La salud mental de los niños depende de los padres

PROBLEMA. La OMS advirtió que los grupos más vulnerables para una crisis psicológica por la Covid-19 son el personal sanitario, los ancianos y los niños y las niñas.

La afectación psicológica por la pandemia fue a nivel global; los adultos pueden reconocer que tienen un problema, pero los niños no. ¿Cómo darse cuenta de que algo pasa?

La pandemia, las clases en línea y la ola migratoria han afectado a los niños de manera directa. Para identificar qué pasa con ellos es necesario mejorar los niveles de comunicación en la familia y observar cambios en los comportamientos, que son las alertas más directas que pueden prevenir que el tema escale.

El psicólogo Edgar Paucar da recomendaciones para brindar ayuda, desde el propio entorno, a los más pequeños de la casa.

 ¿La pandemia y los cambios que ha traído de qué manera han afectado a niños y niñas?

La pandemia ha tenido un efecto a todo nivel y esto incluye a los adultos y los niños. Las condiciones cambiaron y nos vimos obligados a hacer una cuarentena y estar aislados, esto tiene un efecto directo en la salud mental y emocional de las personas.

El estar confinados en un espacio reducido eleva los niveles de estrés de manera significativa y esto repercute en las relaciones de bienestar social y familiar. Los problemas que podían haber existido previamente, como violencia doméstica, se vieron exacerbados.

¿Cómo sobrellevar estas nuevas condiciones ocasionadas por la pandemia?

La salud mental de los niños dependerá de la salud mental de los adultos, de los padres. Los humanos tenemos uno de los períodos de dependencia más largos que cualquier otra especie.

La forma de cuidar de los niños es cuidándose uno mismo y asegurándose que para cualquier situación que me sobrepase necesito buscar ayuda externa y, también, a través de los apoyos naturales que tenemos, es importante cultivar las relaciones familiares y de afecto.

Las rutinas son importantes, sobre todo las saludables. No se debe descuidar otras áreas de la vida, por ejemplo, no solo trabajar, para evitar que afecte a la vida personal.

¿Cómo mejorar las relaciones y el tiempo de estudio virtual de los menores que pasan más tiempo en internet?

La educación debe ser integral, que no solo toque la dimensión intelectual, sino también la emocional y la lúdica. Áreas como el arte y la actividad física se han visto impactadas con este cambio. Incluso, a veces, estar dentro del aula es limitante, no se diga frente a la pantalla. Es complicado obligar a un niño a estar por varias horas en una clase frente a una pantalla y mantener la atención, porque el nivel va a fluctuar.

Lo mejor sería reducir las sesiones de aprendizaje intercaladas con espacios de descanso, alejados de la pantalla.

¿El regreso a clases también requiere un proceso de transición?

La mayoría de los niños está feliz de volver al ambiente natural, donde pueden interactuar con sus pares. Habrá casos en los que se acostumbraron a no ir a la escuela y les va a costar, pero será un proceso de adaptación o readaptación, no solo de ellos, sino de todos.

El acompañamiento, de padres y maestros, en el aspecto emocional es lo principal. Eso puede hacer la diferencia.

¿Cómo reconocer si los pequeños se han afectado con la migración?

Estar atentos a cualquier cambio brusco, sobre todo en el estado de ánimo. Los padres tienen que estar atentos a las señales verbales y no verbales, como cambios de humor, conducta, disminución de apetito, problemas para conciliar el sueño o desinterés por actividades con las que antes se divertía.

El niño posiblemente esté expuesto a un trastorno de adaptación, ligado al estrés, que cualquier persona puede sentir frente a un evento que amenace su estabilidad.

En la ola migratoria de los 90 se vieron afectados los menores y se dieron casos, incluso, de suicidios. ¿Cómo prevenir y evitar que esto ocurra?

Es importante que se queden a cargo de familiares que sean capaces, de alguna forma, de suplir ese arraigo familiar y emocional. Y en las escuelas también ver a los niños como seres humanos, no solo como personas que ocupan un espacio, que deben alcanzar una nota para pasar un año. Deben estar atentos a sus necesidades emocionales.

También deben abrir espacios en los que los niños se puedan insertar en la comunidad de manera sana, a realizar actividades deportivas, artísticas de cualquier índole, que les permita interactuar con otros niños de su comunidad y de esa manera ser un apoyo en espacios que debería proveer cada autoridad. (MR)

“El acompañamiento a los niños en el aspecto emocional es lo principal. Eso puede hacer la diferencia”.

“En la migración, los niños pierden la relación directa de sus padres en el momento de sus vidas que más los necesitan”