Alcaldía ofrece informe para conocer a los responsables del hundimiento en Solanda

Desde los años 70’s, en Solanda las casas se construyen pegadas unas con otras.
Desde los años 70’s, en Solanda las casas se construyen pegadas unas con otras.

Desde hace cuatros años los moradores denuncian al Metro como causante de la afectación. El Municipio, encabezado por Santiago Guarderas, lo niega.

Seis meses deberán esperar los moradores de Solanda (sur de Quito) para conocer el resultado de un estudio para definir a los responsables de que las viviendas de ese sector se hundan, estén fisuradas o inundadas.

 Una agonía sin responsables

Solanda es uno de los barrios más populares de la capital. Se estima que 130.000 personas viven ahí. Sus moradores detallan que desde julio de 2017, con la construcción de la parada Solanda del Metro de Quito, más de 200 casas se hunden.

Es el caso de Jaime Moreta cuya casa, dice, se podría caer en cualquier momento, pero no la deja porque no tiene a dónde ir y porque –como sus otros vecinos sostienen- las casas tienen más de 30 años y no fue hasta la construcción de la obra más emblemática de la ciudad que empezaron las afectaciones.

‘Casas presentaban problemas’

Pero Efraín Bastidas, gerente de la Empresa Metro de Quito, dice que no, que las causas son otras. Bastidas detalló que previo a la construcción de la Primera Línea del Metro de Quito en Solanda, el consorcio constructor Línea 1 realizó un inventario notarial del estado de las casas.

Durante una rueda de prensa, el 7 de enero de 2022, Bastidas resaltó que entre 2016 y 2017 se levantaron fichas técnicas de 58 casas y edificaciones ubicadas dentro de la franja técnica de 40 metros a cada lado del eje del trazado de la primera línea y se determinó que tenían fisuras y grietas.

Los moradores que estaban en ese momento reclamaron al Gerente diciéndole: “¿Por qué no presenta esos documentos?” y que “no hay firma de responsabilidad”.

Afirmaron que viven en constante agonía, sin saber cuándo sus casas “se les van a caer encima”.

Fernando Chamba, representante del barrio de Solanda, reprochó que han pasado, al menos tres gestiones en el Municipio, y ninguna les ha dado alguna solución.

“Si el estudio previo que realizaron determinó que las viviendas tenían fallas entonces por qué decidieron construir el Metro en ese sector, es negligencia de ellos”, enfatizó.

Mientras más pasa el tiempo, más se deterioran las propiedades, aseguran los vecinos. Por ejemplo, Hugo P.  dice que entre 2018 y 2019 las grietas de sus paredes eran de tres centímetros, ahora ya son de siete. También detalla que, al menos, 43 moradores han tenido que abandonar sus casas por miedo a que se derrumben. Mientras que otros han hecho préstamos de hasta $30.000 para arreglos, aunque las grietas han vuelto.

EXPLICACIÓN. La empresa Metro de Quito dice que no hay informes concluyentes de que la construcción haya causado los daños.
EXPLICACIÓN. La empresa Metro de Quito dice que no hay informes concluyentes de que la construcción haya causado los daños.

Un cúmulo de detonantes

El urbanista Daniel Echeverría dice que hay más de un detonante para lo que pasa en Solanda. Reconoce que –como pasa en todo el país– los asentamientos en zonas de riesgo se hacen desde hace décadas. “Y se continúan haciendo”.

Pero resalta que no es prudente “que se intente retirar la responsabilidad a construcción del Metro”. Agrega que después de todos estos años, las autoridades ya debieron determinar el porcentaje de responsabilidad de la obra y plantear soluciones inmediatas.

Echeverría destaca que los estudios de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y la Universidad Central detallan que hay más de un factor que influye en el deterioro de estas casas:

  1. El paso de vehículos pesados usados por la empresa contratista del Metro
  2. Nivel freático (humedad) del suelo
  3. Las viviendas tienen más de cuatro pisos (deberían ser mínimo tres).
  4. Problemas en el sistema de alcantarillado y agua potable.
  5. Drenaje de agua del subsuelo de Solanda para la construcción del Metro.

Promesas sin estudios

Durante su gestión, el exalcalde Jorge Yunda dijo que había $3 millones para ayudar a los moradores de Solanda. Yunda sí había confirmado que las obras del Metro tuvieron injerencia con los daños en Solanda.

Bastidas, gerente de la gestión de Santiago Guarderas, calificó lo de Yunda como ofrecimientos sin sustento técnico, ni jurídico.

“El alcalde (Jorge) Yunda en su tiempo ofreció que se iba a destinar dinero de la constructora sin que esta lo haya aprobado; ofreció que iba a utilizar fondos de la aseguradora, sin que la aseguradora lo haya aprobado” agregó (AVV)

“Los informes de causalidad tienen que dar una respuesta. El Municipio tiene que hacer un mayor esfuerzo para que no se siga dilatando el problema”. Fernando Morales, concejal de Quito.

“Si el estudio previo determinó que las viviendas tenían fallas entonces por qué decidieron construir el Metro en ese sector, es negligencia”, Fernando Chamba, representante del barrio de Solanda.

El Metro de Quito tiene previsto a que funcione a finales de 2022. Continúa sin modelo de gestión.