La mujer es subvalorada, aún con una medalla olímpica

Las pesistas olímpicas Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios.

Lo sucedido durante el homenaje a las medallistas ecuatorianas de Tokio 2020 abre un debate, sobre el no entender la dimensión de las mujeres deportistas.

“La sociedad aún no toma en serio los logros deportivos de dos mujeres, de dos mujeres negras”, es la impresión de directora de Fundación Desafío, Virginia Gómez de la Torre.

La activista por los derechos de las mujeres hace referencia a lo ocurrido durante el homenaje a Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios, quienes ganaron una medalla de oro, una de plata y un diploma olímpico (respectivamente) en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Minimizar los logros

Las deportistas viajaron 20 horas para llegar a Quito, el 4 de agosto de 2021, para emprender una caravana desde Tababela hasta el estadio Olímpico Atahualpa. Ahí, donde debían ser homenajeadas, el presentador del evento les pidió hacer una demostración de levantamiento de pesas.

El hecho causó indignación en redes sociales, donde los internautas coincidían en que el pedir una demostración de levantamiento de pesas es irrespetuoso con ellas.

El hecho, sin embargo, va más allá –y pudo haber sido más de uno quien lo cometiera­–, pues refleja lo poco preparada que está la sociedad para tratar los logros de las mujeres, conocer sobre la cultura afroecuatoriana y mantener la visión del cuerpo de la mujer como motivo de espectáculo.

Tres mujeres activistas hablan sobre este hecho y cómo se logra erradicar patrones culturales que invisibilizan lo conseguido por una mujer.

‘Ellas ya demostraron lo que tenían que demostrar’

Virginia Gómez de la Torre, directora de Fundación Desafío, dice que lo hecho durante el homenaje tiene que ver, desde el enfoque de género, con una subvaloración de lo que es la mujer ganando medallas y convirtiéndose en un referente nacional.

“Ni siquiera habiendo venido con medallas de oro y plata se ve al hecho como algo tan grande, que no se puede minimizar a un show o demostración. Otro cosa que se refleja es que vivimos en una sociedad machista y patriarcal, que piensa que el cuerpo de la mujer es motivo de explotación, de burla o subvaloración”, agrega.

“Lo logrado por estas deportistas es simbólicamente muy fuerte. Siempre nos dicen que las mujeres no podemos levantar mucho peso como los hombres. Nos dicen: ‘Si hay que levantar un quintal de algo, nos llaman a nosotros’. Y yo digo: Entonces alcen lo que alzaron estas deportistas. Y eso demuestra que estamos en la capacidad, si nos entrenamos”, agrega.

‘Hay un sesgo por vía doble’

A Silvia Buendía, abogada defensora de los derechos humanos, lo que más le molesta es, primero, el tema de la demostración, que cree es un: “Te vamos a creer cuando lo veamos”.

“Segundo, yo que no soy deportista entiendo que no puedes hacerlo sin calentamiento, entonces que ellos no lo sepan es absurdo. No creo que al presentador haya que atacarlo y cancelarlo, pero debe servir como llamado de atención de que así no se puede tratar a una atleta de renombre mundial. Medallista de oro en las olimpiadas”, comenta.

A Jefferson Pérez (ganador de medalla de oro en 1996), a Richard Carapaz (medallista y ganador del Giro de Italia), ni al ‘Chito’ (Marlon) Vera (peleador de la UFC), no les han hecho eso, subraya Buendía.

“Entonces, sí hay un sesgo que me parece que va por vía doble: por ser mujeres y segundo por ser mujeres afros. El tema por ejemplo es la poca preparación y la poca capacidad de conocimiento que la prensa en general da del turbante afro. No es cintillo, no es diadema, es turbante y tiene una historia que valdría la pena resaltar”, señala.

“Como todos los patrones nocivos de nuestra sociedad, se cambian mediante la educación y aquí la comunicación debe educar a la gente y sensibilizar”, explica.

‘Ecuador, además de misógino también es racista’

Jaqueline Gallegos, miembro de AfroComunicaciones, dice que constantemente están disputándonos ser reconocidas por lo que hacen y no por su género.

“Ecuador, siendo un país tan misógino también es racista. Cuando pones dos elementos más, sobre el género, el racismo, ves a mujeres como ellas (medallistas olímpicas), doblemente vulneradas”, dice.

“Toda es una cadena de acoso, de que tengas que demostrar, que siempre estemos en dudas por ser mujeres haciendo un deporte que siempre se lo ha adjudicado a los varones. Y ellas nos acaban de demostrar que no es verdad. Nos han dicho desde su actuar que es un deporte y que todas lo podemos hacer”, reflexiona.

“A las mujeres nos cuesta tanto que nos valoren, que ni siquiera habiendo venido con una medalla de oro y una de plata, el presentador entendió que era tan grande que les puso al nivel de un show”.

Virginia Gómez de la Torre, directora de Fundación Desafío.

“La sociedad no es el problema. Es una falta de respeto enorme a una medallista pedirle una demostración, como diciendo: ‘Te vamos a creer cuando lo veamos’”.

Silvia Buendía, abogada defensora de los derechos humanos.