Ley para la fijación del precio de la leche deja sin solución la informalidad y la falta de competividad

El sector lácteo es uno de los más abandonados dentro de la producción agropecuaria

La normativa no incluye estrategias efectivas para incentivar y aumentar el acceso al crédito. La informalidad, durante los últimos cinco años, se disparó del 50% a más del 65%. 

La Asamblea acaba de aprobar una Ley Orgánica que, según los legisladores, busca beneficiar sobre todo a los pequeños productores lecheros.

Una de las principales medidas incluidas en la normativa es acoger el sistema de precios de indexación, el cual ha estado vigente a través de un acuerdo ministerial de 2013; y que se reforzó con otro acuerdo interinstitucional de 2019. Es decir, se subió a rango de Ley Orgánica una disposición establecida hace años en normativa secundaria.

En concreto, se establece que el  precio mínimo o de sustentación que debe pagar la industria al productor lácteo es equivalente al 52,4% del precio de venta al público del litro de leche en funda. A ese valor,  se suma un monto adicional por calidad higiénica y sanitaria, que tendrá que ser definido mediante reglamento, emitido por el Presidente de la República mediante Decreto Ejecutivo.

Rodrigo Gómez de la Torre, ex presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, puntualizó que la ley aprobada por los legisladores están dado más protección y seguridad a los productores que ya están encadenados con una industria, que ya tiene una correlación e integración de cadena. «Lo que la ley no plantea es que haya más productores formales en la cadena láctea», dijo.

En este sentido, se aseguran mejores condiciones a los ya formales, pero no se crean incentivos efectivos para reducir  la creciente informalidad, que pasó del 50% a más 65% en los últimos cinco años.

«Si bien suena bonito hablar de fijaciones de precios, este proyecto no aporta a la competitividad del sector. Más bien se generan nuevos filtros, nuevas regulaciones para los productores. Esto con el argumento de supuestamente mejorar las cosas. Pero usualmente cuando se involucran más regulaciones, el resultado es una actividad productiva más complicada», añadió Gómez de la Torre.

Sin embargo, desde agremiaciones como la Federación Nacional de Productores de Leche del Ecuador, que agrupa a 366 asociaciones de productores lácteos, se considera que la elevación a Ley Orgánica del sistema de precios indexados es positiva porque asegura un valor mínimo para cubrir buena parte de los costos de producción.

El fomento de la asociatividad y el crédito quedan pendientes

En la ley se hace referencia  a que la Junta de Política y Regulación Financiera fijará una tasa de interés máxima especial para créditos especiales a los productores de leche.

sin embargo, Antonio Gómez, pequeño productor lechero, puntualizó que no queda claro cómo se lograrán tasas de interés más bajos; pero sobre todo no se generan incentivos y mecanismos para que el acceso al crédito esté atado a la asociatividad.

»  Se debería crear proyectos done, a través de la  banca pública, se entreguen préstamos al 1%, pero en montos grandes para asociaciones de productores. El objetivo sería no solamente financiar cosas como la adquisición de vacas y  mejores maquinarias ; sino también otras como la compra de un vehículo para transportar la leche. Además, se debe apuntar a incentivar la diversificación hacia productos procesados con mayor valor agregado», añadió.

Emilio Mendoza, pequeño productor lechero de la Costa, aseveró que, a pesar de que la guerra de Ucrania ha develado la enorme dependencia de los insumos importados, nos e toman en cuenta acciones efectivas para mejorar la cadena de costos y para cambiar los sistemas productivos ineficientes que se mantienen en la mayoría de zonas del país.

DATO.- Desde el 31 de mayo de 2022, cuando la Asamblea aprobó la Ley, corre el plazo de 30 días para que el presidente Guillermo Lasso de su visto bueno o imponga un veto parcial o total.

DATO.- Entre los temas polémicos de la normativa están la prohibición de importación de leche en polvo por diez años; y la ceración de un ente burocrático llamado Consejo Nacional de la Leche.