Los niños deben aprender sobre el manejo del dinero

OPORTUNIDAD. La familia es un espacio propicio para la educación financiera
OPORTUNIDAD. La familia es un espacio propicio para la educación financiera

A través de conceptos simples y juegos, los más pequeños de la casa pueden ir generando hábitos y conceptos que les servirán toda la vida

Según una encuesta de la iniciativa ‘Tus finanzas’, más de la mitad de los adultos ecuatorianos actualmente tienen que endeudarse para cubrir sus gastos normales. Además, no tienen nociones básicas para elaborar un presupuesto ni estrategias para enfrentar imprevistos.

Estos vacíos comienzan desde los primeros años, por lo que es importante que los niños aprendan sobre el manejo del dinero. Eso permitirá que tomen decisiones acertadas en el futuro; y puedan afrontar momentos de crisis con más herramientas.

Cinco claves para empezar

Buscar el momento ideal para hablar de dinero con los hijos. –  Varios expertos coinciden en que el mejor momento para comenzar a hablar con los hijos sobre dinero es tan pronto como ellos aprendan a decir “quiero”.

De esta manera, aconsejan utilizar las situaciones cotidianas como hacer las compras, pagar los servicios básicos o ir al banco para mostrarles a los niños cómo se toman las decisiones financieras.

Enseñar a dividir el dinero que reciben. –  Si sus niños están internalizando el valor del dinero, también tendrán que aprender que el gasto y el ahorro son cosas completamente distintas. Para cubrir ambos ítems, ellos tendrán que dividir el dinero que reciben, es decir, administrar correctamente sus recursos.

María Belén Luzón, jefe de Negocios de Cooperativa Andalucía, explicó que los gastos comprenden todas aquellas cosas que los pequeños deben costear en el mes o semana, todo depende de la periodicidad con la que reciban el dinero para pagar ciertas cosas como snacks, golosinas, juguetes, útiles escolares, regalos, etc.

 Por otro lado, el ahorro se asocia a objetivos a los que no pueden acceder de manera inmediata y para los cuales necesitarán esfuerzo, constancia y paciencia.

Transmitir hábitos financieros responsables.-  La toma de decisiones financieras a nivel personal es un proceso de aprendizaje muy necesario. Los padres son los primeros maestros de un niño y por ello deben transmitir a sus hijos la educación financiera que perdurará hasta la edad adulta. Por ejemplo, si en casa hay la costumbre de ahorrar, los niños repetirán esos patrones de comportamiento.

Asimismo, si los adultos están pendientes de generar conciencia sobre la importancia de los gastos, preguntándoles a sus hijos ¿qué es más importante? en el momento en el que están comprando cosas para ellos, lograrán que los pequeños identifiquen prioridades y sepan que no siempre pueden tener todo a la vez.

Ayudar a fijar metas. – ¿Hay algo que su hijo anhele y que pueda conseguir mediante sus ahorros? Eso que tanto quiere puede ser un excelente incentivo para empezar a ahorrar con un objetivo específico, factible y con resultados a corto plazo. De esta forma, se familiarizará con conceptos como planificación e inversión.

Antes que comprarle todo lo que quiera, dele la posibilidad de conseguir cosas gracias a sus propios esfuerzos. Así, cuando lo logre, lo valorará aún más y aprenderá a discriminar entre lo que realmente necesita y los caprichos del momento.

Mostrar opciones para ahorrar. – Aunque puede parecer una técnica anticuada, la alcancía siempre será un buen método para guardar dinero. Sobre todo, si se trata de niños pequeños, porque es una alternativa accesible y les permite revisar constantemente cuánto ha crecido la suma inicial. Como incentivo adicional, se puede colocar un dibujo o foto de la meta, sobre la alcancía, para que ellos no se olviden la razón por la que están haciendo ese esfuerzo.

Opciones prácticas

Método de monedas. –  Un método, recomendado por expertos, señala que los niños pueden ahorrar al separar monedas de 10, 25, 50 centavos y de un dólar. En la primera semana el niño puede guardar 10 centavos diarios en una alcancía, a la siguiente semana aumentar a $0,25, en la tercera a $0,50 y, por último, llegar a la cuarta semana con el ahorro de un dólar diario.

Luego de completar la secuencia, empieza a ahorrar en descenso, es decir desde los 50 centavos hasta llegar a los 10 centavos. Una vez que finaliza, nuevamente guarda desde 10 centavos hasta llegar a un dólar. Así podrá ahorrar anualmente una cantidad que le permita solventar gastos inesperados como regalos para el Día de la Madre, Día del Padre o Navidad.

Primera cuenta de ahorros. –  Existen productos financieros específicos para el ahorro temprano. Luzón recomienda las cuentas de ahorro infantil y las cuentas de ahorro programado. En estas dos alternativas, que pueden abrirse desde que el infante tiene cédula de identidad, se debe contar con un representante mayor de edad. (JS)