‘Liberen a los niños’, el lema para defender el retorno a la presencialidad

Situación. En Ecuador hay 4 millones de estudiantes. Unicef detalla que cerca de 100 mil han abandonado la escuela desde la pandemia.
Situación. En Ecuador hay 4 millones de estudiantes. Unicef detalla que cerca de 100 mil han abandonado la escuela desde la pandemia.

Desde el 2020, los estudiantes no han tenido un retorno total a las aulas de clases. El cierre de estos espacios significa un retraso académico y social con impacto de por vida. La presencialidad vuelve este 24 de enero.

Desde febrero de 2021, Claudia Tobar, directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ),  emprendió la campaña denominada ‘Liberen a los niños’, que busca concientizar sobre la importancia de abrir las escuelas.

Basada en estadísticas, Tobar demuestra que en estos espacios los contagios por COVID-19 son mínimos, mientras que los daños colaterales de no volver a las aulas son muchos.

La catedrática publicó un artículo en Forbes sobre esta realidad y definió que “la decisión de cerrar nuevamente las escuelas es una decisión abusiva ante una población vulnerable y sin voz”.

Tobar se reunió con el COE Nacional y, con evidencia estadística, logró que las clases se retomen, de forma voluntaria, desde hoy, 24 de enero de 2022.

¿Por qué nace la campaña?

Son casi 24 meses que los niños han perdido habilidades sociales importantes y tienen rezagos académicos significativos.

Según la ministra de Educación, María Brown, el rezago va a ser de uno a dos años, en todos los niños, debido a la desconexión académica que han tenido.

¿Por qué no funciona la virtualidad?

Realmente la virtualidad lo único que hace es ampliar la brecha de desigualdad que existe en los diferentes estratos socioeconómicos del país. No hay conectividad, no hay dispositivos.

 Y los niños que sí tienen conectividad y dispositivos, ¿está bien que sigan en casa?

 Incluso en esos casos no son las condiciones adecuadas para que un niño de seis o siete años esté al frente de una pantalla por seis horas.

9 de cada 10 hogares con niños, niñas y adolescentes del estrato más bajo solo pueden acceder a educación a través de un celular.

¿Qué impacto hay en los niños?

 Las secuelas que vamos a ver en estas generaciones es difícil de proyectar, pero podemos adelantar lo que ya se está viendo. En los más pequeños vemos retrocesos significativos en el lenguaje, que requiere de muchísima exposición social y modelamiento de otras personas.

Las guarderías y centros infantiles están empezando a notar retrasos importantes en el desarrollo motor (parte motriz-movimiento de los niños).

Según Ineval, antes de la pandemia, solo 4de cada 10 niños entendían lo que leen. Estas cifras no se podrán superar tras el cierre de las escuelas.

¿Se puede suplir el desarrollo social con actividades en casa?

El desarrollo social no es solo para que los niños estén entretenidos. Esto tiene que ver con el desarrollo del cerebro que tiene un protagonismo importantísimo. Muchas de las conexiones neuronales críticas para nuestro desarrollo del pensamiento se dan en la primera infancia a través de la socialización. Uno entiende el mundo a través de la conexión de otros. El compartir, el que me quiten un juguete, el perder, entender la postura de mi compañero en clases.

La apatía a la socialización, ¿qué genera?

La socialización es un músculo que se ejercita a través de la práctica. Vamos a tener un debilitamiento de las aspiraciones de estos chicos que no van a querer estudiar más adelante. Un debilitamiento de aspirar a ir a la universidad o de aspirar a trabajos que tengan que ver con contacto social.

Hay incluso estudios que llaman a estos niños, los niños salvajes; porque ya no tiene una exposición social natural, para poder convivir en sociedad.

Según Unesco, solo 6 de cada 10 estudiantes terminarán la escuela en 2030.

¿Cuando el Gobierno cierra las escuelas en medio de un rebrote se emite un mensaje errado sobre la  seguridad epidemiológica en las escuelas?

 Este tema de hipocresía social sobre las escuelas nos involucra a todos. No quiero solo responsabilizar a las autoridades. Todos somos responsables de mirar al otro lado cuando hay aumento de casos y lo único que se visibiliza es el cierre de las escuelas.

Acudimos a un centro comercial y lo vemos repleto, incluso se ha hablado de reactivar partidos de fútbol con estadios completos, pero cuando se habla de cerrar las escuelas creo que como sociedad somos bastante tibios.

Un estudio de Unicef en 191 países concluyó que no existe una relación directa entre el cierre o la apertura de las escuelas y las tasas de contagio de COVID-19 en la comunidad

¿A qué peligros se exponen los niños que no van a la escuela, que incluso se quedan en casa sin supervisión de adultos?

Se han reportado casos de niños a los que les amarran en sillas hasta que los papás vuelvan, para prevenir así accidentes. Niños que han tenido quemaduras, ahogamientos. Un menor no está capacitado para estar solo en la casa. Muchas veces hasta tienen que cocinar.

Hay también problemas sicológicos como ansiedad, depresión y abusos. Y son las escuelas los espacios para percatarse de estos problemas y denunciar lo que está pasando con los niños en casa.

Según Unicef, las autolesiones son la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.  En 2020, los niveles de ansiedad y depresión aumentaron en niños y adolescentes.

Hay gremios de maestros que se oponen al retorno a las aulas,  ¿qué les diría?

Dentro de la carta de apoyo de apertura de las escuelas que presentamos al COE Nacional, contamos con representantes de educadores. Y sí, hay representantes de la Unión Nacional de Educadores (UNE), que están en contra de la presencialidad y yo les invito a reflexionar.

Entiendo que para ustedes signifique un riesgo, pero es el mismo que tuvo un cajero al acercarse a trabajar en el supermercado. La profesión docente, como cualquier otra, tiene riesgos, pero deben confiar en que ellos han sido un grupo prioritario de la vacunación.

¿Si un padre temeroso le preguntaría por qué las escuelas son lugares seguros, qué le diría?

La escuela representa para los estudiantes y profesores un porcentaje de contagio mínimo (el 0,014%) de los casi 2 millones de alumnos que han ido a clases.

La escuela es mucho más segura que los lugares que frecuentas en tu vida cotidiana, ya que la escuela provee espacios de esparcimientos seguros con medidas de bioseguridad.

Además, los niños en la escuela reciben servicios de protección como nutrición, acompañamiento sicológico e identificación de trastornos y abuso.

La campaña ha recolectado más de 8 mil firmas a favor del retorno presencial a las aulas. Quienes deseen sumarse deben ingresar a una página web.
Con el aumento de casos en 2022, el retorno a clases se paralizó, pero se ha retomado de manera voluntaria desde este 24 de enero.

Se ha hablado de reactivar partidos de fútbol con estadios completos. Pero cuando se habla de cerrar las escuelas creo que como sociedad, en general, somos bastante tibios”.

 Claudia Tobar

Directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) 

 “Tenemos esta falsa creencia de que los niños así (sin ir a las escuelas) están protegidos”.

Claudia Tobar

Directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ)