Del 100% de extranjeros que llegaban a Quito hasta el 2019, el 67% visitaba el Centro Histórico y el 12% se dirigía a La Mariscal.
El turismo quiteño es uno de los sectores más afectados por la pandemia de la Covid-19. En 2019, antes de la crisis sanitaria, Quito registró la llegada de, aproximadamente, 700.000 turistas extranjeros. En el 2020, se produjo una caída estimada del 70% de turistas, según datos de la empresa municipal Quito Turismo.
“Desde marzo del 2020 hasta mayo del 2021, se acumuló $1.000 millones de afectación para el turismo receptivo”, señala Patricio Velásquez, director técnico de la entidad.
El turismo en Quito estaba en cuarto puesto, a escala nacional, antes de la crisis sanitaria, ahora está en el puesto 12. Antes de la pandemia, es decir hasta 2019, en promedio ingresaban entre $650 y $750 millones. El año pasado fueron $320 millones, según el Ministerio de Turismo.
El mercado turístico más importante para la capital proviene de Estados Unidos. Con la vacunación masiva en su población se esperaría la llegada de turistas, para los meses de junio, julio y agosto de este año, lo que ayudaría a reactivar un porcentaje mínimo el sector.
De acuerdo a un sondeo de organizaciones de viajes de EE.UU. “el 50% de los ciudadanos tiene la intención de regresar a sus vacaciones internacionales”, dice Velásquez .Sin embargo, están lejos de alcanzar las cifras de 2019.
En Ecuador, el Ministerio de Turismo calculó que sólo en los meses de marzo, abril y mayo de 2020 el sector alcanzó pérdidas por $601,23 millones, es decir, $6,68 millones diarios. El servicio de alimentos y bebidas, y transporte de pasajeros tuvo el 70,7% de pérdidas, frente al total de la afectación económica estimada para el sector.
Según la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), los negocios de alojamiento y comida registraron una reducción del 60% en sus ventas. Además, las pérdidas en el sector productivo de la ciudad fueron de alrededor de $12.000 millones en 2020.
Guadalupe Tito Flores, propietaria de la Dulcería Colonial, ubicada en la Plaza de la Independencia, cuenta que, desde que empezó la pandemia tuvo que cerrar su negocio 8 meses y “recién lo estamos reactivando con la poca afluencia de gente que llega; sea extranjero o nacional”. Su plan es trabajar de lunes a domingo para poder generar ganancias.
Iván López Villalba, director ejecutivo de la Cámara de Turismo de Pichincha, explica que Quito solo podría reactivarse si el Municipio toma medidas para la promoción, facilidades, mejora de la calidad, apoyo tributario. “El sector privado ha sobrevivido con su esfuerzo y será resiliente, pero requiere apoyo del gobierno local. Lo más seguro es que la reapertura turística sea en 2024 y si hay apoyo en 2023”.
En cambio, Velásquez afirma que para el 2023 esperan llegar a las cifras del 2019 en el sector turístico. “No sé si el 2022 lo conseguiremos”. Sin embargo, López informó que “los destinos se reactivarán más o menos rápido según las acciones que adopte el Gobierno Nacional o el gobierno local. Si se actúa rápido se activan más rápido”.
Carla Sánchez, dueña de la cafetería Fabiolita, que lleva 65 años de tradición en el Centro, cuenta que, “a nosotros lo que nos afecta son los cierres, al cercar todo el Centro Histórico tanto el turista nacional como extranjero se asusta y no regresa. Del 100% de ventas que teníamos antes ahora son entre 30% y 40%. Tuvimos que adaptarnos al tema del delivery”.
Los sectores afectados por la crisis
Según datos de Quito Turismo, las zonas más afectadas son La Mariscal, que aglutina el 25% de los establecimientos turísticos de la ciudad, y el Centro Histórico que tiene el 15%. El 60% restante está disperso en la zona urbana y rural de la capital.
Claudia García, administradora de los Sánduches de la Plaza, relata que “realmente sí han disminuido las visitas turísticas a este lugar. Esperamos que la situación vaya mejorando día a día. Todo esto ha sido un esfuerzo personal, no hemos recibido ningún apoyo”.
Por otra parte, Karina Guayasamín, empleada de Intikary, un local de artesanías dedicado a turistas extranjeros, también habla de las complejidades de la falta de cuidados ante la pandemia, “el Centro Histórico es un foco de infección para el Covid-19. En la Plaza Grande hay personas sin distanciamiento, no hay el uso debido de la mascarilla y no hay un control”.
Para Guayasamín es una mala imagen para que los turistas vuelvan. “De a poco han ido aumentando las ganancias, pero por estas causas los mismos guías evitan venir acá con los turistas. Cada negocio se mueve por su lado. No hay ningún plan. De las 6 personas que visitaron el local hoy, solo dos compraron. Para nosotros la vacunación es importante para poder continuar con los negocios”, añade.
Además, tener un plan de vacunación eficaz garantizará la apertura del turismo en la capital. Xavier Salazar, ingeniero en gestión turística y preservación ambiental, señaló que Estados Unidos es un ejemplo de cómo se debería reactivar el turismo, mediante estrategias de captar la atención con la inmunización contra el Covid-19.
Balanza turística
El turismo se divide en dos segmentos: el emisivo y receptivo. Para considerar ganancias en el sector se analizan los datos de la recepción turística. Según Quito Turismo, esto deja mayores divisas porque hay consumo en locales, productos, alojamiento y transporte.
Mientras que el emisivo es cuando los ecuatorianos salen a vacacionar en otros países. A partir del turismo de vacunas en EE.UU., esto ha generado una cierta reactivación para las agencias de viajes que arman paquetes. “Esto no da ganancia para el sector”, dice Velásquez.
Plan emergente para la reactivación del Turismo en Quito, está vigente de desde julio 2020 hasta finales del 2021