Daniel Noboa y Luisa González serán los protagonistas de la segunda vuelta. Este escenario se tornará más polarizado, según expertos. ¿Cuáles son los desafíos?
El candidato a la presidencia de Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa, y la postulante de la Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, se mantienen en primer y segundo lugar, respectivamente.
Así lo demuestran los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE). Hasta el mediodía del 12 de febrero de 2025, con el 98,65% de actas válidas procesadas y 91,04% de votos válidos, Noboa alcanzaba el 44,18% de votos y González el 43,95%. Hasta ese momento había, además, 365 actas con novedad (0,88%) y 196 actas pendientes (0,45%).
No hay ninguna provincia o circunscripción en donde el 100% de votos haya sido para un solo candidato ni existen regiones enteras que hayan respaldado a una sola candidatura. Noboa se impone con el mayor número de votos en 14 provincias y en las tres circunscripciones del exterior, mientras que González gana en 10 provincias. Pero en todos los territorios hubo votos para ambos candidatos.
Polarización reflejada en votos
En Tungurahua, por ejemplo, Noboa obtuvo 217.932 votos (60,93%) y González logró 78.884 votos (22,06%). En Pastaza, Noboa alcanzó 35.985 votos (58,95%) y González 14.289 votos (23,41%). Los resultados varían en Santa Elena, allí González logró 125.452 votos (54,51%) y Noboa registró 85.340 votos (37,08%). Del mismo modo, en Manabí, González gana con 623.796 votos (62,91%) y Noboa logró 299.201 votos (30,18%).
“Los resultados muestran una clara polarización. La polarización siempre ha sido, es y será el terreno de campaña ideal para la Revolución Ciudadana. El presidente (Noboa), al aceptar eso como terreno de campaña, entra en ese juego y el resultado es que anticipa la segunda vuelta”, señala Leonardo Laso, experto en Comunicación Política y exsecretario de Comunicación.
Explica que la salida de Jan Topic de la contienda electoral abonó a esa polarización. Eso “hundió al resto de candidatos, porque de alguna manera nadie más obtuvo posibilidad de recursos, de apoyo, como para crecer y en una campaña tan corta como es enero hizo que la campaña se centre en Noboa y Luisa González. Y eso es lo que está visto en los resultados”.
Laso observa que en las provincias donde hay más violencia, más pobreza y desempleo votaron más por González. “No en todas gana (González), pero incluso en las que gana Noboa, él pierde votos respecto a la segunda vuelta anterior, hasta en Cotopaxi que le fue bastante bien. Hay claramente una polarización, el país partido en un 45% para cada uno”, dice a modo de ejemplo. En el actual proceso electoral, Noboa alcanzó en Cotopaxi 114.512 votos y González logró 84.358 votos.
En las elecciones anticipadas de 2023, Noboa apenas alcanzaba el 4% en la intención de voto, pero para la segunda vuelta captó la mayoría de votos. En agosto de ese año fue asesinado Fernando Villavicencio, uno de los candidatos que contaba con respaldo.
Para Luis Verdesoto, doctor en Estudios Políticos y exsecretario Anticorrupción, hay un panorama de posiciones distintas y enfrentadas “con una visión negativa sobre el otro”. Observa que “el grado de polarización que se ha producido es inédito en la política ecuatoriana, nunca hemos estado tan polarizados”.
Señala dos elementos como producto de esa polarización: una posición anticorreísta y una posición antinoboísta.
“Esto es grave. Cuando tienes un resultado en el que los dos van a estar alrededor del 46%, cuando exista apenas un 8% en disputa y que ya votó por otros candidatos, quiere decir que desapareció el centro y eso para un sistema político es muy grave, cuando no existe con quién negociar, qué votos negociar. Cuando no existe capacidad de conversación, de interlocutores, tenemos un problema serio en el país”, expone Verdesoto.
Allí entrará una estrategia de ataque al otro para tratar de quitarle votos, para que haya un flujo electoral entre los dos y esto va a agudizar los términos de la campaña electoral. Analiza que más del 90% de la población ecuatoriana ha aceptado a uno de los dos candidatos y es poco lo que queda para construir desequilibrios. “Mucho más cuando tienes un Parlamento, el cual está milimétricamente dividido, donde la capacidad de bloqueo mutuo es muy alta”, anticipa.
¿Se puede salir de la polarización?
“Los votos no son propiedad de ningún líder, son propiedad de la gente y mucho más en estos tiempos de una sociedad líquida, de votos volátiles. La juventud actual no vota porque mañana un líder le ordena”, indica Laso. Similar posición podrían tener los dirigentes y jóvenes indígenas, añade.
Dice que lo que pase en la campaña de la segunda vuelta electoral de 2025, dependerá de cómo jueguen las barajas unos y otros (Noboa y González). Sin embargo, considera que Noboa empezó mal por mostrar “una posición errática, de cierta desorientación” en la entrevista a Radio Centro el 11 de febrero. Denunció supuestas irregularidades en el conteo de votos, que los observadores electorales aclararon.
“La polarización es un pésimo terreno porque anula el debate y transforma en una batalla campal, que ahora se da sobre todo en lo digital y eso es muy malo para la gente, incluido las ‘fake news’ (noticias falsas), posverdades, Inteligencia Artificial”, resume Laso.
El desafío para Noboa está en “si es capaz de reconquistar los votos de la gente, de reconectar con los jóvenes que votaron por él”, según Laso.
Verdesoto cree que cuando se da este “nivel de enfrentamiento, tiene que primar la madurez”, aunque sea complejo.
La vocación debe ser “la de buscar puentes de entendimiento de la nación que compartamos como ecuatorianos, por lo pronto compartimos algo muy importante, vivimos juntos, al margen de nuestra posición política, tenemos una visión del destino de un Ecuador próspero, que satisfaga las necesidades generadas por la pobreza, las desigualdades”, plantea.
Se debe entender que hay que trabajar juntos, sugiere: “Para eso necesitamos un Ecuador con capacidades productivas, exportadoras, de entendimiento (…) Tenemos que reflexionar que tenemos que vivir juntos y que podemos vivir juntos”, para no entrar en un conflicto irreversible, señala.
Aboga por que se tome el camino del diálogo, acuerdos nuevos jurídicos, constitucionales, políticos, legislativos cuando haya que hacerlo. (KSQ)