Negocios de Quito que cerraron por el paro acumulan pérdidas

Dos letreros metálicos de esta papelería fueron robados para ser usados como escudos. Cada uno cuesta $40.
Dos letreros metálicos de esta papelería fueron robados para ser usados como escudos. Cada uno cuesta $40.

Las zonas donde manifestantes y fuerzas del orden tenían enfrentamientos dejaron negocios vandalizados y sin ganancias.

 Con el fin del paro nacional, más de una persona dice tener una sensación de calma, pero para los dueños de negocios terminó un calvario de 18 días.

“Yo no salía de mi casa, más que para ir a la tienda”, dice Mariana Chávez, moradora del sector El Dorado, en el centro de la capital.

Aunque ella dice sentir “alivio” porque el paro haya terminado, son los dueños de negocios – especialmente de las zonas de conflicto­– quienes han tenido un respiro después de 18 días de pérdidas.

A las afueras de la Universidad Salesiana, que acogió a cerca de 4.000 manifestantes de comunidades indígenas, Tatiana Alba tiene un kiosko en el que vende golosinas, pasabocas, agua embotellada y hasta mascarillas. Ella abrió el primer día del paro nacional, pero tuvo que cerrar de inmediato. “La Policía un día lanzó bombas lacrimógenas y por eso decidí ya no abrir. Además, sin las universidades abiertas también se pierde”, dice.

Con un bebé en brazos, la mujer relata que los días sin trabajar le han representado pérdidas de casi 800 dólares. Ante esto, le pidió al dueño de casa que le dé más tiempo para reunir para el arriendo. De lo contrario “no voy a poder pagar otras cosas como la luz, el agua y el teléfono”, señala.

A unos metros de Alba está Johana Escobar, quien tiene un puesto similar y sus pérdidas representan un sueldo básico: 425 dólares. “No se abre, no se come”, enfatiza.

Millonarias pérdidas

En Quito, la economía sufre los estragos de los días de paro nacional convocado por la Conaie.

El transporte municipal, por ejemplo, dejó de percibir 1,3 millones de dólares. Además, se necesitan 50.800 dólares para reparar los parabrisas, llantas y arreglar las paradas grafiteadas del  centro-norte de la capital.

Para reparar los parques, calles y espacios públicos, en donde los manifestantes levantaron los adoquines, se requiere casi un millón de dólares.

Mientras que negocios ligados al turísmo, como los hoteles, reportan pérdidas por 18 millones de dólares,  de los cuales, 3,9 millones son en restaurantes y bares.

Los negocios que hay en los alrededores de la universidad Salesiana cerraron y tienen pérdidas de hasta $800.
Los negocios que hay en los alrededores de la universidad Salesiana cerraron y tienen pérdidas de hasta $800.

Deudas y daños

Lucy Sánchez es empleada en una papelería ubicada en la avenida 12 de Octubre. Dice que a diario tenían un promedio de ganancias de 200 dólares. Eso es lo que se perdió durante las protestas. A eso se suma que los manifestantes se llevaron dos letreros metálicos “para hacer escudos”; que tienen un valor de 40 dólares cada uno.

“Venían (los manifestantes), un poco agresivos. Cuando quisimos abrir estábamos con la incertidumbre de que en esta calle, como es principal, pueda pasar algo”, resalta.

Testimonios como estos se repiten incluso en calles alejadas de la zona donde permanecían los protestantes. El dueño de una cafetería que funciona en la avenida Colón, señala que no le alcanza “ni para pagar la luz” y que tuvo que llevar un cilindro de gas de su casa al negocio “porque hubo escasez”.

LA HORA solicitó una entrevista con el Procurador del Municipio para que detalle el proceso que se toma en estos casos y quién se hace cargo de los daños que sufrió la ciudad. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Mientras tanto, hasta el 1 de julio de 2022, la zona del conflicto que abarca la Casa de la Cultura Ecuatoriana, las avenidas Patria, 12 de Octubre, América, lucían llenas de basura, piedras, aceras quemadas, vidrios y otros elementos que dan muestra de 18 días que – como en octubre de 2019– dejan millonarias pérdidas en la capital. (AVV)