Hay una ‘guerra fría’ entre aspirantes a la Alcaldía de Quito. Está llena de sospechas y respuestas en redes sociales. Las propuestas serias todavía escasean.
La campaña electoral en Quito está sazonada con una ‘guerra fría’. Entre candidatos, los que están a la cola, hay un silencioso enfrentamiento por los ataques en redes sociales.
Las sospechas son extremas. Así, los equipos de campaña se han encargado de averiguar quiénes son los estrategas que están detrás de cada candidato, cuánto pagan a redes sociales, qué empresas son los que ayudan a cada candidato para elaborar sus mensajes. En gastar tiempo, a un mes del día de las elecciones, para responder los ataques de desconocidos.
Todo esto abona a la desconfianza entre candidatos. Algunos ya escarban en el pasado. Y no sería de sorprenderse que lleguen acusaciones de posibles actos inmorales o de corrupción. Algunas ciertas, de paso.
Los candidatos pequeños están en eso. Han perdido de vista a los dos aspirantes que dominan, actualmente, las proyecciones electorales: Jorge Yunda, exalcalde que salió por remoción, y Pabel Muñoz, de los líderes correístas más fuertes en sus creencias.
Por ello, la campaña electoral digital se ha vuelto intrascendente. Escasas propuestas para resolver los mayores problemas de los quiteños, pero mucho baile, bromas, burlas, animaciones, airados reclamos a Guillermo Lasso, cierre de oficinas municipales, limpieza de migrantes…
Aunque apelan a las emociones de los votantes, no conectan con lo que en verdad preocupa, como la falta de seguridad, desempleo, corrupción o de transporte de calidad.
Esperar por el ‘milagro’ del Tribunal Contencioso Electoral para que retire a Yunda de la contienda no es suficiente. Igual, queda en frente Muñoz y la maquinaria correísta, absolutamente activada. (JC)
Jorge Yunda se despega del pelotón de candidatos, según pronóstico