La salida del ministro de Energía se ve envuelta en intereses y disputas políticas

Lasso designó a Juan Carlos Bermeo como ministro de Energía el 2 de junio de 2021.
Lasso designó a Juan Carlos Bermeo como ministro de Energía el 2 de junio de 2021.

El cambio de modalidad de los contratos petroleros con empresas privadas, el portafolio de proyectos de inversión y hasta el presente y futuro de Petroecuador están detrás del complicado manejo del sector energético del país.

Aunque el Gobierno todavía no lo ha oficializado, todo apunta a que la salida de Juan Carlos Bermeo del Ministerio de Energía es un hecho. El rumor tomó fuerza ayer, 28 de abril de 2022, casi inmediatamente desde que la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea anunciara que iniciaría el proceso para que el funcionario sea llamado a juicio político, debido a que supuestamente no proporcionó información requerida.

En un primer momento, ante el aumento de los rumores, la Secretaría de la Presidencia desmintió la renuncia o cese de Bermeo. Sin embargo, entrada la noche, Orlando Pérez, exhombre fuerte de los medios públicos en la época de Rafael Correa, publicó en su cuenta de Twitter una foto con el decreto ejecutivo supuestamente listo, y ya firmado por el secretario jurídico de la Presidencia, Fabian Pozo, donde se acepta la renuncia del ministro y se posesiona como titular de la cartera de Estado a Xavier Vera Grunauer, quien actualmente es el viceministro de minas.

Para ahondar las dudas de los intereses detrás de la salida de Bermeo, se suma un Tweet del expresidente Correa dirigido al Primer Mandatario actual, Guillermo Lasso. «Presidente: Ponga un ministro patriota. No permitiremos que le regalen nuestro petróleo a las transnacionales, con el absurdo cambio de contratos».

Correa se refiere al cambio de los contratos de prestación de servicios a la modalidad de contratación. En una nota de Diario LA HORA, publicada el pasado 27 de abril de 2022, se detalló que, en medio del segundo boom petrolero, el expresidente obligó a todas las empresas privadas a firmar nuevos acuerdos bajo la figura de prestación de servicio.

Eso provocó que varias firmas presentes en el sector petrolero ecuatoriano se negarán y demandaran al país. Esas demandas han representado pérdidas millonarios. Además, las condiciones impuestas provocaron otras pérdidas, de más de $4.000 millones, porque la producción de las empresas privadas cayó.

Desde colegios profesionales como el de ingenieros en minas y petróleos, se han hecho estudios sobre los perjuicios del manejo petrolero durante la época correísta. Fernando Reyes, vicepresidente de esa institución, ha reclamado por el continuo deterioro de la renta petrolera y el mal negocio de las tarifas fijas dentro de los contratos firmados por Correa.

Ayer mismo, el expresidente re tuiteó un post de Ricardo Ulcuango, actual asambleísta nacional por Unión por la Esperanza (UNES), en donde haciendo referencia a la nota de LA HORA se dice: «Continúa la campaña sucia para «inclinar» la opinión a favor del gobierno. ¡ESTÁN PERDIDOS! Los ecuatorianos saben el por qué de la desesperación para cambiar a los contratos anteriores. Quieren ATRACAR al Estado y empobrecer al pueblo».

Bermeo, quien asumió asumió las riendas del Ministerio de Energía el 2 de junio de 2021, había anunciado que 23 empresas petroleras ya habían mostrado interés en cambiar sus contratos a la modalidad de participación.

Otro punto que queda pendiente, y será un reto para el reemplazante de Bermeo, es el futuro del portafolio de inversiones por $19.000 millones.  Entre los proyectos de inversión que intenta promover el Gobierno de Lasso están la licitación de seis campos petroleros de la Ronda Intracampos II, que debía lanzarse en el primer semestre de 2022.

También se había anunciado que se licitaría el campo gasífero Amistad, ubicado en el Golfo de Guayaquil; y se persistiría en concretar el paso a administración privada (concesión) de la refinería de Esmeraldas.

Además, también hay todavía mucha tela por cortar en el tema de cómo se va a transparentar el manejo del área de comercio internacional en Petroecuador, donde se han suscitado muchos de los mayores casos de corrupción en los anteriores Gobierno de Correa y Moreno.

Fermín Salazar, ingeniero en petróleos y ex empleado de Petroecuador, comentó que esa área es fundamental y hay muchos intereses detrás de su control. » Se han hecho avances como la venta de crudo ecuatoriano directamente a refinadoras y no a intermediarios, con el fin de reducir el castigo. Sin embargo, todavía quedan muchos cabos sueltos sobre el presente y futuro de la petrolera estatal como el establecimiento de la nómina óptima luego de la fusión con Petroamazonas o se si se persistirá en convertirla en una empresa por acciones», concluyó.

Finalmente, el sucesor de Bermeo también tiene la responsabilidad de concretar los objetivos del Gobierno de Lasso de aumentar, en todo lo posible, la producción diaria de barriles de crudo. Actualmente, esa producción fluctúa entre los 495.000 y 498.000 barriles; pero se espera un gran aporte del campo Ishpingo, en el ITT, cuyo primer pozo en la plataforma A comenzó a operar el pasado 13 de abril de 2022. (JS)