El paro de la Conaie afectó a 18 millones de ecuatorianos y deja un Ecuador herido y polarizado

EJECUTIVO, Francisco Jiménez, el negociador del Gobierno.
Francisco Jiménez, ministro de Gobierno.

En la movilización se acentuó la polarización entre el sector indígena y el mestizo.

El Gobierno nacional y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) pusieron fin a una movilización nacional que duró 18 días y afectó a 18 millones de ecuatorianos. Este jueves 30 de junio de 2022 las partes en conflicto suscribieron un acuerdo de paz.

Previo a alcanzar varios compromisos, durante los días que duraron las protestas, las posiciones intransigentes imperaron y eso evitó que el impasse se resuelva en menos tiempo.

Arturo Moscoso, abogado y politólogo, opinó que “solo por ahora” el problema ha llegado a su fin.  Dijo que aún existen necesidades estructurales de la sociedad ecuatoriana que deben ser atacadas.

Mencionó, por ejemplo, una profunda desigualdad e inequidad por ausencia del Estado en los servicios que debe prestar. “Mientras estas deudas no se solucionen, estos acuerdos son parciales; hay que pensar en soluciones definitivas a esta problemática”.

En todo caso, espera que el acuerdo rinda frutos.  “Pero sin una solución de fondo con un enfoque social urgente en salud o educación será difícil que (las movilizaciones) no vuelvan, quizá no este año, ni el próximo, pero tarde o temprano ocurrirá”, alertó.

La crisis se pudo evitar

Rodrigo Jordán, analista político y docente universitario, consideró que esta crisis en la cual Gobierno y Conaie midieron fuerzas se pudo evitar dado que la sociedad ecuatoriana post pandemia fue débil; hubo desempleo y pobreza sobre todo en el agro.  La lucha bilateral entre ambos sectores en conflicto que duró 18 días terminó afectando a 18 millones de ecuatorianos.

La Conaie si bien se dice representante de las nacionalidades indígenas su base es de alrededor de 1 millón de personas asentadas en la Sierra y en la Amazonía. No es una organización que representa a todos los pueblos indígenas, añadió Jordán.

Las pérdidas

El paro dejó cerca de mil millones de dólares en pérdidas, empresas detenidas que despiden a trabajadores,  y población que no tenía asegurado los alimentos.

Jordán, quien dijo que estas manifestaciones dejan a un Ecuador herido, coincidió con Moscoso de que además se acentuó la polarización entre el sector indígena y el mestizo.

CONAIE. Leonidas Iza, el negociador de las demandas indígenas.
CONAIE. Leonidas Iza, el negociador de las demandas indígenas.

 Más puntos por resolver

A diciembre de 2021, cifras del  Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelan que casi el 63% de la población rural vive en la pobreza.

En algún momento, de manera potente, el Ecuador debe tratar el tema porque la verdadera crisis está en la ruralidad, donde viven las nacionalidades indígenas. “Las cifras del INEC son alarmantes y ningún Gobierno se ha atrevido a afrontar el problema de manera integral”, aseveró Rodrigo Jordán.

La pobreza en el sector urbano llega al 20%, pero en el sector rural alcanza el 42.4%. La pobreza extrema en las ciudades es del 9%, y en el sector indígena es del 20.3%.

También se debe abordar con premura la penetración del narcotráfico y grupos violentos en la política y en las instituciones del Estado, agregó Arturo Moscoso.

Inversión social

Para Ana Patricia Muñoz, directora ejecutiva de la fundación FARO  encargada de promover políticas públicas para construir una sociedad más democrática,  este es el comienzo de una etapa “ojalá” de reconciliación y de saber que en el Ecuador pueden existir puntos de vista distintos. Aclaró que en ningún escenario es aceptable promover discursos de odio y de exclusión. Además, dijo que se debe  dar seguimiento a los acuerdos.

Señaló que es momento de ser optimistas y confiar  que el nuevo escenario que se viene será diferente. “Si lo que ocurrió no fue un sacudón para que las cosas cambien, entonces ¿qué podría serlo?”, cuestionó (SC)

‘No  impunidad’

Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia del Ejército, opinó que el Estado no debería olvidar cómo los actores y dirigentes sociales han cometido un sinfín de delitos contra la propiedad privada, delitos de terrorismo, posesión de armas de fuego, paralización de servicios básicos. Esto no puede quedar en la impunidad y debe ser llevado ante la Justicia.  “La Justicia tiene la obligación moral de defender a los ecuatorianos”, agregó.

Indicó que el Gobierno debe ser enérgico y emprender una reingeniería “total”, porque, incluso, el presidente Guillermo Lasso se dio cuenta que su gabinete no funciona, y allí existe un grave problema.

A partir de esta crisis, Pazmiño comentó que el Estado debe aterrizar y caminar en el territorio para ver de cerca los problemas y comprometerse con la problemática social.

Además, dijo que Leonidas Iza engañó al movimiento indígena, trajo a sus bases a una marcha supuestamente pacífica que derivó en actos terroristas. “Confundió a su gente,  les dijo que iban a reclamar diez puntos, pero el  objetivo era derrocar a Lasso”.

Para Pazmiño, el movimiento indígena y Pachakutik se acaban de enterrar políticamente, porque en la población se creó un malestar hacia ese sector.

A diciembre de 2021, cifras del  INEC señalan que casi el 63% de la población rural vive en la pobreza y en la pobreza extrema.

“En algún momento, de manera potente, el Ecuador debe abordar el tema indígena porque la verdadera crisis del Ecuador está en la ruralidad donde justamente viven las nacionalidades indígenas”,

Rodrigo Jordán,  analista político y docente universitario