La renuncia de Rebeca Illescas al Viceministerio de Minas deja una vacante clave en un sector estratégico para Ecuador. Su salida coincide con reformas en trámite y proyectos en marcha, mientras el Gobierno busca garantizar estabilidad y atraer inversión minera.
La abogada Rebeca Illescas presentó su renuncia como viceministra de Minas este viernes 25 de abril de 2025, según consta en el memorando oficial MEM-VM-2025-0080-ME. Su salida se da en un momento clave para el sector minero ecuatoriano, con proyectos estratégicos avanzando, reformas en trámite y expectativas de inversión en alza tras la reelección de Daniel Noboa.
“Enfrentamos el enorme desafío de ordenar un sector históricamente rezagado, desinstitucionalizado y marcado por la incertidumbre. Lo hicimos con responsabilidad, convicción técnica y visión política”, escribió Illescas en su carta de renuncia
Illescas destacó los avances logrados durante su gestión, como la revisión del 80% del catastro minero, la reactivación del crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y reformas para fortalecer la trazabilidad, control y transparencia en los distintos regímenes mineros.
Una vacante clave en un momento estratégico para el sector minero
La salida de Illescas plantea un nuevo reto para el Ejecutivo: encontrar un reemplazo que garantice continuidad técnica en un sector que proyecta ser uno de los motores del crecimiento económico del país. La Cámara de Minería del Ecuador ha sido enfática: la minería no puede seguir siendo una plataforma política, sino una vía concreta para atraer inversión, generar empleo y dinamizar las economías regionales.
Según Carolina Orozco, presidenta del Directorio de la Cámara, durante una reciente entrevista con LA HORA, hay al menos tres leyes clave que deben tratarse con urgencia en la Asamblea Nacional: la Ley de Recursos Hídricos, la Ley de Consulta Previa, y la reforma a la Ley de Minería. Estas normativas buscan agilizar trámites, fortalecer la seguridad jurídica y mejorar la distribución de los beneficios generados por la actividad minera.
Proyectos en marcha y expectativas de crecimiento
En paralelo, varios proyectos avanzan a ritmo acelerado:
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El Domo (Bolívar): en fase de construcción, con una inversión de $300 millones y alrededor de 1.500 empleos entre directos e indirectos.
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La Plata (Cotopaxi): cerca de obtener su licencia ambiental para iniciar obras este año.
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Loma Larga (Azuay): en espera de resoluciones finales para comenzar la etapa constructiva.
A mediano plazo, proyectos de gran escala como
Cangrejos (oro, en El Oro) y Cascabel (cobre, en Imbabura) podrían transformar el mapa económico del país. Cascabel, incluso, figura entre los depósitos de cobre más importantes de América Latina.
Un reemplazo en el viceministerio de Minas que piense en el futuro
“Necesitamos pensar más en el futuro. La geología no es solo pasado”, escribió Illescas en la conclusión de su carta de renuncia. Quien asuma el Viceministerio deberá consolidar estos avances y enfrentar desafíos como la apertura responsable del catastro minero, la lucha contra la extracción ilegal, y la construcción de confianza entre el Estado, las comunidades y las empresas.
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En un país donde el 70% de la población vive entre el desempleo o la informalidad, el futuro del sector minero es mucho más que un tema técnico: es una oportunidad concreta de desarrollo.
El Gobierno de Daniel Noboa tendrá que actuar con rapidez para encontrar un relevo que no solo continúe el trabajo técnico, sino que también asegure que la minería legal y responsable sea vista como una opción real de desarrollo. (JS)