Mujeres y niños ganan con el retorno presencial de las guarderías

Guarderías gratuitas son aliadas de madres trabajadoras
Guarderías gratuitas son aliadas de madres trabajadoras

Esto aporta al desarrollo económico de las mujeres que destinan 88 de cada 100 horas al cuidado de los hijos. Los hombres destinan apenas 12 horas.

De un total de 66 actividades destinadas para el propio hogar y cuidado de los hijos, 51 lo realizaron en mayor proporción las mujeres.

Según el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) de cada 100 horas, las mujeres destinan 88 y los hombres 12 horas a estas actividades. Con la pandemia y el cierre de escuelas y centros de cuidado infantil la brecha  entre roles de género dentro del hogar se agudizó.

Que las mujeres no deban abandonar sus trabajos o carreras profesionales por el cuidado de los menores en casa ha sido una de las principales motivaciones para darle impulso al retorno progresivo a las aulas, dice María Brown, ministra de Educación.

Por otra parte, quienes tienen hijos más pequeños requieren de guarderías o centros de desarrollo infantil (CDI). En Ecuador, es el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) el ente regulador de estos espacios de acceso gratuito.

En el país hay 2.017 CDI a escala nacional. Debido al coronavirus, estos sitios operaron de manera virtual. A finales del año 2021, volvieron a la presencialidad 152 centros y, hasta abril de 2022, hay un total de 1.403. Esto significa que el 70% de los CDI ya está en presencialidad.

Para junio se prevé que todos los centros estén operativos y cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad. Eso significa que deben contar con señalética, lavamanos e insumos como alcohol en gel y más.

Aproximadamente 260 mil niños y niñas de 0 a 3 años acuden a los CDI.

Impulso económico

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que cuando la cantidad de mujeres que salen al mercado laboral aumenta día a día, hay amplios sectores necesitan de la ayuda del Estado para afrontar ese gasto.

“Las políticas gubernamentales para los centros de desarrollo infantil, tanto en relación a subsidios como a la cantidad de vacantes disponibles y a precio accesible, son clave”, señala el BID, ya que representan unas de las herramientas más importantes para alentar la participación de las madres en el mercado laboral, así como para mejorar el desarrollo cognitivo de los niños, en especial en sectores de bajos recursos.

Que las familias tengan acceso a centros de desarrollo infantil –señala el BID– favorece a la economía de cada país.

Ana Riera, psicóloga educativa, dice que se requiere un estudio poblacional para determinar en dónde y qué tipo de centro infantil se requiere. “La infraestructura, los planes nutricionales dependerán de la población. Hace falta mucho trabajo en el área rural”.

Según el Gobierno Nacional, la reapertura de los CDI permite generar planes de alimentación, por lo que son claves para el proyecto ‘Ecuador Libre de Desnutrición Infantil’.

Para Riera, una de las principales políticas que se debe tomar para la reactivación económica, en Quito, es la repotenciación y reapertura de los ‘Guagua Centros’, programa que fue impulsado por María Fernanda Pacheco, expresidenta del Patronato San José, pero que desapareció en 2020, durante la administración de Jorge Yunda, y que en la gestión del alcalde, Santiago Guarderas, tampoco se ha retomado.

En estos establecimientos, 720 educadoras y otras 360 personas de apoyo eran parte de la educación para niños y niñas de entre 1 a 5 años, a los que acudían unos 9.000 menores. (AVV)

Solo el 6,4% de los niños realiza actividades de estimulación con su papá. El 50,6% lo hace con la madre.