Por la pandemia, 8 de cada 10 ecuatorianos en el campo perdieron ingresos por la pandemia. La Amazonía es la más afectada.
Ganaderos y agricultores, lejos de las grandes ciudades, han enfrentado un duro golpe a sus ingresos durante la pandemia. Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 8 de cada 10 ecuatorianos en la economía rural no solo que han visto reducidas las ventas de sus productos, sino que también se encarecieron sus costos de producción.
La región más afectada es la Amazonía, aunque la Sierra y la Costa se comparten las mismas dificultades. Así, la FAO determinó que en el primer lugar de esas dificultades están los costos y el acceso al transporte (31 %), seguido por los altos precios y el acceso a los insumos (38 %) y la baja producción (31%).
Productores como Lisando Mora señalaron que durante la pandemia se ha visto incluso la escasez de ciertos productos, como balanceado para ganado, algunos abonos y otros implementos para la siembra.
Desde la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, una de las explicaciones de la crisis en el campo se vincula directamente con la caída de más del 60% en el consumo de los hogares en las ciudades. Esa caída, junto con las restricciones, redujo la demanda de productos agrícolas en sectores importantes como hoteles, restaurantes y cafeterías.
Más ecuatorianos sin la alimentación básica
De acuerdo con la FAO, la pandemia está provocando que un 30% más de ecuatorianos padezcan de la llamada inseguridad alimentaria, es decir, que no tienen acceso a una alimentación básica para una adecuada calidad de vida y salud.
Así, a los 4 millones de personas que ya tenía una provisión irregular e insuficiente, ahora se añaden 1,2 millones más.
“Es una cuestión que preocupa, porque golpea en los índices de seguridad alimentaria, que pre-pandemia eran de los más altos de la región. Era el segundo país con índices más altos de la región con desnutrición infantil, con alrededor del 25 %”, sostiene Agustín Zimmerman, representante de FAO en Ecuador.
La situación ha provocado que la brecha entre la pobreza rural y la urbana se amplíe, aseguró Zimmerman. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a diciembre de 2020, en el área urbana la pobreza llegó al 25,1 % y la pobreza extrema al 9,0 %. Mientras que en el área rural la pobreza alcanzó el 47,9 % y la extrema el 27,5 %.
En este sentido, la reactivación del campo es la reactivación de la salud y economía nacional. El presidente electo, Guillermo Lasso, dijo que entre sus prioridades está la lucha contra la desnutrición infantil y los créditos al 1% para el agro.
También se deben tomar en cuenta medidas como el establecimiento de espacios de comercialización de venta directa o en mercados municipales, uso de plataformas digitales y fortalecimiento de los sistemas de distribución.
Los bonos como el de protección familiar, de $120 por una sola vez, es un paliativo, pero a mediano y largo plazo se necesitan acciones para la generación del empleo. (JS)
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