En comparación con 2019, la velocidad de deterioro en el mercado laboral fue seis veces mayor, debido a la pandemia. A corto plazo es indispensable establecer programas de financiamiento para las empresas.
Una de las caras más duras de la crisis económica, como consecuencia de la propagación de la Covid-19, es el acelerado deterioro del mercado laboral. Durante 2020, se perdieron seis veces más empleos que en 2019.
Así, cada día del año pasado -en promedio-, 1.807 ecuatorianos dejaron de tener una ocupación formal, es decir, con al menos $400 mensuales, 8 horas diarias de labores y los beneficios de Ley (incluyendo afiliación al IESS).
Se profundizó
Lorena Arévalo, socióloga y emprendedora, comentó que la pandemia encontró poco preparados y productivos, sin cultura de ahorro, y con grandes vacíos en educación y preparación, a las personas, las empresas y el Gobierno.
“La crisis no comenzó con la Covid-19, solo se profundizó, se desnudó en toda su dimensión. Llevamos años, específicamente desde 2014, con un mercado laboral con menores oportunidades y malgastando nuestros pocos recursos”, acotó.
En 2019, que ya fue un año de crecimiento nulo en la economía, se perdió -en promedio- 322 empleos de calidad cada día; por otro lado, alrededor de 333 ecuatorianos se incorporaban a la Población Económicamente Activa (PEA).
Lo que supuso que cerca de 1.471 ecuatorianos pasaron cada día a la informalidad y al empleo no remunerado, en esta realidad, durante 2020.
Desafío a diez años plazo
Para evitar que la economía y el bienestar de los ecuatorianos continúen con una tendencia a la baja, se debe consensuar un esfuerzo a mediano y largo plazo, es decir, con miras a, por lo menos, los próximos 10 años.
Ese esfuerzo incluye mejoras sustanciales en los niveles educativos, cobertura de salud, acceso a internet y tecnologías, entre otros. Sin embargo, a corto plazo, es indispensable establecer programas de recapitalización o financiamiento para las empresas.
Luego del fracaso de ‘Reactívate Ecuador’, no puede demorar más la concreción de iniciativas, como conseguir recursos desde los organismos multilaterales o con el aval de ellos, para construir un fideicomiso para la recuperación productiva.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el 60% de las necesidades de liquidez de las empresas, en medio de la pandemia, se cubrieron con ayudas públicas y mecanismos de cofinanciamiento con el sector privado.
Ecuador no tiene ahorros ni moneda propia para expandir el gasto del Estado y entregar subsidios con el fin de evitar más despidos y cierres, por eso, se necesita atraer inversión privada del exterior y, casa adentro, establecer incentivos fiscales para que las empresas que pudieron sortear mejor la crisis puedan apoyar a las más impactadas.
Por ejemplo, en Italia se está llevando a cabo un programa donde, por cada $8 de aporte de inversionistas privados, el Estado da $2 y establece plazos más largos para el pago de impuestos. (JS)
Evolución de las fuentes de trabajo
Pérdida de empleo 2019 Pérdida de empleo 2020
322 al día 1.807 al día
Aumento informalidad 2019 Aumento informalidad 2020
440 al día 1.471 al día
“La crisis no comenzó con la Covid-19, solo se profundizó. Llevamos años, específicamente desde 2014, con un mercado laboral con menores oportunidades y malgastando nuestros pocos recursos”.
Lorena Arévalo, socióloga.