Petroecuador y empresas privadas han dejado de producir 78.000 barriles de crudo desde el inicio del paro

Las autoridades petroleras han presentado 20 denuncia a Fiscalía, pero hasta el momento no se ha registrado detenidos.

El gerente de la estatal petrolera reconoció que no hay capacidad para controlar los focos de conflicto en los campos de la Amazonía. Las fuerzas del orden solo pueden hacer acciones disuasivas. 

 

 

Este 20 de junio de 2022, a través de una rueda de prensa, Ítalo Cedeño, gerente de Petroecuador, explicó que la situación de la producción petrolera en el país se complica cada vez más desde el inicio del paro y las protestas de grupos sociales, especialmente indígenas.

Esas protestas no han sido en ningún momento pacíficas y han involucrado, desde el 13 de junio pasado, varias incidentes graves: 124 cierres y bloqueos de vías dentro de las zonas de operación de los campos petroleros; impedimentos para llegar a las locaciones para mantener los equipos; impedimento para llegar a las locaciones para reparar situaciones emergentes; afectación a las baterías sanitarias; limitación en provisión de combustible para los centros de generación; Falta de guardias y militares para control de equipos de producción y pozos; pérdidas de producción por limitación en el control y mantenimiento de pozos; falta de mantenimiento de equipos de superficie como generadores, unidades de bombeo y reinyección;  paralización de actividades de perforación y reacondicionamiento por falta de equipos y materiales; limitaciones al movimiento de vacuums, para desalojo de crudo entre pozos y estaciones; falta de alimentación para el personal de los campos petroleros y turnos extendidos debido a la imposibilidad de movilizarse.

Toda esta situación ha dejado una pérdida acumulada, desde el inicio del paro, de 78.000 barriles de crudo. De esa cifra, 64.000 barriles han dejado de producirse en los bloques a cargo de Petroecuador (80% del total de los campos en producción) y 14.000 barriles corresponden a los proyectos a cargo de empresas privadas.

Cedeño puntualizó que solo la estatal petrolera ha tenido que enfrentar amedrentamientos y medidas violentas que han provocado que se apaguen, hasta el momento, 237 pozos y se hayan quedado sin operación 28 torres con sus respectivos taladros. Si se acabara el paro mañana, solo los procesos de readecuación y encendido que toda esa infraestructura podrían tomar entre 10 a 10 días como mínimo.

«No producir barriles de petróleo es un crimen. Cada barril cuenta. Ahora, con los altos precios, la situación de conflicto nos obliga a perder millones de dólares en ingresos adicionales para cubrir las múltiples necesidades del país», aseveró.

Imposibilidad para controlar todos los focos de conflicto

El gerente de Petroecuador reconoció con impotencia que es prácticamente imposible cubrir todas las áreas relacionadas a los campos petroleros en manos de Petroecuador. Esto debido a que son grandes extensiones dispersas por toda la Amazonía y que involucran alrededor de 1.600 pozos en operación.

Además, recordó que las fuerzas armadas «solo pueden hacer acciones disuasivas», mientras los manifestantes van con toda la violencia. Asimismo, Cedeño dijo que, desde el inicio de los incidentes, la petrolera estatal ha presentado alrededor de 20 denuncias porque la paralización de un servicio y sector estratégico como el de los hidrocarburos es un delito penado con cárcel.

A pesar de esas denuncias, y debido a la «conocida lentitud de la justicia ecuatoriana», Cedeño lamentó que no se hayan registrado ninguna detención.

Los problemas y los conflictos para operar, según las autoridades, afectan a todos los campos de Petroecuador porque cuando se va a controlar en un sitio, inmediatamente se registran incidentes en otro. La mayor preocupación está en los grandes campos como Sacha, Shushufindi, libertador y Auca.

El 13 de junio de 2022, cuando comenzaron las medidas de hecho, la producción diaria de la petrolera estatal llegaba a los 396.029 barriles de crudo; y se esperaba alcanzar los 400.000 barriles de crudo hasta finales de mes. Sin embargo, si la situación continúa como en los últimos días, la producción podría desplomarse a 128.575 barriles hasta el 30 de junio de 2022.

En ese escenario, las pérdidas pasarían de los $7,8 millones en ochos días a casi $21 millones solo en ingresos directos para Petroecuador, sin tomar en cuenta todos los gastos para volver a poner operativos los pozos y otras infraestructuras fuera de servicio. (JS)

La declaración de fuerza mayor busca evitar multas

Ítalo Cedeño, gerente de Petroecuador, recalcó que la declaración de la figura de fuerza mayor, dentro de los contratos vigentes de la petrolera estatal, no significa que voluntariamente se haya parado o dejado de producir. Esa declaratoria es una medida preventiva en caso de que la situación de medidas de hecho se mantenga o se agrave y continúe bajando la producción de crudo.

En ese escenario, se tendrían que incumplir plazos de entrega y pagos de los convenios de exportación e importación vigentes; pero si con la fuerza mayor se evita que Petroecuador tenga que pagar multas u otro tipo de sanciones por esos incumplimientos; y a la vez se puedan reprogramar los compromisos.

Abastecimiento de combustibles está garantizado

A pesar de los inconvenientes suscitados en provincias como Carchi e Imbabura durante los últimos 8 días, Stalin Salgado, gerente de Comercialización de Petroecuador, aseguró que se han hecho todos los esfuerzos logísticos, que incluyen convoyes custodiados por fuerzas del orden, para restablecer las existencias de combustibles necesarios en todas las zonas del país.

Según el funcionario, se cuenta con abastecimiento distribuido para los próximos cuatro a cinco días; pero un agravamiento de los cierres de vías y los conflictos podría provocar problemas luego de ese plazo.