de salud mental en empresas y hogares.

Los costos varían de acuerdo al país

Dependiendo del país, el costo anual puede estar entre el 0,5% y el 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de cada año, según estimaciones de la OIT.

En el caso de Ecuador, el impacto es del 0,6% del PIB, aproximadamente, es decir, alrededor de $600 millones anuales o más de 1,6 millones al día.

Sin control ni estrategias

Andrea Verdesoto, exempleada en una institución pública, explicó que las presiones laborales empeoraron con la pandemia, pero la situación, en el fondo, solo sacó a relucir los serios problemas mentales que tienen los trabajadores ecuatorianos.

“La salud mental no está entre las prioridades de nadie, tanto en el sector público como en el privado. Si uno quiere tratar temas como ansiedad o depresión, los costos son altos y ni siquiera los seguros privados los cubren”, dijo.

Según la OMS, el estrés crónico, relacionado al lugar de trabajo, es un problema que escala en tres estados: sentimientos de agotamiento; distanciamiento mental del trabajo, sentimientos negativos o de cinismo relacionados con las funciones que le toca hacer, y una sensación de ineficacia y falta de realización.

Yolanda Viteri, psicóloga y terapeuta laboral, puntualizó que en Ecuador ni siquiera se considera al agotamiento como una enfermedad relacionada con el trabajo; además, menos del 40% de las empresas tienen planes de ayuda y control de la salud mental de sus colaboradores.

“Es un mal negocio para todos que no se tome en cuenta la situación anímica de los trabajadores. Más de la mitad de los trabajadores que reportaron agotamiento en el último año, ya tenía problemas mentales de larga data como ansiedad o depresión”, puntualizó.

Las mujeres son las más afectadas

Uno de los segmentos más afectados son las mujeres, donde la incidencia del estrés laboral llega a superar el 60%, sobre todo en el rango entre 30 y 49 años.

“Cuando no estás bien anímicamente, todo cuesta cien veces más, y te ves envuelta en un círculo vicioso. Se debe hacer bastante trabajo preventivo y de seguimiento en las empresas. La comunicación con compañeros y jefes es indispensable para que las cosas no empeoren”, añadió Verdesoto.

El agotamiento laboral puede costarle entre $3.000 y $8.000 al año a un trabajador ecuatoriano a través de más gastos de salud, menor productividad y pérdida de ingresos.  (JS)

El país con más estrés laboral es México, con 80% de sus trabajadores afectados; le sigue China (70%) y Estados Unidos, (60%).