Los franciscanos alistan al Jesús del Gran Poder para la procesión el Viernes Santo. Conoce la historia de esta maravillosa imagen que une a unas 500.000 personas.
Cada Semana Santa, miles de fieles se congregan en el Centro Histórico de Quito para rendir culto a una de las imágenes más veneradas por los quiteños: el Jesús del Gran Poder.
Dicha figura, cargada de historia y simbolismo, se encuentra frente al altar de la iglesia de San Francisco, que está resguardado por querubines y ángeles, todos cubiertos con el pan de oro que ilumina la escena con un resplandor celestial. El escenario se complementa con la cúpula azul, decorada con estrellas doradas.
La imagen está frente a las figuras de Dios Padre, el Espíritu Santo, un nacimiento de Jesús y la Virgen de Quito, formando un conjunto que resume el arte, la devoción y la identidad espiritual de Quito.
Desde el siglo XVI, la imagen ha sido testigo del fervor religioso de la ciudad.
Frente al Jesús de Gran Poder, que aguarda en el templo hasta la procesión del Viernes Santo, hay flores blancas de todo tipo: rosas, azucenas, crisantemos, lirios.

Cúal es la historia del Jesús del Gran Poder de Quito
Luego de un recorrido por la iglesia de San Francisco y sus pasillos, un equipo de LA HORA dialogó con Fray Edgar Abad, Vicario del Convento de San Francisco y director del Estudio Teológico Cardenal Echeverría, que funciona en el convento.
El franciscano explicó que el Jesús del Gran Poder tiene sus raíces en Sevilla, España, donde se lo conoce como el Nazareno. La imagen que existe en Quito se le atribuye al padre Carlos, en el siglo XVI. Solo se conoce su nombre, nada más. Además de ser el autor del Jesús del Gran Poder también hizo las imágenes que se colocan en el recorrido del viacrusis.
Según Abad, esta imagen estaba en la sacristía, a un costado, hasta que llegó un fraile de apellido Fernández, hace 60 años, y la empezó a “pulir” la devoción. Este Fraile pidió permiso a su comunidad para que la imagen saliera los viernes al atrio de la iglesia.
Además, buscó apoyo en los mercados de Quito, dando a conocer la imagen. Así, de un momento a otro, la gente empezó a tenerle mucho cariño y “empezaron a llegar los milagros”.
Cada año crecían los feligreses. Luego de 10 años, los quiteños la empezaron a asociar a las Fiestas de Quito y con el movimiento taurino, quien luego lo denominó su patrón. Tal cual pasa en España.
Más adelante se llevó la devoción que le tenían al Jesús del Gran Poder a la Semana Santa, específicamente al Viernes Santo, donde hace 50 años al mediodía se le lee la injusta sentencia contra Jesús y la imagen sale por las calles del Centro Histórico de Quito.
Este recorrido lo hace acompañado de los famosos cucuruchos, quienes usan túnica, cubrerrostro, capirote y un cinturón en señal de penitencia. Luego, más adelante, se les unieron las Verónicas. Solo en 2024, más de 3.000 personas representaron a cucuruchos y más de 300 Verónicas acompañaron la procesión.
Este año ya están inscritos 1.500 cucuruchos, pero dicen que en el transcurso de la semana se siguen inscribiendo personas. De hecho, tienen hasta el viernes a las 06:00.
Cómo trasladan al Jesús del Gran Poder en la procesión
La imagen del Jesús del Gran Poder es trasladada el Viernes Santo. Hay un vehículo, sin motor, que hace de una urna. Este es dirigido por una persona, cuenta con un asiento, freno y volante. Este es empujado por los seguidores hasta culminar su recorrido.

La devoción al Jesús del Gran Poder se mantiene
Según Abad, América Latina y sobre todo Ecuador es un pueblo muy creyente. Estas son devociones que han nacido en el pueblo y forman parte del cotidiano vivir.
La Iglesia de San Francisco, gracias a Jesús del Gran Poder, cuenta el sacerdote, tiene misas abarrotadas los viernes. Esto se debe a que los quiteños le rezan para pedir milagros.
Según Abad, también se debe a que esta imagen, además de representar dolor y sacrificio, refleja el sentimiento de los creyentes. “Es gente que todos los días va llevando también su cruz”.
Para él, esta imagen, además de reflejar su dolor, brinda esperanza. Dice que eso se ve en los ojos del Jesús, que es venerado en la capital. “Creo que esa gente que viene se siente identificada con Jesús del Gran Poder, es la gente que tiene esperanza de que el problema que está llevando, que la dificultad que está atravesando, va a cambiar”.

Marina Pillajo, colaboradora de la procesión, explica que su familia trabaja en esta ceremonia desde hace algunos años. Específicamente su esposo, quien es coordinador de la ceremonia, lo hace desde hace 29 años. Su hija también ayuda en la ceremonia, desde hace 9 años.
Asegura que toda su familia trabaja en este proyecto para devolver el amor que Jesús les ofrece.
Los fieles que ayudan en estos días, empujados por su fe, se dividen por comisiones: de cucuruchos, de andas, de alimentos, de flores, de protocolo y de información.
Básicamente trabajan todo el año con charlas sobre formación, para aprender por qué son católicos. Para ellos no solo es solo tradición, sino fe y amor. (EC)
Inscripciones para ser Cucurucho
La inscripción para ser cucurucho será hasta las 06:00, del viernes 13 de abril de 2025. Para poder participar, las personas deben confesarse y reconciliarse con el Señor, dicen en el convento.
Además, si gustan, pueden formar parte de charlas en las que los sacerdotes les explican la ceremonia, cómo fortalecer la convicción personal, qué deben reflexionar para mantener la fe.
Si no cuentan con traje, la Iglesia se los proporciona el viernes. Solo deben dejar un documento, una prenda y este será entregado.

“La gente que acompaña se siente identificada con Jesús del Gran Poder. Es la gente que tiene esperanza de que el problema que está llevando, que la dificultad que está atravesando, va a cambiar”. Fray Edgar Abad, Vicario del Convento de San Francisco.