Ahorrador vs. Gastador: 5 maneras de superar las diferencias financieras en la pareja

Cada persona tiene una visión diferente sobre el valor y la importancia del dinero.
Cada persona tiene una visión diferente sobre el valor y la importancia del dinero.

Menos de la mitad de las parejas ecuatorianas habla del manejo de presupuesto y cuáles son sus metas financieras.

El dinero suele ser una de las mayores fuentes de conflicto en las parejas. En los últimos 10 años, el número de divorcios ha crecido en más de un 100%; y una de los principales causas son los problemas relacionados con el manejo de las finanzas y el presupuesto.

Usualmente, uno tiende a ser más precavido con el dinero, mientras que otro es más propenso a derrochar. La mayor parte del tiempo, las parejas se equilibran mutuamente. Pero en los peores momentos, pueden terminar discutiendo o sacándose en cara decisiones financieras que han tomado.

De acuerdo con Luz Morales, asesora financiera, una de las principales metas de la convivencia en pareja debe ser encontrar puntos medio. La economía familiar está llena de decisiones económicas y financieras, desde las vacaciones hasta las compras mensuales de comida.

Aunque parezca difícil de creer, menos de la mitad de las parejas ecuatorianas habla de finanzas y presupuesto; e incluso no conocen sus posiciones y filosofías frente al dinero.

A continuación, se detallan cinco consejos para conciliar las diferentes posiciones con respecto al manejo de los recursos económicos:

Entienda lo que el dinero significa para usted y para su pareja

Todo el mundo aporta algún tipo de bagaje a sus relaciones, especialmente en lo que se refiere al dinero. Por eso, el principal punto de partida dice que es llegar a la raíz de lo que el dinero significa para cada persona.

“El dinero tiene múltiples significados para cada uno de nosotros. Seguridad, libertad, poder y prestigio, vergüenza y pudor, autoestima, comodidad, entre otros”, dice Morales

Especialmente si han crecido con antecedentes financieros muy diferentes, usted y su pareja pueden ser opuestos en cuanto al dinero.

Definir lo que significa el dinero y compartirlo con el otro puede ayudarles a entender sus respectivos puntos de vista. Con el tiempo, es posible que sus percepciones individuales del dinero empiecen a acercarse.

Es importante establecer cuáles son las principales metas financieras de cada uno. Para uno puede ser la compra de una casa, pero para otro puede ser viajar y vivir experiencias.

Se debe poner en blanco y negro los ingresos y gastos básicos; además de las prioridades a corto, mediano y largo plazo. No hacer esto puede desembocar en sobreendeudamiento y constantes discusiones porque no se entiende a dónde van los recursos que reciben.

En Ecuador, una familia tiene, en promedio, una deuda de $4.500. El bajo nivel de educación financiera en la población ecuatoriana, y la falta de comunicación en la pareja abonan a este escenario en medio de la actual crisis económica.

Cultiven el respeto mutuo

En lugar de centrarse en qué persona tiene el punto de vista “correcto” sobre el dinero, lo fundamental es reconocer que sus diferentes cualidades pueden mejorar la pareja.

Intenten replantear lo que las palabras “ahorrador” y “gastador” significan para usted de forma positiva.

Una forma de entender estas diferencias financieras es que una persona está orientada al futuro – el ahorrador – y la otra está orientada al presente – el gastador. Hay aspectos positivos y negativos en cada enfoque.

Trabajar juntos y apreciar las diferencias de cada uno también puede ayudar a fortalecer su relación.

Compartan sus metas financieras

Haga un esfuerzo genuino por entender las metas y hábitos financieros del otro. Una relación tiene éxito cuando las necesidades de su pareja son al menos tan importantes como las suyas.

En términos generales, al menos el 10% de los ingresos anuales deben destinarse a un fondo de ahorro. También es decisivo que la pareja discuta sobre la importancia de construir un patrimonio para enfrentar eventos inesperados como enfermedades, o a más largo plazo, la jubilación.

Menos del 40% de las parejas ecuatorianas está preparada para momentos adversos inesperados. Las metas financieras no son solo tener dinero para darse gusto con viaje o la compra de algo; sino también pensar que no siempre se tendrá el mismo nivel de ingresos y estabilidad.

Practique escuchar activamente cuando discuta

Las conversaciones sobre el dinero pueden llegar a ser acaloradas. Cuando ocurra, respire hondo y recuerde que debe escuchar más que hablar.

Primero, exponga su posición. La otra persona escucha sin interrumpir y replica lo que ha oído. A continuación, se afina el mensaje hasta que quede claro para ambos.

Si la conversación no se calma, acuerde hacer una pausa y volver a retomarla cuando ambos se hayan calmado un poco.

Busquen ayuda externa si es necesario

Algunas parejas se encuentran en los extremos del gasto o del ahorro y no pueden hablar de dinero sin que haya conflicto. Por ejemplo, una de las personas puede tener miedo a gastar y, por ello, deja la vida en suspenso.

La otra puede recurrir a los gastos impulsivos como liberación emocional, lo que puede llevar a un endeudamiento. Ambas cosas pueden perjudicar la relación.

Un asesor financiero puede aportar una presencia neutral que ayude a resolver sus conflictos y a profundizar en los motivos por los que el dinero sigue siendo un tema de conflicto.

Hay que tomar en cuenta que el nivel de educación financiera en el Ecuador es hasta 2 veces más bajo que la media regional, por lo que nunca está demás buscar ayuda externa. (JS)