Patricio Carrillo protagonizó la reunión más álgida en la historia de la Policía

Patricio Carrillo reunido con el mando policial.

LA HORA accedió a 44 minutos de la reunión del exministro Patricio Carrillo con el Consejo de Generales y jefes zonales. Esto fue antes de que Guillermo Lasso anuncie, sorpresivamente, su salida. Conozca los detalles. 

Un histórico remezón se produjo el viernes, 23 de septiembre de 2022, en las instalaciones de la Comandancia General de la Policía Nacional, en Quito.

Patricio Carrillo, hasta ese entonces, ministro del Interior había convocado al mando policial, y a los jefes de zonas y subzonas de la Policía, luego de los hechos ocurridos tras la desaparición y muerte de la abogada María Belén Bernal.

La cita se desarrolló en modo presencial y por video-conferencia, desde las 06:30. Allí ya advirtió que podía salir del Gobierno. “Mi cabeza no se va a caer, mi cabeza va a rebotar”.

Una de las primeras disposiciones que dio Carrillo a los altos oficiales fue ubicar Germán Cáceres, teniente de la Policía, que permanece prófugo y es señalado como el principal responsable de la muerte de Bernal.

En la última reunión del Consejo de Generales de la Policía que presidió Carrillo -quizá sin saberlo- señaló a Cáceres como el “culpable” de haber puesto en duda a una de las instituciones más importantes y estratégicas de la sociedad.

“Desleales de la Policía”

En una declaración de 44 minutos, sin interrupciones, y sin decir nombres,  el funcionario calificó de “miserables»  y «desleales» a  ciertos miembros de la Policía  que «empiezan a grabar lo que les estoy diciendo y empiezan a mandar al otro lado, empiezan a sacar documentos públicos, y empiezan a deslegitimar a la institución”.

Señaló que es fundamental identificarlos en las crisis para resolver el problema. «Ahora, estos miserables atribuyen conceptos, falsedades; si se dan detalles de un operativo critican”,  vilipendió Carrillo a los oficiales del Consejo de Generales. Sin embargo, aclaró que la “Policía no está derrotada; la Policía tiene dignidad, y hay que demostrarlo”.

Carrillo pidió a los oficiales que presenten la solicitud de baja

Ante ello, pidió unión, cohesión, desprendimientos, generosidad, y luego de señalar “que pone las manos y su cabeza al fuego por esta Policía”, afirmó que no se aferra a su cargo de ministro.

Pero pidió “dignidad” a los generales y coroneles y que presenten la solicitud de baja para que se depure la entidad y como muestra de dignidad. “Es un momento crítico en la institución; hay coroneles que deben asumir su responsabilidad o que de una vez se vayan”.

En esa cita, Carrillo adelantó que solicitaría al presidente de la República medidas excepcionales para depurar a la Policía. “Lastimosamente tendrán que pagar justos por pecadores; y así será, no nos vamos a detener, hay que parar ese desangre que existe contra la Policía por un violento (Cáceres) que no fuimos capaces de detectar”.

“Si quieren ser mis enemigos, son mis enemigos”

Carrillo puntualizó que el que tenga que irse, tendrá que irse, pero no como culpable del hecho, sino culpable de las circunstancias, y «antes de que inclusive los depredadores de afuera y de dentro de la institución, esos que quieren posicionar falsedades en la inteligencia artificial de las redes sociales».  “Yo no tengo pelos la lengua, compañeros, si quieren ser mis enemigos son mis enemigos”.

Recordó que, en esa semana, públicamente se pidió la salida de oficiales de la Policía, pero señaló que, como no hay la dignidad suficiente, «entonces presentaré una medida excepcional por la cual el Presidente de la República dispone la  baja de la institución».

Mensaje contundente para los oficiales opositores 

Agregó que esto es «indigno», pero subrayó que  en un momento histórico hay que dar un paso al costado. La Policía necesita una salida radical, «pero los que crean que se puedan quedar en la Policía, porque ya mismo cae el presidente, son los que están actuando a favor de esos políticos que todavía siguen en la Policía, y esos que creen que con en el gobierno de más de una década estuvimos mejor, de esos que creen que nos robaron los 950 millones son excepcionales oficiales”. No dio nombres.

