Residentes de Galápagos denuncian envenenamiento de perros en la Isla Santa Cruz

En la Isla Santa Cruz (Galápagos), denuncian que perros son envenenados; sus habitantes buscan concienciar sobre el cuidado y protección de la fauna urbana. (Foto cortesía).

En lo que va de 2024, más de 100 perritos han sido envenenados, según denuncia un grupo de residentes de la Isla Santa Cruz. El maltrato a los animales es un delito, y es sancionado de acuerdo con el artículo 250.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

En las Islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad, donde la vida se manifiesta en su forma más pura con un ecosistema único que protege especies que no existen en otros lugares del mundo, se prendieron las alertas tras una denuncia de un grupo de residentes de la Isla Santa Cruz: mascotas de compañía han sido envenenadas.

En lo que va de 2024, más de 100 perritos han sido envenenados, reseñó una habitante de la Isla, que pidió mantener su nombre en reserva, tras calificar al hecho como como «una muerte cruel y perversa». El maltrato y envenenamiento a los animales es un delito.

El artículo 250.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) en el apartado sobre “Muerte a animal que forma parte del ámbito de la fauna urbana”, señala que, la persona que mate a un animal que forma parte de la fauna urbana será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a un año.

Si la muerte se produce como resultado de actos de crueldad será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.

Se impondrá el máximo de la pena si concurre alguna de las siguientes circunstancias:

  1. Actuando con ensañamiento contra el animal.
  2. Suministrando alimentos componentes dañinos o sustancias tóxicas.
  3. Si el animal es cachorro
  4. Cuando la infracción sea cometida por el dueño o tenedor del animal o por quien esté a su cuidado temporal o permanente.

Además, en la Ordenanza Municipal de la Isla Santa Cruz establece normas para la protección de la fauna urbana y la preservación de la vida animal en el Archipiélago.

Por ejemplo, el artículo 1, señala que el objeto de la ordenanza, es la protección, defensa, regulación control y convivencia responsable con la fauna urbana, garantizando los derechos de los animales y los principios de bienestar animal en la tutoría, transporte, y eutanasia, promoviendo la convivencia armónica, evitando el maltrato, la crueldad, el sufrimiento, salvaguardando la salud y la seguridad pública; el equilibrio de los ecosistemas urbanos, contribuyendo así a la protección de las especies silvestres endémicas y nativas de las Islas.

El artículo 5, numeral 4 pide prevenir toda forma de maltrato y actos de crueldad hacia los animales, evitándoles sufrimientos.

El artículo 7, literal o) reconoce a los animales como seres capaces de sentir sensaciones físicas, sicológicas y emocionales, considerando su individualidad y también su reconocimiento como sujetos de derechos.

En un comunicado de prensa del 18 de septiembre, los habitantes de la Isla apuntaron que en el área protegida del sector “Media Luna”, se hallaron pedazos de carne envenenada en los senderos de este sitio de visita, poniendo, incluso en riesgo a las tortugas gigantes, aves, fuente de agua y seres humanos.

Estos restos, según conocieron extraoficialmente, irían dirigidos hacia perros de cacería que se utilizan en la isla para la erradicación de las cabras. Pero que, tras escaparse, habrían causado la muerte de petreles y aves marinas endémicas de las Galápagos, según indicaron también en el comunicado.

De igual manera, en un video difundido a inicios de octubre, los habitantes de las Galápagos se posicionaron en contra del uso de los perros de cacería e indicaron que para controlar su sobrepoblación y el daño que puedan causar en áreas protegidas se deben buscar otras alternativas como campañas de esterilización a gran escala, la promoción de adopciones locales, nacionales e internacionales, o buscar nuevas técnicas y tecnologías que no involucren el uso de perros para la cacería de chivos en las áreas protegidas del Parque Nacional Galápagos.

Versión del ministerio de Ambiente

El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, en un comunicado emitido el 18 de septiembre, indicó que, debido al “alto valor ecológico” de este sector, que alberga una de las colonias de petreles más grandes del archipiélago, se implementan estrictas acciones de control de especies introducidas.

“La colonia de petreles está ubicada a 100 metros del sitio de visita más cercano y no forma parte de las áreas de acceso turístico”, indicó el Ministerio, que añadió que “en el sitio de visita, que también es un área protegida, está prohibido el ingreso de mascotas, como perros”. (SC)

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