El aporte de los migrantes representará alrededor del 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB) hasta finales de año. Ese aporte ha ayudado a mantener el consumo de los hogares y a evitar un mayor deterioro de los niveles de pobreza.
El paquete de ayuda económica en Estados Unidos, que incluyó el Plan de Rescate Americano, fue uno de los principales factores para el crecimiento de las remesas durante 2021. En 2022, el efecto de ese paquete continúa y ha provocado que, hasta marzo de 2022, se hayan retomado los niveles prepandemia en los sectores donde se genera la mayoría de los puestos de trabajo de los migrantes latinoamericanos, incluyendo a los ecuatorianos, en el mercado estadounidense.
Las expectativas de que se mantenga fuerte el mercado laboral norteamericano hacen prever que las remesas a Latinoamérica crecerán alrededor de 9% durante este año. Sin embargo, existen amenazas a la recuperación económica como la guerra de Ucrania, la alta inflación y la subida de las tasas de interés.
En este contexto, la expectativa para Ecuador es que el dinero que llega de sus migrantes pase de los $4.362 millones del año pasado a $4.545,20 millones. Esto representa un incremento de alrededor de 4,2% y será, según el Banco Central del Ecuador (BCE), otra vez un factor determinante para fortalecer el consumo de los hogares.
Andrea Rodríguez, economista, explicó que el impulso de la remesas compensó, durante 2021, la caída del 80% en la Inversión Extranjera Directa (IED). Además, se constituye en uno de los factores que han contribuido en el fortalecimiento de los depósitos y créditos en el sector bancario.
«El aporte de los migrantes ha sido vital para la economía ecuatoriana; pero en el segundo semestre de 2022, y sobre todo en 2023, se debe comenzar finalmente a sentir que se concretan algunos de los proyectos del portafolio de inversiones del Gobierno de Lasso. Además, se debe trabajar en darle un empuje al sector empresarial, con mejores condiciones de contratación y de emprendimiento para que el efecto de las remesas no se diluya», explicó.
Ecuador se mantiene en el top 10 en monto de remesas
El principal recetor de remesas en la región es México con más de $50.000 millones al año; seguido por Guatemala con más De $15.000 millones y República Dominicana con más de $10.000 millones. A continuación está un grupo de cinco países (Colombia, el Salvador, Honduras, Haití y Brasil) que registran montos que van desde los $9.000 millones a los $4.800 millones.
El top 10 lo cierran Ecuador con más de $4.500 millones hasta finales de 2022; y Jamaica con alrededor de $3.600 millones.
Entre enero y abril de 2022, el mayor crecimiento en la llegada de remesas está en Guatemala y Nicaragua (26%); luego se ubica México (18%); el Salvador (6%) y Colombia (5%). La economía ecuatoriana está en un segundo pelotón con otras donde el aumento del aporte de los migrantes fluctúa entre el 3% y 4,5%.
Silvana Núñez, dueña de una pequeña tienda de ropa en el sector de El Inca (Norte de Quito), explicó que el dinero que le envía una de sus hijas desde Estados Unidos le ha servido para pagar deudas, gastos de educación de una nieta a su cuidado, y gasto de salud.
«Ha sido una gran ayuda durante lo más duro de la pandemia cuando las ventas se fueron al piso; y ahora siguen siendo un sostén porque la actividad económica ha mejorado, pero todavía estamos lejos de los que teníamos antes», puntualizó
Estudios de varios organismos internacionales apuntan a que las remesas impulsan el crecimiento económico y, en épocas de crisis como la actual, son un dique para evitar mayores deterioros en los niveles de pobreza.
Sin embargo, economista como Fausto Ortiz han recalcado que el país no se puede volver dependiente de esos flujos de recursos. Por eso, durante este 2022, el Gobierno de Guillermo Lasso debe apostar a más gasto público productivo y al impulso de la inversión privada para que la gente en la calle sienta los beneficios de la recuperación económica.
Ecuador está entre los cinco países con más migrantes ilegales encontrados en la frontera estadounidense
De un total de 1’659,206 migrantes ilegales detectados en la frontera entre México y Estados Unidos, 95.692 fueron ecuatorianos durante el último año. Esto representa el 5,76% de todo el flujo irregular impulsado por la crisis de la pandemia. Solo México, Honduras, Guatemala y el Salvador tiene más migrantes encontrados por las autoridades norteamericanas.
De los más de 95.000 personas en busca del llamado » sueño americano», 55.622 eran adultos solos; 36.399 intentaron cruzar la frontera en familia; y otros 3,671 eran niños sin ningún tipo de acompañante.
La promesa de mejores días se ve impulsada por la mejora de las condiciones laborales en sectores que tradicionalmente emplean a gran parte de los migrantes latinoamericanos. Esos sectores son trabajos agrícolas, pesca y forestales (43% más); construcción y limpieza y mantenimiento de casas (37,9% más); servicios de comida, bares y hoteles (27,3% más); y transporte y carga (23,9%). (JS)