La repatriación de los menores que son obligados a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos tarda. Incluso volver con sus familias, en su país de origen, representa riesgos.
En septiembre de 2021, Christopher, un ecuatoriano de 13 años, fue rescatado en el cruce fronterizo de México con Estados Unidos. El joven cuya familia se encuentra en Tambillo (Pichincha-Ecuador) permaneció en un centro de acogida de jóvenes –que como él migraron solos– en México.
Este caso fue citado por el viceministro de Movilidad Humana, Luis Vayas, quien visitó estos pasos fronterizos, pues señala que el trabajo de las embajadas es fundamental para la reunificación familiar, ya que existen menores que incluso viajan sin documentos.
Además, no es lo mismo un niño de dos años, que un adolescente de 17 años”, detalló el Viceministro.
Christopher viajó desde la Sierra ecuatoriana ‘de la mano’ de coyoteros. Los transportaron desde ciudad de México a la frontera en una furgoneta repleta de migrantes (se conoce que algunos mueren por la falta de oxígeno mientras son transportados). El vehículo fue interceptado por la policía fronteriza y miembros del Instituto Nacional de Migración (INM).
Aunque el menor dijo tener familiares en Estados Unidos no fue posible que vaya a donde ellos, ya que no están regularizados. Así que Christopher volvió a Ecuador.
Vayas dijo que lamentablemente nada les asegura que el menor no vuelva a intentar cruzar de nuevo la frontera, ya que no solo la pobreza es un factor para intentar ir a Estados Unidos, también es el interés por reencontrarse con sus familias que ya han logrado cruzar.
Custodias lejos de casa
En caso de no encontrar un familiar para la reunificación legal, los niños ecuatorianos que migran solos se pueden quedar bajo la tutela del país dónde fueron detenidos.
Esto porque los menores son considerados población vulnerable, por lo que no pueden ser repatriados con el mismo proceso que tendría un adulto.
Los menores tienen dos opciones. Si son encontrados en la frontera con Estados Unidos y se establece que sus familiares están en condición regular en dicho país, se inicia un proceso de reunificación familiar.
Pero si sus parientes no cuentan con papeles, los menores son llevados a centros de estancia provisional. Ahí pueden permanecer más de un mes mientras se contacta a su familia en Ecuador para que vuelvan.
Ana Beltrán, sicóloga infantil, indica que este es un proceso que conlleva afectaciones sicológicas para los menores, tanto por lo que implica la migración irregular, como el pasar a una casa de acogida fronteriza.
Algo que critica la experta en menores es que n9o existe una ley específica contra las familias que hacen esto. “Se les podría seguir un proceso por negligencia, pero no pasa, porque por lo regular, los niños que migran solos no viven con sus padres y los familiares-cuidadores comentan que desconocen lo que pasa, que los padres que ya cruzaron contactan al coyotero y los cuidadores solo hacen lo que los padres –desde Estados Unidos– piden”.
Un ejemplo de esto es el caso de las dos niñas ecuatorianas cuyas imágenes se volvieron virales cuando se vio como los coyoteros las lanzaron por un muro. Sus cuidadores, en Loja, dijeron desconocer lo que pasaba o hacia dónde iban las niñas menores de cinco años.
Para Beltrán, el levantar procesos por negligencia no es un recurso para criminalizar a las familias. “Si no que permitiría un proceso de seguimiento para evitar que los niños vuelvan a ser expuestos”.
Niños que migran solos
Son vulnerables a:
- Ser detenidos
- Estar expuestos al crimen organizado o al tráfico de personas
- Sufrir violencia y discriminación
- Pasar hambre y frío
- No tener acceso a servicios de salud
Aproximadamente 50 menores de edad, ecuatorianos, se encuentran en custodia mexicana.
En los datos entregados durante la inauguración de la XXI Mesa Nacional de Movilidad Humana (septiembre de 2021) se detalló que 8.700 menores salieron del Ecuador y no volvieron.