Durante su intervención, Carrillo tenía en su escritorio un libro al que lo tildó de “maravilloso” porque habla de políticos, delincuentes, y policías, y cómo funciona la política pública de seguridad. “Lean, lean compañeros, lean más, y más los que están en el mando”, les dijo Carrillo a sus colegas policías.

Añadió que, no es posible que existan policías que ingresan armas a las cárceles, o policías «ebrios que siguen haciendo porquerías»; y hoy el error de esos policías debe asumirlo su líder.

El 92% rechaza el trabajo de la Policía

Según cifras del Comité de Crisis, difundidas por Carrillo en la reunión, el 92% rechaza el trabajo de la Policía, el 84% critica la gestión de la institución, y el 77% dice que en la Policía hay complicidad por lo ocurrido.

En la reunión de la Comandancia de la Policía del viernes 23 de septiembre, también propuso una reforma educativa para que la imagen de la Policía mejore, y crear una comunidad digital.  «En los medios masivos no es el problema. ¡El problema, compañeros, es en las redes sociales que son artificiales, pero la Policía tiene una fuerza enorme si nos comprometemos todos!”.

Consideró que se requiere de una comunidad digital de apoyo porque «duele el desangre» por el que ha pasado la Policía.  Consideró que este  un “estigma que no lo vamos a poder sacar años, si de por medio no existe un trabajo profesional, contundente, radical y duro; pagarán justos por pecadores”.

El 23 de septiembre Carrillo tenía previsto reunirse con oficiales en servicio pasivo, y con las madres de los cadetes “que también están sufriendo porque se ha dicho que la Escuela (Superior de Policía)  «es un centro de orgías, que es un cabaret público, que es un prostíbulo a cielo abierto”.

“En riesgo la democracia y el gobierno”

Advirtió que este hecho está poniendo en riesgo la democracia y el gobierno, y alertó que esta es la peor crisis en la historia de vida institucional.

Los últimos acontecimientos, no los comparó ni si quiera con el caso de los hermanos Restrepo Arismendi que derivó en una depuración institucional: 300 oficiales salieron con la baja por sus acciones y omisiones. “Pero el de hoy es un momento histórico y complejo y es el momento de demostrar dignidad”.

Caso narcogenerales y pruebas de confianza

Reveló que todavía hay un oficial cuestionado por el escándalo de “los narcogenerales” que no ha tenido la dignidad de presentar su solicitud de baja. “Eso debe resolverse hoy, se ha protegido, pero ya no se puede más, se necesita transparencia, y para el que se equivoca ya no habrá perdón; hoy no podemos cometer un solo error más, ni en la comunicación”.

Advirtió también que en la institución hay altos oficiales a quienes les gustaría que se eliminen las pruebas de confianza (polígrafo) para el ingreso o ascensos de grados. “Los mandos en la Policía deben llegar (a sus cargos) con virtudes y no con fortuna para que no nos arrastren a estos conflictos y problemas”.

Plan por la seguridad

En esa reunión propuso, además, un plan que incluya operativos diarios de 12 de la noche a 4 de la mañana con resultados. “Quiero que los comandos de Policía estén en la televisión con resultados, y no dejando solo que presenten los muertos del día de ayer, con detenidos, los vamos a monitorear, y por eso necesito firmada la baja de cada oficial; o se comprometen ahora o sacamos de la mediocridad a toda la gente que está conforme y feliz porque ya tiene la jerarquía; y si no firma les aseguro que vamos a sacar una medida excepcional; hoy es el momento”, afirmó.

Públicamente, Carrillo no dio nombres de los oficiales que deberían salir de la institución. “Primero quiero apelar a la dignidad; hagan bien su trabajo si quiere quedarse”, les dijo.

Insistió que el primer plazo que debe cumplirse es “ubicar a este delincuente Cáceres”,  y que el resto de  los involucrados sean vinculados en el proceso legal.

Llamado a la Asamblea

Dijo que su llamado a la Asamblea es para explicar y asumir con responsabilidad de lo que pasó en la Escuela de Policía, o porque no se ascendió a un grupo de capitanes. “Pero ¿saben cuál es mi ventaja? Que la mayoría de ellos enfrentan juicios de violencia intrafamiliar”.
El encuentro finalizó, antes de que pase al Comité de Crisis, con un pedido de reflexión y acción.  (SC)