El transporte público es más caro para las mujeres que para los hombres en Ecuador

PROBLEMA. Subir a un bus es una experiencia costosa y peligrosa para las mujeres.
PROBLEMA. Subir a un bus es una experiencia costosa y peligrosa para las mujeres.

Hasta un 30% más le cuesta a las ecuatorianas utilizar un bus en su vida diaria. La brecha de género aumenta con la mala calidad de dicho servicio.

Un día cualquiera, el hecho de subirse a un bus puede convertirse en un viacrucis para las mujeres ecuatorianas. Lucía Andrade, secretaria en un bufete de abogados, comentó que el transporte público es “una especie de selva”, donde se siente insegura.

“He vivido situaciones de acoso y he visto que sucede lo mismo con otras mujeres. Perdemos más tiempo y hasta tenemos que cambiar nuestra planificación del día para no meternos en buses llenos”, contó.

Factores que elevan el pasaje

Según un estudio del Banco Mundial (BM), el costo del transporte público es más caro para las mujeres (un 30%) que para los hombres en Ecuador. Los factores que influyen son: acoso, violencia, tiempo de espera, entre otros.

“Conductas hasta hace poco normalizadas son ahora más visibles y menos tolerables. Sin embargo, para muchos hombres es difícil entender algunos costes que soportan las mujeres como usuarias de transporte público, ya que ellos no la experimentan”, dice el estudio.

Inseguras y con menos tiempo

El BM cita encuestas hechas en el país, por ejemplo para el Proyecto del Metro de Quito, como fuentes para cuantificar el nivel de inseguridad que enfrentan las mujeres en el transporte público.

De acuerdo con esas encuestas, más del 70% ha sido víctima o ha visto de cerca situaciones de acoso y violencia en su trayecto diario.

Esa realidad provoca que ellas establezcan estrategias para sentirse seguras. Por ejemplo, el 65% espera más en las paradas a la espera de buses con menos gente, el 89% evita zonas poco iluminadas, el 87% evita calles con aglomeraciones de hombres y el 74% decide no realizar actividades después de las 18:00. Eso da como resultado que el costo del transporte público se encarezca para ellas en $1,40 por viaje. Mientras que para los hombres el costo adicional llega a $1, por la inseguridad.

Por otro lado, los tiempos de espera para las mujeres, que tienen más obligaciones en el hogar y menos ingresos, resultan más caros. Así, cada subida en un bus representa al menos $1 más para ellas por ese motivo.

El valor total

Con esos argumentos, en un día cualquiera, tanto hombres como mujeres parten del mismo precio del pasaje: $0,25.  Pero al sumar los costos adicionales por tiempo de espera, acoso y problemas de seguridad, el monto para ellas llega a $2,65. Para los hombres: $2,05.

“Las mujeres, por lo general, tienen que combinar durante su día actividades del hogar con las laborales, lo que las hace ‘pobres de tiempo’. Esta escasez de tiempo se ve intensificada por la incertidumbre que rodea a los servicios de transporte”, puntualiza el estudio del BM.

Rosa Simbaña, empleada doméstica, explicó que cada día debe viajar del norte al sur de Quito para llegar a su trabajo. “Cada pequeño retraso me quita tiempo valioso de mi trabajo y luego toca regresar los más pronto a la casa para atender a los hijos”, añadió. (JS)

El tiempo de traslado y espera de las mujeres es 25% más caro que el de los hombres.

¿Quiénes tienen más autos?

Según el estudio del Banco Mundial (BM), las mujeres valoran más tener un auto propio. Eso es resultado de que más del 60% de ellas no tienen esa ventaja.

Andrea Verdesoto, economista, explicó que esa realidad es otra arista de la brecha económica de género, la cual también incluye el bajo acceso al crédito y los menores ingresos.

 Esta situación, con menos facilidades para la movilización, hace que las ecuatorianas, en promedio, viajen 74 minutos diarios, frente a los 55 minutos de los hombres.

Asimismo, también deben caminar y esperar 42 minutos al día, frente a 10 minutos de sus pares masculinos.