Petro y la espada de Bolívar: ¿reedición chavista o ánimo de unidad?

Acto. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ante la espada del caudillo.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ante la espada de Bolívar.

El nuevo Presidente de Colombia revivió un símbolo que está atado con el chavismo y el Socialismo del Siglo XXI.

 La espada de Bolívar y su protagonismo en la posesión de Gustavo Petro ha causado un alboroto que ha llegado más allá del Atlántico.

El símbolo de esa arma, empuñada por Simón Bolívar en las guerras por la Independencia en el siglo XIX, es la evidencia clara de un culto que se hace a uno de los personajes más importantes de América Latina.

La espada es el símbolo que representa al caudillo que logró la liberación de las poblaciones que estaban bajo el mando del imperio español y la unidad, la identidad común, de la región.

Pese a un liderazgo con connotaciones conservadoras, como lo menciona en uno de sus textos el historiador Enrique Ayala Mora, Bolívar y la espada son atesorados símbolos de la izquierda extrema y del progresismo.

Pero hay más. Los radicales Socialistas del Siglo XXI, y en todas sus variantes, como el Grupo de Puebla, de talante totalitaria, usan ese símbolo para arengar a sus fanáticos con el objetivo de concretar los cambios que supuestamente benefician a los más pobres y que marcarán la liberación de los nuevos opresores, Estados Unidos, el imperialismo en todas sus formas -incluyendo el español-, el FMI, la derecha, el neoliberalismo, la prensa “corrupta”.

Y esa lectura hace que el primer pedido del presidente de Colombia, Gustavo Petro, al interrumpir su acto de posesión y ordenar que le lleven la Espada de Bolívar, tenga alertas sobre lo que en realidad significa.

La primera, muy debatida en Colombia, es que esa arma fue robada por el M-19 -guerrilla armada, culpable de muertes, secuestros y la toma del Palacio de Justicia- en 1974. Petro fue parte de esa agrupación en su juventud. Con lo cual, tenerla en su posesión es una reivindicación de sus principios. Pero romantizando la violencia, dijo la analista Juana Cataño, en Semana de Colombia. “Esas formas de lucha deberían ser rechazadas hoy, en este mismo instante, por parte del Presidente Petro y de toda su comitiva”, agregó Cataño.

La espada también es un símbolo importante para el chavismo. El mismo Hugo Chávez usaba la espada para ratificar su lucha contra el imperialismo y la unidad de América Latina, unidad a su medida.  Lo cual pudiera convertir al uso del arma de Bolívar en el hito de la segunda ola de gobiernos de izquierda en la región.

Rey Felipe no aplaudió

En España tampoco pasó desapercibido que el Rey Felipe VI permaneció sentado ante el paso de la espada. Fue el único que no se levantó ni aplaudió. En los medios españoles hay un encendido debate por el acto del monarca.

Incluso, el mismo Pablo Iglesias, fundador de Podemos, aliado del Socialismo del Siglo XXI, cuestionó duramente el mensaje político, la supuesta falta de respeto, del acto del Rey. “¿Quién diablos se ha creído el rey que es para dar mensajes políticos en nombre de España?”, se preguntó en un artículo.

“La espada de Bolívar es un símbolo interesante, pero no representa a Colombia ni a ninguna Institución, por lo tanto no veo por qué el Jefe de Estado tiene que levantarse para hacer un reconocimiento”, dijo a La Razón Rafael Calduch, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Complementó aduciendo que, si hay un reclamo, debería ser por parte del mismo Petro, lo que no ha ocurrido.

Correa y el uso en Ecuador

En el Bicentenario del 10 Agosto, en el año 2009, llegó al país toda la plana mayor de la primera ola de mandatarios de izquierda. Hugo Chávez, Raúl Castro, Manuel Zelaya, Lenín Moreno, Nicolás MaduroCon casa llena, repetían el mantra: “Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”.

Chávez, esa ocasión, dijo que la espada está más viva que nunca. En esa época se fortalecieron los foros como la Alba, Unasur, la Celac. Y el mantra se repetía cada vez que podían, en tarimas, en los medios de propaganda, para celebrar el avance del socialismo. Lo hacían todos.

Por eso, el acto de Petro no es menor. La región, en su vida más reciente, está marcada por el simbolismo del arma del caudillo. ¿Reedición chavista o búsqueda de equilibrada unidad regional? La respuesta la dará el tiempo. (JC)