El riesgo país ha bajado más de 800 puntos desde su pico máximo de 2022

Lasso y la directora del FMI, Kristalina Georgieva, tuvieron una reunión muy cordial en el reciente Foro de Davos

El paro violento de junio, el bloqueo político y las mesas de diálogo con el movimiento indígena dispararon el riesgo país a más de 1.900 puntos. Sin embargo, ese indicador actualmente está en 1.074 puntos. La pregunta es qué hizo bien el Gobierno de Lasso.

En medio de las pérdidas económicas directas del paro violento de junio , que según el Banco Central superaron los $1.000 millones en solo 18 días; el bloqueo político en la Asamblea; y los primeros resultados de las mesas de diálogo con el movimiento indígena, el riesgo país llegó a un pico máximo de 1.945 puntos durante el segundo semestre de 2022.

En ese momento, analistas, expertos, políticos, e incluso empresarios, auguraban lo peor para la economía ecuatoriana; y a pesar de haberse salvado de un intento de destitución, se veía a Lasso como un presidente débil, ahogado por las circunstancias y sin herramientas para remontar la crisis. El llamado efecto Iza había anulado por completo el efecto provocado en abril de 2021 cuando Lasso era anunciado como presidente electo del Ecuador.

Los pronósticos apuntaban a que el riesgo país superaría los 2.000 puntos al cierre de 2022. Sin embargo, ese indicador, que mide la posibilidad de que un país deje de pagar sus deudas e incumpla sus compromisos económicos, comenzó a bajar con fuerza en el último tramo de 2022 y ha continuado por esa misma línea en lo que va de enero de 2023 hasta los 1.074 puntos.

Es decir, aunque en el Ecuador parece ser que hay una opinión mayoritaria de que el Gobierno es un fracaso, a nivel internacional se recibe un espaldarazo a través de una caída de 871 puntos.

En este contexto, la principal pregunta es que ha hecho bien Lasso, y su equipo económico comandado por Pablo Arosemena.

De la mano del FMI

En el momento más álgido de la escalada del riesgo país durante 2022, el ministro Arosemena viajó a Estados Unidos para entrevistarse con técnicos y directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI); de otros multilaterales, e inclusive banca de inversión.

El objetivo era dar información de primera mano de lo que estaba pasando en el país; transmitir un mensaje de tranquilidad y de que los objetivos de reducir la deuda pública y el déficit fiscal seguían siendo un norte inamovible del Gobierno de Lasso; a pesar de las presiones para que se vuelva al manejo populista y derrochador de la economía.

Ramiro Costa, ex consultor de organismos multilaterales y conocedor del manejo de la banca internacional de inversiones, explicó que la economía ecuatoriana, desde mediados de 2021, sin  tener un desempeño estelar o espectacular, sí ha registrado avances en temas como empleo, pobreza y capacidad de pago a los acreedores.

» Ecuador es un país que venía en caída desde finales de 2014. Que se haya crecido a más del 4% en 2021 y en alrededor de 3% durante 2022, si es valorado positivamente internacionalmente. El mayor pasivo del Ecuador es histórico y político. Es uno de los países de la región que más ha caído en impago de sus deudas en los últimos 50 años y tiene una clase política impredecible», puntualizó.

El mayor mérito del Gobierno de Lasso fue renegociar constantemente el acuerdo con el FMI, y aprovechar la flexibilidad que ahora tiene ese multilateral, para revisar ciertas metas y cerrar, por primera vez en muchos años, un programa de financiamiento de manera exitosa. 

Para los técnicos de JP Morgan, que es la banca de inversión que calcula del riesgo país, a corto plazo, es decir, hasta el término del periodo presidencial de Lasso en 2025, existe una posibilidad baja de que se incumplan pagos de la deuda y, además, se valora que las principales proyecciones apuntan a que, en medio de una recesión mundial, Ecuador podría crecer entre 2.7% y 3,1% durante 2023.

La media de crecimiento de la región está entre el 1,4$ y 1,7%, y existen países como Chile donde se proyecta una caída de entre -1% y -2% en el PIB durante este año.

» Es cierto que Ecuador necesita crecer a mayores tasas y que persisten problemas estructurales no resueltos en el mercado laboral, la productividad, e incluso la corrupción pública; pero el Gobierno de Lasso se ve como confiable e incluso serio a nivel internacional», puntualizó Costa.

Pero, el riesgo país del Ecuador sigue siendo uno de los más altos de América Latina, solo por debajo de los de Venezuela, Argentina y El Salvador, porque, entre otras cosas, está en el horizonte el año 2026, en donde se comienzan a vencer los bonos de deuda externa renegociados por Lenín Moreno y se acumulan muchos pagos.

El mayor temor es que el manejo responsable de Lasso se acabe en 2025 y que el péndulo político lleve al poder a un Gobierno populista y gastador que incluso declare gran parte de la deuda externa, y los acuerdos comerciales firmados por Lasso, como ilegítimos o ilegales. (JS)