63% de la población adulta ecuatoriana tiene menos de $10.000 de patrimonio

REALIDAD. Los ciudadanos tienen poco margen para ahorrar e invertir.
REALIDAD. Los ciudadanos tienen poco margen para ahorrar e invertir.

Con esos niveles se vuelve cuesta arriba generar empleo y crecimiento económico. La clase media ecuatoriana es mínima y frágil.

Las economías más prósperas del mundo, con mayores niveles de empleo e inversión, son las que tienen a la mayor parte de su población con niveles altos de patrimonio, es decir, de riqueza y ahorro para mover a sus economías.

El caso de Ecuador es muy distinto. Según el último informe de Riqueza Global, elaborado por Credit Suisse, el 63,7% de la población adulta tiene un patrimonio menor a los $10.000.

En otras palabras, sumando sus activos, que incluyen bienes inmuebles, vehículos, cuentas bancarias, acciones, entre otros, y restando todas sus deudas y obligaciones por pagar, queda una riqueza mínima.

En las economías más prósperas de América Latina, como la chilena y uruguaya, por ejemplo, el porcentaje de adultos con menos de $10.000 en su patrimonio está por debajo del 40%.

Por otro lado, las naciones de la región con los mayores niveles de informalidad y precariedad (más de 8 de cada 10 trabajadores) tiene a más del 75% de su población adulta con menos de $10.000 de patrimonio. Es el caso de Bolivia y Venezuela, por ejemplo.

Para cambiar este indicador, Romina Verdesoto, economista y consultora para bancas de inversión internacionales, dijo que Ecuador necesitaría que un mayor porcentaje de su población no viva solo para pagar sus deudas y subsistir, sino que tenga espacio para convertirse realmente en propietario e inversionista.

“Los empresarios, y la gente de mayores ingresos en el país, ya han hecho esfuerzos en el último año, a través de mayor inversión local e incluso pago de impuestos (contribuciones especiales). Pero eso es de alguna manera exprimir a los mismos que siempre aportan, pero Ecuador necesita construir realmente una clase media a través de reducir a la mitad ese alto porcentaje que tiene un patrimonio menor a $10.000”, puntualizó.

Efectos de la crisis

Actualmente, en el país existen menos de 12.000 personas con patrimonio mayor al millón de dólares. Eso representa menos del 0,2% de toda la población adulta. Hace un año, la cifra exacta llegaba a los 11.361 millonarios; pero la crisis pandémica, y la creciente recesión mundial, ha bajado la cifra a 10.831.

Asimismo, el porcentaje de la población adulta con un patrimonio de entre más de $10.000 y $100.000 se ubica en el 33,1%; mientras que los que tiene entre más de $100.000 y menos de un millón no superan el 3,1%.

Ecuador tiene una frágil clase media, no solo por los bajos niveles de ingresos en la economía nacional, sino porque tiene precarios niveles de educación y cultura financiera.

Pablo Núñez, economista y docente universitario, recalcó que más de la mitad de los ecuatorianos con patrimonio de entre $50.000 a menos de $1 millón no tenía plan de inversiones, reservas para emergencias, o seguro para sus bienes, al momento de estallar la crisis pandémica.

“Lo mismo que se critica al Estado en términos de no tener fondos para enfrentar las épocas de vacas flacas es lo que pasa incluso en los segmentos de más altos ingresos en Ecuador. Tener una casa propia es algo importante, pero en una situación de crisis y ese es tu único patrimonio, no vas a poder venderla de forma rápida si lo necesitas, y si lo haces puedes sufrir un enorme descuento en su valor”, puntualizó.

Cultura financiera

LA HORA ha publicado varias notas en las que se analiza la falta de educación y cultura financiera en el país. Esa carencia se hace visible desde el tratamiento del dinero como tabú en las familias, hasta el desconocimiento de mecanismos básicos como los fondos de inversión o las operaciones en el mercado de valores.

En sociedades con alto dinamismo económico, como las exrepúblicas soviéticas, de República Checa o Estonia, las familias tienen inversiones diversificadas que incluyen participaciones en empresas públicas y privadas, fondos de inversión, fondos de retiro, entre otros. Esos países eran más pobres que Ecuador a finales de los ochenta, pero ahora su situación es opuesta. (JS)

La crisis pandémica, y la creciente recesión mundial están golpeando con fuerza a la clase media.

Males económicos

Los bajos niveles de patrimonio en la sociedad ecuatoriana se deben a que está atada a un círculo vicioso de tres males.

La dolarización permitió controlar la inflación, sacar la emisión de dinero de las manos de los políticos y dar más seguridad para la inversión a mediano y largo plazo, entre otros beneficios, pero ninguno de los Gobiernos que han llegado al poder en los últimos 20 años ha impulsado reformas para hacer más productiva a la economía nacional.

La solución de ese mal incluye modalidades de contratación laboral más flexibles, incentivos para los emprendedores, inversión en tecnología e innovación, y un cambio hacia una educación más práctica y de calidad.

El segundo mal es un sector público demasiado burocrático, ineficiente y con altos niveles de corrupción. Esto da como resultado un gasto público de mala calidad y que no permite que los ciudadanos acumulen patrimonio.

Finalmente, el tercer mal tiene que ver con los bajos niveles de apertura comercial y competencia. Durante la última visita del actual ministro de Hacienda chileno, Mario Marcel, a Estados Unidos, los inversionistas internacionales dijeron que “sin la apertura y los tratados comerciales, Chile sería hoy como Ecuador”.