La política gubernamental debe dirigirse a ampliar su campo de acción a escala internacional

AUTORIDAD. El presidente de la República, Guillermo Lasso, felicitó a Luiz Inácio Lula da Silva por su triunfo en Brasil.
AUTORIDAD. El presidente de la República, Guillermo Lasso, felicitó a Luiz Inácio Lula da Silva por su triunfo en Brasil.

Se debe profundizar en las negociaciones con países europeos con miras a suscribir acuerdos comerciales.

Aunque el triunfo de Luis Inacio Lula da Silva, en las elecciones presidenciales de Brasil del domingo 30 de octubre de 2022, fueron “ajustadas”, las ideologías de izquierda (como parte del socialismo del Siglo 21), han vuelto a tomar el poder en la mayoría de América Latina.

Particularmente, el sociólogo Simón Ordóñez, se refirió a las cuatro economías más fuertes o catalogadas como “potencias” en la región (Brasil, Colombia, Argentina, Chile y México). A su criterio, esto reconfigura un “panorama grave” para América Latina, y para países con tendencia liberal y economías pequeñas como Ecuador, Uruguay, y Paraguay “que se van quedando solas”.

¿Cuál es el riesgo para el Ecuador?  Parte del análisis de Simón Ordóñez apunta a que el gobierno del presidente de la República, Guillermo Lasso, no ha tenido un buen desempeño y “ha sido bastante errático en su política económica, a pesar de que esa fue la base de su propuesta de campaña y con la que ganó en las urnas”. Cedió, incluso, a las exigencias de un movimiento indígena alineado con la ultra izquierda, y claudicó, señaló.

Opinó que, a partir de este momento, la política gubernamental debería ir dirigida a ampliar su campo de acción a escala internacional, y empezar a profundizar en las negociaciones con países europeos con miras a suscribir tratados de libre comercio para “evitar un posible aislamiento”.

‘Delincuencia transnacional’

Fernando Villavicencio, uno de los aliados del Gobierno en la Asamblea Nacional, señaló que, si la administración  de Lasso no ejerce una voluntad política contra el crimen organizado y contra la corrupción, lo que se puede ver en el Ecuador es que hoy el crimen organizado que tiene como “filo” al narcotráfico, es que están unidos con otras estructuras de corrupción del sistema público (en la región).

Afirmó que el presidente electo de Brasil fue considerado “líder de la estructura criminal de Odebrecht, que saltó de la cárcel a la presidencia de la República”.

Villavicencio no cree que en la región se están reagrupando gobiernos de izquierda. Señaló que, por el contrario, forman parte de una estructura de delincuencia organizada transnacional liderada por el Foro de Sao Paulo.

“Yo no puedo entender que el Gobierno del expresidente Rafael Correa haya tenido una ideología de izquierda, ni que el Gobierno de Gustavo Petro, de Colombia, sea una administración de izquierda si incluso ha llegado a liberar los precios de los combustibles”.

Tampoco es un Gobierno de izquierda el de Daniel Ortega en Nicaragua, que reprime a la Iglesia y perjudica a los sectores más vulnerables, sea de izquierda. “La crisis del continente es tan grande que le hace añicos con todas formas de ideología; la delincuencia está por encima de la izquierda y la derecha. Lo que en la región se vivió y se vive, son gobiernos mafiosos que toman el nombre de la izquierda y la derecha”.

Se refuerzan políticas autoritarias

Carmen Salazar, catedrática de comunicación política, coincidió con Villavicencio en que  los  países con tendencia al autoritarismo  se refuerzan “totalmente”  no solo con el triunfo de Lula;  sino con Petro, en Colombia; o  con el continuismo de Nicolás Maduro, en Venezuela,  y de Daniel Ortega, en Nicaragua.

Por ello, recomendó al Gobierno de Lasso tratar de implementar nuevas políticas en términos económicos y mostrar a la región que sí es posible que los países se desarrollen  sobre la base de políticas de mercado que permitan liberalizar las economías.

La vuelta del progresismo

La lectura de Giussepe Cabrera -master en análisis político de la universidad Complutense de Madrid- de lo que ocurre con la reconfiguración en la región, es que esta segunda nueva ola progresista o el triunfo de los movimientos de izquierda y que empezó con Hugo Chávez, en el año 2000, es distinta a lo que ocurre en la actualidad.

No cree que esta reagrupación lleve a un proceso de integración latinoamericana que, durante el Gobierno venezolano, desembocó en la creación de la Unasur o la Celac.

En este momento, cada país participa desde su lógica para preservar los intereses de su nación, como Chile, o Brasil, que tiene como prioridad el interés nacional.

En este caso, el papel del Ecuador debe ser fortalecer las negociaciones de cara a una Alianza del Pacífico, pero sin ideologizar las relaciones bilaterales. (SC)

‘El sentido común está tomado por la izquierda’

Simón Ordóñez, enfatizó que, a pesar de que, en los últimos años, los países de América Latina lograron librarse de lo que fueron los gobiernos del socialismo del Siglo 21, ahora están de regreso.

Esto habla -dijo- de la “tremenda fuerza” que tienen estos sectores cuyos pilares se fundamentan en que han logrado tomar el mundo de la cultura y la educación, a escala de casi toda Latinoamérica desde hace muchos años.

“El sentido común de la gente está tomado por la izquierda; allí está la fuerza que tienen las políticas populistas, y por otro lado, la tibieza y la cobardía de los gobiernos de derecha que han sido bastante tímidos y se han dejado acobardar por los movimientos sociales”, afirmó.

Países como México están en la búsqueda de acuerdos de libre comercio que favorezcan su economía.