El nivel actual del índice refleja el deterioro de las proyecciones económicas del Ecuador que se disparó con el paro violento de junio de 2022. Es el mayor nivel de los últimos dos años y encarece el crédito interno.
En el último día, el riesgo país, que mide la percepción de los mercados internacionales sobre la capacidad de una economía de pagar sus deudas y obligaciones, aumentó 117 puntos en el caso de Ecuador. Con eso, la economía ecuatoriana sumó un total de 1.726 puntos.
Ese total es incluso mayor del alcanzado durante los días más grises del violento paro indígena de junio de 2022. Sin embargo, una de las razones de que el riesgo país se haya disparado tanto a finales de septiembre de 2022 es que se percibe que el Gobierno de Guillermo Laso está haciendo concesiones inconvenientes en temas de más gasto público, freno a las actividades petroleras y mineras; e incluso en áreas tan sensibles como el manejo de la educación intercultural bilingüe y la impunidad judicial de los vándalos durante las protestas.
En otras palabras, la percepción es que las autoridades ecuatorianas no tienen real control de la mayoría de las áreas políticas y económicas del país, lo que significa que ni las reformas estructurales ni el manejo fiscal ordenado están garantizados.
Además, como reportó Diario La Hora, existen al menos tres razones de fondo para dudar de que el Gobierno de Lasso pueda firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2023; incluso se duda que se pueda terminar con éxito, hasta diciembre 2022, el actual convenio de financiamiento.
Para el próximo año, se proyecta un Ecuador con escasas posibilidades de conseguir deuda barata; y en medio de los malos resultados de su política de inversiones petroleras, podría verse abocado a salir a emitir bonos para levantar nuevo endeudamiento. El problema es que las tasas de interés son prohibitivas, de entre más de 17% y más de 23%.
Así, se configura un escenario en donde la escasez de recursos para cerrar el presupuesto se puede profundizar, a pesar de los esfuerzos del actual Gobierno. Esto se añade a que se prevé menores ingresos por un menor precio del petróleo, las dificultades para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), entre otros factores.
Luego del pico de 1.600 puntos alcanzado luego del paro de junio de 2022, se debe remitir a enero de 2021 para registrar, en medio de la incertidumbre de las últimas elecciones presidenciales, otro pico de más de 1.200 puntos en el riesgo país.
En última instancia, un mayor costo para el endeudamiento del Estado tiene un impacto directo en el costo del endeudamiento para personas y empresas en el país. Las tasas de interés internas, que estuvieron a la baja durante el primer año de Lasso, ahora por la crisis mundial y local se han comenzado a encarecer. Esto, según Natalia Rivas, economista, de la mano con el aumento del riesgo país, esta situación complica aún más la generación de empleo e inversión para una economía ecuatoriana que ha estado con bajos niveles de crecimiento y desarrollo desde 2015. (JS)
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