El exalcalde de Quito, Paco Moncayo, dice que es necesario un estudio integral para detectar cuántos vendedores hay y dónde reubicarlos
Uno de los principales objetivos de la alcaldía de Santiago Guarderas es recuperar el Centro Histórico.
El Alcalde, cuyo periodo termina en menos de 19 meses, presentó el plan de recuperación del casco colonial, en el que se contempla operativos de control y sanción a personas que hacen mal uso del espacio público, entre ellos los vendedores autónomos no regularizados.
Según la información de la Alcaldía, en Quito hay más de 1.000 comerciantes autónomos, pero solo 315 están regularizados. Guarderas dice que no es correcto que existan personas que ejerzan el comercio sin autorización ni normativa y que el plan busca ordenar, no solo la presencia de vendedores autónomos sino también la de personas en situación de calle, libadores, personas con problemas de adicciones y trabajadoras sexuales.
Guarderas destaca que a todos se les ofrecerá protección y condiciones dignas “siempre que lo hagan con orden, disciplina y en los espacios públicos que les corresponden”. Sin embargo, no ha señalado cuáles son los espacios contemplados para iniciar una reubicación.
El Alcalde destaca que insistirá en el diálogo, con quienes quieren continuar en la informalidad. “No vamos a retroceder”, destacó Guarderas, durante la presentación del proyecto de recuperación del Centro, el 18 de octubre de 2021.
Operativos no son soluciones a largo plazo
José Vaca Jones, administrador de la zonal Manuela Sáenz (centro), indica que con este plan aspiran ordenar el centro hasta diciembre de 2021, solo así se podrá atraer más turismo y reactivar la economía.
Actualmente, dice Vaca, las autoridades de control realizan operativos y socializaciones con los habitantes de calle y comerciantes autónomos regularizados.
Para el exalcalde de Quito, Paco Moncayo, los operativos no son medidas de largo impacto, pues los vendedores salen un momento de su espacio pero luego vuelven o mandan a sus familiares.
El primer paso –dice Moncayo– es realizar un censo que identifique quiénes son los comerciantes no regularizados, qué espacios ocupan, con quiénes “y también identificar que no sean explotados por mafias (…) ha habido mafias que arriendan espacios para que vendan (…) hay que entender bien el problema”, dice.
Guarderas destaca que, en efecto el primer paso es un proceso de inventario y un censo con los grupos involucrados en la intervención.
Por su parte, Moncayo destaca que “no se puede improvisar” y que no se trata solo de “reprimir sino de crear oportunidades para que puedan subsistir” y recomienda que en torno a las paradas de buses, trole o ecovía se generen puestos de venta. El exalcalde, lamenta que no se hayan adecuado las paradas del Metro de Quito bajo esa lógica. “En todos los metros del mundo hay una infraestructura que parecen verdaderos centros comerciales, pero aquí no fueron capaces de pensar en eso”, añade y lamenta que una obra generadora de empleo siga estancada.
Sanción para el comprador
“Es necesario establecer zonas de cero tolerancia para ventas ambulantes”, dice Moncayo. El exalcalde– quien estuvo dos periodos al frente de Quito– detalla que hay un lado de la informalidad que no se ve.
Y es que la normativa sanciona únicamente al vendedor informal, pero no al consumidor. Moncayo sugiere que se habilite una ordenanza que también multe a quien compra en la calle y dice que lo adecuado es dividir a Quito en zona de pequeña, mediana y cero tolerancia.
“Por ejemplo, un vendedor de artesanías no tiene nada de malo que esté en algún lugar del centro porque es parte del atractivo turístico”, agrega.
Vaca hizo un llamado a los vendedores a que saquen su Permiso Único de Comercio Autónomo (PUCA) o renovarlo. También dijo que hay otros que tienen PUCA para movilizarse, pero ingresan en otros espacios para los que no tienen permiso.
Las primeras intervenciones se han realizado en las calles Cuenca, 24 de Mayo, Flores y Esmeraldas y hasta el momento ya existen 54 sanciones a vehículos, 55 atenciones a personas en situación de calle, de entre 24 y 82 años, y se despejaron 1.303 ventas ambulantes, aunque no se los ha reubicado.
Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad de Quito, detalló que existen espacios vacíos en mercados como La Merced (Centro Comercial) y que la idea es reactivar esos sitios (AVV)
En Quito hay más de 1.000 comerciantes autónomos, de los cuales solo 315 están regularizados.
“Hay casos en los que los vendedores tienen un puesto en los centros comerciales del ahorro, pero mandan a hijas, a sobrinas a vender en la calle”, Paco Moncayo, exalcalde de Quito.
“Por qué vemos solamente como culpables a los que venden y no a los vagos que compran. Se debe sancionar a los que compran en la calle, porque por no caminar al centro comercial”, Paco Moncayo, exalcalde de Quito.