Perros rescatados ‘salvan’ a mujeres sobrevivientes de violencia

Impacto. Desde 2019, 46 mujeres han sido víctimas de violencia han accedido a un perro entrenado para proteger.
Impacto. Desde 2019, 46 mujeres han sido víctimas de violencia han accedido a un perro entrenado para proteger.

Los animales representan protección, pero también un estímulo para la salud mental.

Un perro de la calle puede convertirse en el guardián de una mujer que ha sido víctima de violencia de géneroEn Ecuador, 1 de cada 6 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia. Por eso, el proyecto ‘Violeta’ de la fundación Acción Rápida NO Violencia (Arnuv) entrena a canes para que les proporcionen seguridad.

Alberto Núñez, director de Arnuv, dice que este trabajo se enfoca en dos ejes. “No solamente cuidamos o intentamos velar por la integridad de mujeres, sino que también de perros que se encuentran en la calle, en albergues. Entonces, a estos perritos los rescatamos, les damos un adiestramiento en seguridad y protección”, detalla.

Una vez que han sido educados pueden ir al hogar de una mujer “para que les sirvan de protección”. Pero, además de cuidarlas, también funcionan como un soporte emocional y terapéutico. La atención es gratuita.

“Está demostrado que el hecho de tener un perro e interactuar con él, estimula y aumenta en el cerebro la dopamina, la oxitocina, la endorfina, la serotonina, conocidas como las hormonas responsables de la felicidad”, explica Núñez.

 Proceso para ser una usuaria

Las mujeres interesadas en acceder a estos perros deben pasar por distintos filtros. Primero se les realiza una evolución psicológica, para que los miembros de la fundación se aseguren que los perros terminen en las manos correctas.

Luego se realiza una entrevista con Núñez. El filtro ‘etológico’ es sobre la parte canina. Tanto la mujer como el perro necesitan tener 180 horas entre lectivas y prácticas.

Para las que son parte del proyecto la experiencia es transformadora, pues el proceso les devuelve la seguridad para continuar con sus vidas.

Arnuv no es un albergue para perros. El proceso consiste en que cuando alguien busca ser parte del programa se hace la selección y entrenamiento de un can. “No podemos imponerles algo, porque eso también es ejercer violencia”, agrega Núñez.

Fuerza progresiva y cariño constante

Al visitar la fundación un perro se muestra juguetón y cariñoso. Y es que el entrenamiento no hace que los animales sean agresivos, ya que el objetivo “no es darle más problemas a la mujer”, dice Núñez.

Lo que hace el perro es usar su fuerza de manera progresiva. “Si el agresor no mide el peligro con el perro, pues ahí sí el perro le derriba, le tumba e inhabilita al agresor”.

Además, las mujeres que tengan un perro y requieran este adiestramiento en seguridad pueden llevarlo a la fundación.

Da clic para contactar a la fundación

Periódicamente se realizan entrenamientos al aire libre donde mujeres y niñas pueden asistir.
Periódicamente se realizan entrenamientos al aire libre donde mujeres y niñas pueden asistir.

  Ninari: un proyecto de jiu jitsu para mujeres

En agosto de 2019 nació Ninari Jiu-Jitsu, un proyecto enfocado en la defensa personal de las mujeres, prevención y erradicación de la violencia de género.

Su coordinadora, Amanda Villavicencio, señala que este grupo –además de enseñar Jiu-Jitsu, una disciplina de arte marcial– se ha convertido en un grupo de apoyo que durante la pandemia reforzó su espíritu de sororidad y empoderamiento. “Se ha convertido en una ‘parcería’ profunda. Cuando hay un colectivo que te respalda te sientes segura de una manera diferente”, dice Villavicencio.

El colectivo imparte clases gratuitas y también realiza sesiones en parques de Quito, aunque su propósito es ir a otras ciudades. Una de esas es Cuenca donde ya realizaron jornadas de entrenamiento.

A estas jornadas pueden asistir mujeres y niñas. Ahí se enseñan técnicas básicas de defensa, como por ejemplo, qué hacer durante un ataque sexual. (AVV)

Para saber más sobre Ninari

La fundación Arnuv también da apoyo psicológico y asesoría legal, independientemente de que la mujer quiera o no adoptar un perro.
Los perros son entrenados para proteger, usan su fuerza de manera progresiva. No son agresivos.

“Parte de las clases que reciben nuestras usuarias es formándoles para que entiendan el por qué de un comportamiento del can. Y también les enseñamos a manejar perros de seguridad”. Alberto Núñez, director de Arnuv.