Los teatros capitalinos luchan por sobrevivir

El Teatro Nacional Sucre es uno de los escenarios referentes en Quito. Su actividad se ha trasladado a lo virtual, aunque en menor cantidad.
El Teatro Nacional Sucre es uno de los escenarios referentes en Quito. Su actividad se ha trasladado a lo virtual, aunque en menor cantidad.

Los escenarios de la ciudad se adaptaron a plataformas digitales para continuar, pero el recurso no es suficiente.

La pandemia de la Covid-19 ha golpeado con fuerza a las artes escénicas en Quito. Ya no hay largas filas para entrar, las boleterías lucen casi vacías y el ambiente resulta desolador.

Sin embargo, el panorama no es igual para los teatros públicos que para los privados. En el primer caso, cuentan con presupuesto municipal o estatal, además de sistemas de autogestión que les han ayudado a sostener su existencia más que su labor en tiempos de pandemia. Mientras que en el segundo caso, han recibido todo el golpe de la crisis por no poder operar y no recibir apoyo ni del Gobierno ni del Municipio.

Cristina Rodas, actriz y directora de ‘elteatro’, publicó hace dos semanas un mensaje poco esperanzador: “los teatros en Quito están a punto de desaparecer. ¡Permítanos trabajar al menos con el 50% del aforo, por favor!”.

Este llamado de atención se relaciona con la crisis que vive el mundo cultural en el planeta y Ecuador no es la excepción, Así lo considera Fabiola Pazmiño, coordinadora del Teatro Nacional Sucre. “El impacto es muy negativo para las artes en general por recortes presupuestarios, falta de actividad, falta de incentivos y falta de permisos para poder reactivar las artes”, explica.

En 2019, el presupuesto total de la Fundación Teatro Nacional Sucre, con recursos municipales y autogestión, fue de $4’073,432.23. De los cuales el 94% fue ejecutado.

Mientras que en 2020, el presupuesto total llegó a $3’835,970.71 con una ejecución del 72.44%. Lo que demuestra un decrecimiento desde el inicio de la pandemia.

La  Fundación calcula que se realizaron 486 eventos en 2019, con una asistencia de 125.275 personas. Para 2020, se evidenció una drástica caída que afectó al sector artístico, pues se realizaron 293 eventos, en forma presencial y virtual, con una asistencia de 15.388 personas.

Entre abril y septiembre de 2020, la Fundación Teatro Nacional Sucre, que comprende el Teatro Variedades Ernesto Albán, Teatro México y el Centro Cultural Mama Cuchara, inició un plan de adaptación digital con 402 actividades.

Situación de los teatros independientes

Por otro lado, el sector que más impacto negativo ha tenido ha sido el de los teatros pequeños y privados. Rodas dice que con el aforo completo podían recaudar los recursos por la taquilla y con eso subsanar gastos y eventualmente tener utilidad. “Hay que destacar que los teatros independientes y privados no cuentan con ningún tipo de subsidio estatal o municipal por lo que vivimos exclusivamente de la taquilla; entonces no se puede subsistir en las actuales circunstancias de cierre”, señala.

Juan Pablo Acosta, director artístico del Teatro Victoria, comentó que la pandemia les ha golpeado muy fuerte; como escuela de arte tuvieron que migrar a lo virtual y “como teatro se detuvo todo”.

Gracias a las donaciones que han recibido a través de proyectos han podido mantener vivo el teatro. Pero eso no ha sido suficiente. “Hemos estado al borde de la quiebra, de la bancarrota, de la desaparición”, señaló Acosta.

Y es que estos espacios no reciben ningún apoyo de las autoridades. Han llegado al punto de poner sus ahorros y de vender algunas cosas para pagar arriendo, servicios y subsistir.

En este pequeño espacio, en 2020 se registró una pérdida estimada de $800 mensuales. Actualmente,  según Acosta, desde el año pasado el teatro no genera ninguna ganancia.

Daniel Enríquez, director, dramaturgo y docente teatral, señaló que es complicado presentar proyectos y que el Estados los financie; por eso viven netamente de la taquilla. “Se me ha reducido en un 60% mis ingresos mensuales”.

Para Enríquez, las restricciones como el estado de excepción y el toque de queda han afectado a su oficio. Dice que el COE no toma en cuenta en las medidas al teatro; “para ellos solo existe el home office y a la casa. No hay empatía, no hay interés.”, señaló.

“Nosotros como artistas nos sentimos solos en esta batalla”, dijo Enríquez.Y añadió que el gremio debería estar dentro del plan de vacunación porque tienen contacto con el público.

El teatro continúa en medio de la desesperación, de la incertidumbre y de la inestabilidad en Quito. Por ahora no les queda más que apoyarse entre artistas y esperar que la situación mejore. Que vuelvan las risas, el drama, la nostalgia y la diversión es el pedido del gremio.

“No es una opción que se cierren. Porque los teatros son indispensables en la construcción cultural de la ciudad”, señaló Pazmiño. (CV)

Reactivación de teatros en el mundo

 En Israel, uno de los primeros países en vacunar a más del 50% de su población contra el Covid-19, las personas pueden ingresar a los teatros al presentar un ‘carné verde’, en el cual se detalla que ya ha recibido la dosis.

Mientras que en Colombia, estos lugares deben continuar con estrictos protocolos de bioseguridad implementados por las autoridades locales y nacionales.

Por otro lado, en España después de detectar más de 20 casos de Covid-19 en un teatro, las autoridades tuvieron que cancelar todas sus funciones, debido al temor de contagios.

Según la Unesco, el sector de la cultura ha sido uno de los más golpeados en esta pandemia, fueron los primeros en cerrar y cancelar conciertos, presentaciones teatrales, cines, parques, sitios arqueológicos, museos, y seguramente serán los últimos en abrir nuevamente sus puertas al público.