Mientras los gobiernos del continente se mantienen a la espera de las actas, el régimen de Maduro arrecia las acciones de represión y abusos contra la libertad de expresión.
Luego de 10 días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro se ha transformado en lo que podría ser catalogada como la primera dictadura socialista en el continente americano en el siglo XXI.
Las elecciones realizadas el pasado 28 de julio de 2024 siguen en tela de juicio y a pesar de las solicitudes internas y externas de publicación de las actas de las mesas de votación, el régimen sigue sin publicarlas para su posterior auditoría.
La represión en las calles contra aquellos que manifiestan su rechazo a Maduro se hace cada vez mayor y el número de detenciones y desapariciones forzadas sigue incrementándose.
Adicionalmente, las presiones a periodistas y medios de comunicación para censurar y cercenar el derecho a la libertad de expresión, ya no se limita a los comunicadores. El monitoreo a las redes sociales ha acrecentado el silencio en la población para evitar ser detenidos por las fuerzas del orden público.
El candidato presidencial opositor Edmundo González y la líder de la Plataforma Unitaria Democrática, María Corina Machado, enviaron este lunes un comunicado dirigido a los venezolanos y a las fuerzas del orden público para que “atiendan sus deberes institucionales” y respeten la voluntad popular expresada el domingo 28 de julio.
Las autoridades chavistas inmediatamente actuaron abriendo una nueva investigación en contra de los líderes opositores, ahora por el presunto delito de “conspiración, instigación al odio y a la desobediencia de las leyes”.
Venezuela sin institucionalidad
La historiadora y analista política, Margarita López Maya, en una entrevista con LA HORA destacó que la institucionalidad en Venezuela ha estado bajo ataque desde la llegada al poder de Hugo Chávez Frías, en 1999.
Explicó que durante el período de Chávez se llevó adelante un proceso de desinstitucionalización, pero con Maduro, “ya entras directamente a una acción planificada para destruir las instituciones. Por ejemplo, aquí no hay ningún tipo de alternancia y de independencia de las ramas del poder público”.
López detalló que, en Venezuela, “se toma el teléfono y se llama a los magistrados de la Corte Suprema. Se cambian cada vez que el régimen lo necesita. No hay independencia del Legislativo. Simplemente levanta la mano, prácticamente no hay debate”.
Al evaluar la labor de otras instituciones del Estado, la académica puntualizó que “el Defensor del Pueblo, es un defensor del gobierno de Maduro, nombrado por él, y las autoridades del poder electoral son directamente nombradas por el chavismo. En este momento el presidente del Consejo Nacional Electoral (Elvis Amoroso) le debe su puesto a que cuando él fue procurador de la Nación, él inhabilitó a María Corina Machado políticamente”.
Maduro encabeza un régimen “sultanístico”
Al revisar las características del modelo de gobierno de Nicolás Maduro, Margarita López Maya acotó que se está transformando en un régimen “sultanístico”, del que es difícil de salir a través de las fórmulas democráticas.
Puntualizó que “la característica de la naturaleza del reino de Nicolás Maduro, es un autoritarismo bastante extremo, tiene rasgos totalitarios y sultanísticos”.
López detalló que estos regímenes se caracterizan por la destrucción de todo el tejido institucional y social, para preservarse y perpetuarse en el poder. “No existe fuerza en la sociedad, ni árbitros capaces de controlar el poder desmedido, concentrado en el Ejecutivo”.
Acotó que es muy difícil llegar a una transición democrática por la vía pacífica. “No es imposible porque sabemos que políticamente siempre hay recursos, pero empíricamente, lo usual es una salida violenta”.
Mayor presión internacional contra el régimen
La historiadora y académica destacó que en la actualidad una de las pocas salidas que puede tener Venezuela, para que la solución no lleve a la violencia, es a través de la presión internacional al régimen.
“Estamos a la espera de que la comunidad internacional empuje a Maduro a que acepte esas actas, porque son las actas del Consejo Nacional Electoral; o en su defecto nos muestre otras actas, pero no las pueden mostrar, porque tiene las mismas que tenemos nosotros. Ese es el problema”, sentenció.
Indicó que el llevar las actas ante el Tribunal Supremo de Justicia, a través del recurso que inició la semana pasada, tiene como objetivo que estos documentos pasen a la reserva. “Ya están decretadas como un secreto sumarial de un juicio, para no mostrar la información”.
Desde su punto de vista, “la comunidad internacional tiene que seguir negociando, empujando, comunicando, solidarizándose y reconociendo que el presidente electo en Venezuela es Edmundo González”. (ILS)
El correísmo es la versión ecuatoriana del chavismo, dice Jorge Ortiz
El periodista internacional, Jorge Ortiz, al evaluar la actual situación de Venezuela, coincidió con López Maya en que este proceso comenzó con la llegada de Hugo Chávez al poder y el asesoramiento del dictador cubano, Fidel Castro.
Explicó que Castro y Chávez diseñaron un procedimiento que “mediante los mecanismos de la democracia, podían tomar el poder y destruir la democracia desde adentro para implantar un régimen socialista”.
Acotó que el proceso es “lento y gradual”, pues debe ir midiéndose la resistencia y el ánimo de la sociedad para seguir implantándolo, “por eso en Venezuela se han demorado 25 años”.
Al revisar la posibilidad de una salida a través de la presión internacional, Ortíz señaló que no es posible: “Lamentablemente y muy penosamente para América Latina, el multilateralismo ha perdido todo valor práctico”.
Señaló que durante mucho tiempo fue importante en América Latina para el mantenimiento de las democracias, pero “en este momento el multilateralismo ya no existe”.
Alertó que la estrategia de los presidentes de México, Colombia y Brasil de solicitar las actas para el reconocimiento de los resultados, “lo que están haciendo ahora es facilitando a Maduro el tiempo necesario para forjar las actas y luego decir que ha ganado Maduro”.
Ortíz precisó, además, que a diferencia de Venezuela, donde las Fuerzas Armadas se han entregado al régimen, en Ecuador, “mientras tengamos Fuerzas Armadas profesionales y haya un porcentaje de la población consciente del riesgo del correísmo, que es la versión ecuatoriana del chavismo, no regresarán al poder”.
Alertó que “si cometemos el error alguna vez de permitir el regreso del correísmo, pues caeremos muy rápidamente en el chavismo y lo lamentaremos”.