Error en la impresión de papeletas, difusión irresponsable de conteo rápido y creación de ‘acuerdos’ fuera de la Ley, fueron parte del proceso, que provocó pérdidas económicas y desconfianza.
Al cierre de una primera etapa del proceso electoral, una serie de errores cometidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) dejan varias lecciones que sus miembros deberán aprender y repasar antes de la segunda vuelta, que será el 11 de abril.
El proceso electoral avanza pese a las complicaciones de coyuntura: los ecuatorianos deben enfrentar el miedo de acudir a las urnas en medio de una pandemia y esto impacta en las cifras de ausentismo, que llegó al 19% en febrero.
En materia electoral está latente la inconformidad del movimiento indígena con los resultados, los recursos de impugnación presentados por la misma organización ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que siguen pendientes, y la amenaza de un paro nacional.
Un recuento
Pese a que el CNE ya proclamó los resultados, procedió con un recuento parcial de 31 actas y asegura que no habrá alteraciones en el cronograma electoral, la desconfianza en el proceso se fundamenta en los propios errores del organismo.
“Van desde la impresión fallida de papeletas electorales y la consiguiente pérdida de recursos económicos, pasando por la pugna interna y aquella sostenida con el Tribunal Contencioso Electoral. Además, la falta de reglamentación de las campañas digitales, en un momento en el que era fundamental regular la publicidad en internet y redes sociales”, detalla Mauricio Alarcón, abogado y director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD).
Alarcón hace mención a hechos puntuales. El 23 de enero, el CNE reconoció que seis millones de papeletas para binomio presidencial se imprimieron con errores, provocando una pérdida de recursos por $561.960.
Asimismo, el día previo a las elecciones, en pleno silencio electoral, candidatos como Xavier Hervas (ID), Andrés Arauz (UNES), Yaku Pérez (PK) y Guillermo Lasso (CREO) participaron de transmisiones en vivo e incluso pagaron por publicidad en sus redes sociales, alegando que la ley no lo prohíbe.
Más dudas que certezas
El anuncio de los resultados del conteo rápido tras la primera vuelta generó más dudas que certezas. Primero se declaró ganadores a Pérez y Arauz, pero luego la tenencia cambió y pasó Lasso, en vez de Pérez.
“La difusión irresponsable de los resultados de un conteo rápido, cuando la diferencia entre dos posibles finalistas era menor al margen de error, de la mano de la falta de publicación de las actas detalladas a través del sistema de difusión de resultados fue a sido la cereza del pastel de esta serie de errores que han afectado la credibilidad y la confianza en el resultado de un proceso electoral”, detalla Alarcón.
Adicionalmente, señala el experto, está el intento de acuerdo entre Lasso y Pérez, por fuera las atribuciones que la Ley le da al organismo electoral. Acuerdo que no rindió frutos.
Complicaciones
Previo el ejercicio democrático hubo complicaciones en el proceso de inscripción de las candidaturas. De las 23 agrupaciones que podían terciar por Carondelet, en una primera instancia, 19 decidieron hacerlo. Pero, 16 lo lograron.
Uno de los que quedó fuera fue el binomio de Juntos Podemos (Paúl Carrasco y Frank Vargas), que fue descalificado, pero apeló la decisión ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Y más sonado que ese fue la candidatura de Álvaro Noboa, que quedó fuera del proceso electoral.
A esto se suma la pugna interna entre el CNE y el TCE. El 6 de enero el juez Ángel Torres, del TCE, emitió una sentencia en la que dispuso la destitución de cuatro vocales del CNE: Diana Atamaint, José Cabrera, Luis Verdesoto y Enrique Pita, por el trámite de las candidaturas de Justicia Social, que impulsaba la postulación de Noboa a la Presidencia.
“Ese juego de decisiones en el CNE, ese show al momento de votar en los plenos y ese vaivén de posiciones respecto a un mismo tema no han hecho más que dañar poco a poco el sistema electoral del país”, comentó Esteban Ron, director de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional del Ecuador. (LGP)