La joven desapareció en 2012. Su captor y asesino señaló que los restos estaban en la quebrada Bellavista, norte de Quito.
«Ya se completó la docena de fiscales que han pasado por el caso de mi hija». Así lo señala con impotencia Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde.
La joven de 18 años desapareció hace ocho años. La mañana de este 20 de mayo de 2021, vestida de negro y con caminar pausado, Rodríguez llegó hasta la quebrada Bellavista.
En ese sitio del norte de Quito, Jonathan Carrillo —asesino y secuestrador de Juliana— confesó en una de sus versiones haber dejado ahí el cuerpo de la joven. El sentenciado era pastor evengélico de la iglesia a la que Juliana y su familia asistían.
Cuando le pidieron que especifique el punto, el pastor se acogió al derecho al silencio y evitó dar detalles.
Grupos especializados
Miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), personal de Emaseo y dos canes de rescate llegaron al lugar.
Las indicaciones de los grupos fueron bajar al sitio realizando una limpieza de la maleza. En caso de hallar osamentas o cualquier tipo de resto hay que entregársela a un antopólogo forense que acompañó a los rescatistas en el descenso, por la quebrada.
Los grupos policiales evitaron detallar el tiempo que tomaría la búsqueda. Sin embargo, Rodríguez dijo que el caso de Juliana no se cierra hasta encontrar los restos, pues es parte de la reparación integral de la familia.
Sentenciado a 25 años
Juliana Campoverde, desapareció el 7 de julio de 2012, en la avenida Ajaví, al sur de Quito.
En julio de 2019, la Corte de Pichincha sentenció a Jonathan Carrillo a 25 años por secuestro extorsivo con resultado de muerte. (AVV)