Las protestas en Colombia indican que el margen para una reforma tributaria integral, en la región, es muy reducido. La sociedad ecuatoriana debe debatir cómo ampliar su base de contribuyentes.
En total, 1’370.000 contribuyentes pagan impuesto a la renta en el país. De ese número, 100.000 representan más de la mitad de la recaudación, lo que incluye a 710 grandes empresas.
Así, menos del 17% de la población económicamente activa (PEA), o un poco más del 40% de los ecuatorianos con empleo adecuado, aportan con ese impuesto.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos internacionales recomiendan que se busquen mecanismos para ampliar la base de contribuyentes, es decir, que más personas paguen de acuerdo con sus ingresos.
Sin embargo, medidas en esa línea estuvieron entre las más criticadas de la fallida reforma tributaria colombiana.
Napoleón Santamaría, socio en Santamaría Abogados y docente universitario, explicó que las protestas y el caos vivido en el país vecino han establecido un nefasto precedente que incluso llegaría a poner en la congeladora cualquier intento de cambio estructural en el sistema de impuestos de la región
“Colombia es nuestro hermano mayor y deja sembrado un precedente terrible. Con lo sucedido con la reforma tributaria, que puede catalogarse de amplia y tal vez medio exagerada, se queda sin piso ni espacio cualquier tipo de esos cambios. Hay un creciente malestar ciudadano frente a la clase política”, dijo
En este contexto, el campo de acción para el presidente electo, según Santamaría quedaría solo en apostarle a la lucha contra la evasión, hacer una reducción pequeña de las deducciones y exenciones, y tal vez un impuesto específico para los mayores ingresos e incrementos patrimoniales.
“La meta de aumentar la recaudación en $2.200 millones en completamente inviable para 2022. Algo se podría conseguir con la venta y concesión de activos públicos. Por el lado de la reducción del gasto cualquier acción es impopular”, acotó.
Más contribuyentes debe ser una meta a mediano plazo
Pablo Villegas, abogado asociado en Solines & Asociados, comentó que la ampliación de la base de contribuyentes debe ser una meta progresiva, la cual puede comenzar a aplicarse en uno o dos años, dependiendo de la reactivación económica
“Aunque sea una medida poco popular, la sociedad ecuatoriana debe debatir como ir hacia un sistema más equitativo, donde entre más gano, más pago. Además, se deben llegar a consensos sobre su la base imponible puede bajar a $8.000 o $9.000 de ingresos anuales”, aseveró.
Actualmente, la base para el impuesto a la renta rige a partir de ingresos de $11.212, lo que equivale a más de $930 mensuales. El pago, en el rango hasta $14.000, llega a los $100 anuales.
Si se baja ese límite, los nuevos contribuyentes, con menos recursos, pagarían porcentajes mínimos. “Lo importante, más allá de los temas recaudatorios, es generar conciencia y responsabilidad. Más gente va a exigir al Estado que el gasto público sea eficiente”, añadió Villegas.
Para darle viabilidad social a medidas que hacen que más personas contribuyan al fisco, la contraparte debe ser que se establezca claramente en dónde se invertirá la recaudación adicional. (JS)
Cifras clave
De un total de 2’823.907 con empleo adecuado, solo 1’370.000 pagan impuesto a la renta
Alrededor de 100.000 contribuyentes, lo que incluye a 710 grandes empresas, representan más del 50% de la recaudación
Cada año, el impuesto a la renta genera entre $4.400 y $4.800 millones, es decir, alrededor del 40% de los ingresos tributarios
Una de las coberturas de impuesto a la renta más baja de la región
Según el informe de seguimiento del acuerdo entre Ecuador y el FMI, con corte al 31 de diciembre del 2020, el país tiene uno de los pagos de impuesto a la renta más bajo de la región, sobre todo dentro de los grupos de mayores ingresos.
Por eso, el multilateral recomienda un sistema con más progresividad y reducción de deducciones y exenciones
Así, además de bajar la base imponible, se establecen medidas como un 3% más de pago para los ingresos entre $11.000 y 27.000; y un 5% más para los que superan los $27.000 anuales