Una de las metas del Gobierno es renegociar el acuerdo con el FMI.
Al igual que en 1999, el país necesita medidas urgentes para comenzar a reactivar la economía, evitar más desequilibrios en la caja fiscal y atraer inversiones. La recuperación a niveles prepandemia tomará, al menos, cuatro años; esto siempre y cuando se tenga un rumbo claro.
En esta ocasión el punto débil no es el sistema financiero, que se muestra sólido, sino un aparato productivo con miles de cierres en el pasivo y bajos niveles de empleo; estos disparan, como hace más de 20 años, la migración.
Ante ese panorama, el Gobierno tiene en el horizonte inmediato, es decir, hasta finales de 2021, que pasar del discurso a las acciones, con el fin de concretar su plan económico. En ese camino, hay cuatro temas en la primera línea de resolución.
Foto: Fredy Constante/Presidencia de la República
- Presupuesto revisado para 2021
Ayer, 22 de agosto 2021, el ministro de Economía, Simón Cueva, envió a la Asamblea el presupuesto revisado para lo que queda de este año. En esa revisión, se debe comenzar a plasmar la nueva política del Gobierno y sus prioridades
Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal, explicó que se necesitan cambios para que la propuesta sea creíble, genere confianza y los agentes económicos vean que se camina por la dirección correcta.
Hasta la fecha, se ha trabajado con el presupuesto prorrogado de 2020, debido a que este año fue electoral; pero según Carrera, hay problemas como la sobrestimación de ingresos petroleros y tributarios. “Se deben comenzar a incorporar las metas que se suscriban en el acuerdo con el FMI”, dijo.
De acuerdo con el Ministerio de Economía, hoy (23 de agosto), se darán más detalles sobre los principales pilares del presupuesto revisado.
Cueva dijo que uno de los objetivos del Gobierno es priorizar el gasto, lo que implica que se destinen más recursos a sectores como salud, educación y seguridad; y que, en cambio, se reduzcan en otros donde el sector privado puede asumir responsabilidades.
- Renegociación del acuerdo con el FMI
Hasta finales de agosto de 2021 terminará la revisión de la economía ecuatoriana por parte de una misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa es la base para establecer una renegociación, o nuevos términos, para el acuerdo entre el multilateral y Ecuador vigente desde octubre de 2020.
El presidente Guillermo Lasso ha repetido en varias ocasiones que se busca reducir la velocidad y aumentar el plazo del ajuste fiscal. La meta es no ahogar la naciente reactivación con medidas demasiado duras desde el Estado.
Así, la fórmula sería una “austeridad light”, en donde la reducción de alrededor de $3.000 millones en el gasto no se concrete hasta 2022, sino hasta por lo menos 2025.
A cambio, el Gobierno pone sobre la mesa las reformas que ya están en proceso en sectores, como petróleo, minería e industrias, con el propósito de incentivar la inversión privada.
De un nuevo entendimiento con el FMI depende de que en septiembre lleguen desembolsos por $800 millones; y hasta fin de año, otros $700 millones más. Además, también están atados al entendimiento créditos de otros multilaterales por más de $3.500 millones.
Foto: Bolívar Parra/Presidencia de la República
- Presupuesto para 2022
Hasta el 30 de septiembre de 2021, se debe enviar el presupuesto 2022 a la Asamblea. Debe reflejar el impacto de las medidas finalmente acordadas con el FMI. Además de la reforma tributaria ofrecida desde el 24 de mayo.
La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, aseguró la semana pasada que esos dos temas deben entregarse al mismo tiempo a los legisladores. Por eso, se espera que la próxima semana se inicie un proceso de diálogo para generar consensos con varios sectores políticos, sociales y académicos.
Según Carrera, uno de los mayores retos es que la sociedad entienda la verdadera dimensión de la crisis fiscal. “Los ingresos totales de $17.500 millones no cubren los egresos por más de $22.000 millones. El déficit para 2021 es de, al menos, $4.500 millones”, puntualizó.
Por su parte, Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, recalcó que el ajuste fiscal debe tener objetivos claros y no ejecutarse de manera indiscriminada.
En el anterior Gobierno, se redujeron recursos a todos, sin priorizar nada, con el resultado de afectar a sectores sensibles como educación y salud, sostiene.
4. Reforma tributaria
En el caso de la reforma tributaria, Lasso ha asegurado que no es viable una subida de impuestos en el corto plazo, por lo que se puede acordar con el FMI que se aplacen esas medidas para 2023 o 2024.
Mientras tanto, la opción es reducir las exenciones fiscales y la evasión. Además, se puede optar por un impuesto a los grandes patrimonios, como afirma Napoleón Santamaría, abogado tributarista. (JS)