El dinero de los migrantes tiene efectos positivos para las finanzas de los hogares e incluso el nivel de liquidez en toda la economía.
En 2021, los migrantes latinoamericanos enviaron alrededor de $126.000 millones a sus países de origen. De ese total, $4.000 millones llegaron a Ecuador.
Las proyecciones más optimistas apuntaban a $3.600 millones para el año pasado, pero la inyección de liquidez de los ecuatorianos en el exterior superó todo lo previsto.
El gerente del Banco Central, Guillermo Avellan, reconoció que esas remesas constituyeron uno de los tres pilares del crecimiento económico en 2021, junto al mejoramiento de los niveles de empleo adecuado y el incremento del crédito a través de bancos y cooperativas.
Yolanda Trujillo, vendedora y jefa de hogar, explicó que parte de las remesas que le llegaron de su esposo en Estados Unidos le ayudaron a completar la inversión inicial para poner una tienda durante el año pasado.
“Fue una gran ayuda porque todavía no recuperé los ingresos que tenía antes de la pandemia”, dijo.
Ecuador es el octavo país en recibir remesas
Nuevamente, tanto a escala regional como local, el dinero de los migrantes superó al monto de la Inversión Extranjera Directa (IED). Y, en el caso ecuatoriano, cubrió en parte el espacio dejado por los Gobiernos de turno y su escasa cantidad de recursos disponibles para implementar masivos programas de ayuda directa tanto a ciudadanos como empresas.
En América Latina, México es el país que más remesas recibió en 2021, con un monto total de $52.700 millones; mientras Ecuador se ubicó en el octavo lugar, con un impacto equivalente al 4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Según el último reporte de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), el nivel de depósitos en el sistema financiero creció en más de $4.100 millones en el último año. Uno de los factores que impulsaron esta realidad fueron precisamente las remesas.
Además, esos mayores depósitos permitieron que los bancos entregarán 12% más créditos.
Para entender de mejor manera los efectos positivos de las remesas, a continuación, se desmontan mitos alrededor de ellas:

Las remesas no reducen la pobreza
Un mito común en torno al dinero que llega de los migrantes es que no contribuye a reducir la pobreza y desigualdad. Sin embargo, ese dinero ha impedido un mayor deterioro económico y social porque llegan a familias de clase media o con menores condiciones de vida.
De acuerdo con un estudio del Banco Mundial (BM), la pobreza habría aumentado entre 2% y 3% más sin el dinero de los ecuatorianos en el exterior. En otras palabras, el actual porcentaje de 32,2% de pobres podría haber escalado hasta más del 35%.
Asimismo, las remesas han sido importantes para reducir la brecha en el acceso a servicios básicos porque, en una gran proporción, van a financiar gastos familiares en salud y educación.
Las remesas generan dependencia en los que las reciben
El mito plantea que las remesas generan dependencia porque las familias se acostumbran a recibir y no quieren seguir trabajando. Sin embargo, estudios de al menos tres organismos multilaterales demuestran que, no solo amplían las posibilidades de los niños de ir a las escuelas; sino también las opciones de emprendimiento de las mujeres que son jefas de hogar.
En términos regionales, el dinero de los migrantes impulsó un crecimiento del 30% en el gasto de los hogares beneficiados para fines como educación y nuevos negocios.
Las remesas son el único beneficio de la migración
Existe el mito de que los beneficios de la migración para el país de origen solo se contabilizan en remesas. En realidad, también hay otros efectos positivos como la transferencia de conocimiento y habilidades; la creación de mercados para productos nacionales en el exterior; impulso a la inversión, entre otros.
Además, aunque no es lo ideal, se convierte en una válvula de escape para economías como la ecuatoriana, que no ofrece oportunidades laborales adecuadas a la mayoría de su población.
Actualmente, un poco más de 5,6 millones de ecuatorianos están entre el subempleo (más otras labores precarias) y el desempleo. Sin esas remesas, y su efecto multiplicador en el consumo de los hogares, ese nivel de informalidad y falta de trabajo podría haber aumentado en un 2%.
Lo cuestionable del fenómeno de la migración es que mafias locales e internacionales se aprovechan de la necesidad para establecer redes de tráfico ilegal. En 2021, alrededor de 71.000 inmigrantes ilegales ecuatorianos fueron detenidos en la frontera con Estados Unidos. (JS)
Con respecto a 2020, el monto total de remesas creció en $700 millones.