El proyecto de ley de defensa de animales, no humanos que se tramita en la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional, recibe observaciones de sectores productivos del país y piden cambios a los textos.
Casi dos semanas después de que en la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional se empezó a debatir el proyecto de ley de defensa de animales, no humanos, el texto de la recibe cuestionamientos y hasta solicitudes de que se corrija su tratamiento porque excedería la Sentencia 253 de la Corte Constitucional (CC) de febrero de 2022.
La propuesta fue presentada a esta mesa legislativa por la Defensoría del Pueblo en 2022, tras la sentencia de la CC derivada del caso ‘Mona Estrellita’, que reconoció a los animales silvestres no humanos como sujetos de derechos y que estos no se podrán equiparar a los de los seres humanos.
Según Rodrigo Gómez De la Torre, expresidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, el problema se produce cuando la Defensoría construyó un articulado en el que se convocó a las organizaciones de defensa de los animales, excluyendo los criterios de los ministerios de Agricultura, Producción, Ambiente, Agrocalidad, Instituto Nacional de Pesca. Tampoco se llamó a los representantes de la academia, ni al sector productivo.
“La Defensoría construyó un proyecto de ley que, desde el mismo nombre de animales no humanos se ven distorsiones que exceden la sentencia de la Corte que, claramente estableció que los derechos no se pueden equiparar con los del humano, pero la propuesta de ley no solo equipara derechos, sino que sobrepasa y hasta podría entenderse que los animales tienen más derechos que los seres humanos; esto es una contradicción”, dijo.
Uno de los puntos que preocupa es que en la propuesta se prohíbe exhibir a animales enteros en espacios públicos, faenados o cocinados en vitrinas o locales comerciales.
Si la norma se aprobara como está, los pollos, cuyes o cerdos asados ya no se podrían presentar como sucede hasta hoy en mercados o locales.
Para Gómez De la Torre, el texto no se ajusta a la realidad del país sobre el manejo de los animales destinados al consumo, a la producción, e incluso a la industria turística.
Propuesta también prohíbe emprender en procesos tecnológicos de innovación
La propuesta también prohíbe emprender en procesos tecnológicos de innovación y mejora genética, lo que derivaría en una baja de la productividad y en el incremento de costos.
Gómez De la Torre aclaró que en el ámbito de la comercialización, la prohibición de exhibir los cuerpos faenados de los animales, crudos o cocinados, obligaría al consumidor a adquirir la proteína de origen animal “literalmente a ciegas”.
“Prohibir la exhibición de pollos en asaderos afectaría directamente una tradición culinaria del Ecuador. Además, ya no podrán darse emprendimientos turísticos de la Costa y la Sierra como los paseos a caballos, la pesca deportiva o el rodeo montubio, lo que incidirá en la afectación de la actividad turística”, argumentó al señalar que con la ley se buscaría utilizar a los animales para impulsar o imponer un cambio sociocultural.
A su criterio, el consumo de proteína de origen animal se encarecería tres veces y podría repercutir en alrededor de 1,5 millones de empleos que se perderían.
Ley afecta a la salud pública
En el interés superior de animal se incluye también a perros, gallinas, cerdos, aves, vacas, al igual que cucarachas, ratas, roedores, mosquitos y demás. En los últimos cuatro casos, la ley que se procesa en la Comisión de Biodiversidad afecta a la salud pública porque prohíbe el uso de venenos o insecticidas. ¿Cómo se piensa controlar una plaga de dengue cuando hay que matar a los mosquitos vectores o una plaga de ratas en Guayaquil?, cuestionó Gómez De la Torre.
Sugirió que el proyecto de ley debería respetar las competencias de cada sector para el manejo de cada animal.
Por ejemplo, la competencia de los animales de compañía (perros, gatos) está en los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), los animales de trabajo u oficio (chanchos, aves) le corresponde a Agrocalidad; para los animales de experimentación la rectoría también recae en Agrocalidad.
Más objeciones a la propuesta
El Centro Agrícola Cantonal de Cayambe, el Centro Agrícola Montúfar, Espejo, Mejía, la Asociación de Criadores Angus Brangus del Ecuador y la Asociación Holstein del Ecuador, también plantearon a la Comisión objeciones para al menos 20 artículos que contiene el proyecto. Hay observaciones y críticas en el ámbito de la ganadería, los costos en la salud animal, en la productividad y en el sector turístico. En este último caso habrá afectaciones a las ferias agropecuarias, shows caninos, de caballos, etc.
Guido Vargas (ex PSC), presidente de la comisión, dijo que la ley no está escrita en piedra y que por eso se solicitó una prórroga al Consejo de Administración Legislativa (CAL) para recibir observaciones de otros sectores para enriquecer la norma. Vargas calcula que en unos 15 días podría estar listo el texto para el primer debate en el Pleno de la Asamblea.
Luego del primer debate, la mesa tiene 90 días más para entregar un informe para segundo y definitivo debate. (SC)
El caso de ‘Estrellita’
La decisión de la CC se basó en el posible maltrato animal que sufrió ‘Estrellita’, una mona (primate) que permaneció 18 años junto a una familia de Ambato, en calidad de mascota. En septiembre de 2019, ‘Estrellita’ fue trasladada por el Ministerio del Ambiente a un zoológico, donde murió poco después. Las personas que acogieron a la mona plantearon una acción legal para recuperarla, pues estuvo con ellos desde que tenía un mes de nacida. Tras la muerte del animal, la CC declaró que todos los animales son sujetos de derecho, y dio un plazo de seis meses para que se presentara un proyecto de ley que proteja los derechos de la fauna urbana y silvestre.