Aunque Ecuador es el segundo en la región con más embarazos adolescentes, los planes de trabajo hablan – desde otras aristas– sobre el tema. Solo un candidato menciona esta problemática.
“Las niñas no son madres”, es el lema con el que organizaciones feministas exigen al Estado garantizar la seguridad de quienes al ser víctimas de violencia sexual quedan embarazadas. En Ecuador, solo en 2022, se registraron 3.386 embarazos en niñas de 10 a 14 años.
Estos son parte de los 53.847 embarazos adolescentes registrados ese año y que dan muestra de la falta de políticas de prevención.
Las estadísticas parecen no cambiar, pues en 2021 ya se calculaba que el 12% de niñas entre 10-19 años había estado embarazada al menos una vez “y Ecuador reconoce que el 80% de los embarazos adolescentes se da como consecuencia de abusos sexuales«, detalla un informe por las organizaciones Care, World Vision, Plan International y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Candidatos sin planes
En medio de la época electoral, entre los planes de trabajo de los candidatos que lideran las encuestas: Luisa González, Yaku Pérez, Otto Sonnenholzner y Fernando Villavicenio solo uno menciona el embarazo adolescente.
En su eje social, Sonnenholzner menciona al embarazo adolescente con cifras y detalla que “el Gobierno Nacional debe trabajar por el fortalecimiento de la implementación del marco de derechos a nivel institucional”.
Los demás planes hacen alusión a trabajar en la violencia de género, aunque sin mencionar un plan específico sobre gestación en menores de edad.
Luisa González, por ejemplo, tiene un apartado denominado ‘Justicia para mujeres y niñas’. Menciona que se trabajará para que haya garantía de derechos. Destaca el derecho a tomar decisiones informadas y precisa la promoción de educación sexual integral en todos los niveles educativos.
De igual forma, Villavicencio menciona la promoción y combate a la violencia de género destacando la protección a las víctimas.
Mientras que Pérez indica que promoverán la reversión de los factores estructurales de riesgo de violencia contra la mujer.
Sonia Andrade, médica-obstetra, dice que es necesario detallar en los planes de Gobierno el embarazo adolescente. “Porque lo que no se nombra no existe”, dice. Por ende “si bien sabemos que una niña de 10 años que es madre es una víctima de violación, no se puede solo encerrar a la problemática del embarazo adolescente, en el amplio espectro de la violencia de género”. (AVV)
Grave problema
José Ruales, ministro de Salud, ha calificado al embarazo en niñas y adolescentes como un grave problema para el país. No solo se trata de las complicaciones que tiene un embarazo en un cuerpo de una niña (hemorragias, abortos naturales, infecciones preeclamsia), sino las limitantes a futuro, pues las obliga a abandonar sus estudios.
Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), de los 53.847 embarazos registrados en 2022, 13.926 presentaron problemas que impidieron que los niños nazcan.
Ante esto, el MSP publicó la ‘Normativa para la atención del embarazo’ y la ‘Normativa para la prevención y detección de violencia en niñas y adolescentes’, como parte de una estrategia para reducir los riesgos durante el período de embarazo.
Según datos del MSP, la tasa de nacimiento es de 2,3 por cada 1.000 niñas de 10 a 14 años. Mientras que en las adolescentes, de entre 15 y 19 años, la cifra se incrementa hasta 54,6 nacimientos.
El objetivo del Plan Decenal de Salud 2022-2031 es reducir a 0,52 nacimientos por cada 1.000 niñas de 10 a 14 años y a 16,9 nacimientos en adolescentes de 15 a 19 años.
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«Ecuador se ha convertido en uno de los países de América Latina con mayor tasa de embarazos infantiles: 111 por cada 1.000 niñas entre 15-19 años», informe de Care, World Vision, Plan International y el Programa Mundial de Alimentos (PMA)
El Código Integral Penal (COIP) señala que cualquier relación sexual con una niña menor de 14 años es considerada una violación, cuya pena puede llegar a los 22 años de prisión