El Concejo Metropolitano de Quito aprobó con 12 votos a favor la ordenanza de vecindarios alimentarios saludables, impulsada por los concejales Analía Ledesma y Merino. La cual fomenta la agricultura urbana con fines de salud, alimentación y producción.
El Concejo Metropolitano de Quito aprobó este martes 29 de abril de 2025 la ordenanza de vecindarios alimentarios saludables, un ambicioso proyecto que convierte a la capital ecuatoriana en la primera ciudad de América Latina con una normativa que impulsa la agricultura urbana desde una perspectiva intergeneracional, de género y de justicia territorial.
La concejala Analía Ledesma, coautora del proyecto original junto al exconcejal Fernando Morales, recordó que la propuesta surgió tras la pandemia, cuando muchas familias enfrentaron dificultades para acceder a alimentos frescos.
La ordenanza contempla la creación de una Estrategia Metropolitana de Fomento a los Vecindarios Alimentarios Saludables, liderada por la Secretaría de Desarrollo Económico y el Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social. Además, plantea una gobernanza territorial participativa con vecinos y organizaciones sociales, y prevé incentivos como capacitación, asistencia técnica y capital semilla para quienes cultiven alimentos en zonas urbanas.
El concejal Wilson Merino, explicó que el objetivo es «sanar, alimentar y producir». “Sanar una ciudad enferma anímicamente, mejorar los indicadores de hambre y generar medios de vida a través de la agricultura urbana”, detalló. Añadió que el proyecto permitirá transformar espacios públicos subutilizados, como quebradas abandonadas o predios municipales, en huertos comunitarios y senderos agroecológicos.
Aunque la ordenanza fue aprobada con 12 votos a favor, seis concejales de la Revolución Ciudadana se opusieron: Adrián Ibarra, Diana Cruz, Emilio Uzcátegui, María Fernanda Racines, Héctor Cueva y Juan Báez. Estuvieron ausentes el concejal Diego Garrido y el alcalde Pabel Muñoz, quien tampoco envió a sus delegados.
Merino consideró que esta votación refleja un distanciamiento del alcalde con el Concejo: “Sus concejales votaron en contra, no por argumentos técnicos, porque todo lo que pidieron fue incluido, sino por razones políticas. Eso le hace daño a la ciudad”.
Ledesma, en cambio, restó importancia a esa lectura. “Fue un tema coyuntural. Cabildear esta ordenanza me costó mucho, y no necesariamente significa que habrá rupturas en futuras votaciones”.
Pese a las diferencias, la normativa ya es ley municipal. “Este es un proyecto que piensa en el futuro: en una ciudad más verde, más justa y más unida”, concluyó Merino. La ordenanza comenzará a aplicarse en los próximos meses con el registro de huertos urbanos en Conquito y las administraciones zonales. (EC)